Desde los años de la emancipación del dominio realista, nuestra provincia ha sido un semillero de ilustres hombres y mujeres que han puesto sus vidas al servicio de la patria. Muchos han quedado inmortalizados en los actos escolares, otros por alguna razón han sido olvidados en los anales de la historia, pero han dejado su impronta en la construcción de nuestra nación y merecen ser recordados.
La familia Rojo es un ejemplo de ello. Esta verdadera dinastía de notables hombres que participaron activamente por más de tres generaciones en la vida política de nuestra provincia, comienza con "Tadeo Rojo y Maurín": nacido en 1763 y bautizado en la iglesia de La Merced, fue un patricio de destacada actuación en el Cabildo de San Juan. Ocupó cargos de Regidor, Alcalde y Alférez Real. Cursó sus estudios primarios en San Juan, en los conventos de la época. Sus estudios superiores los realizó en la Universidad de San Felipe, Chile. Estuvo muy vinculado al vecino país ya que su padre Bartolomé Rojo (también de cierta actuación en el cabildo colonial), viajaba constantemente por sus negocios principalmente agrícolas. Es así que de muy joven Tadeo se dedicó a la vitivinicultura.
En esta actividad, se asoció con Ignacio de la Roza a quien ayudó a terminar el canal Pocito. De la Roza había construido gran parte del canal con los prisioneros capturados en la batalla de Chacabuco y junto a Rojo formaron (con otros vecinos) el primer consorcio de regantes. Rojo fue uno de los primeros colonos de Pocito y entre ambos compraron tierras y cultivaron esta zona. Pero también apoyó activamente al gobernador (a pedido de San Martín) en la formación del ejército de los Andes.
Tadeo Rojo se casó con Doña Gertrudis de Frías y Mallea (descendiente del linaje Mallea-Ascencio). Tuvo Seis hijos: José Rudecindo (1790), María Justina (1797), José Posidio (1798), Anselmo (1799), Marcelino (1801) y Gertrudis (esta última aparece sólo en algunos textos).
Cada uno de los hijos de Tadeo Rojo son verdaderos próceres sanjuaninos de destacada actuación provincial y nacional.
José Rudecindo Rojo: Se educó en el colegio San Carlos (Bs. As.) y cursó sus estudios superiores en la Universidad de San Felipe (Chile). Fue un gran político y uno de los firmantes del acta de autonomía de la Provincia de San Juan el 1º de Marzo de 1820. Fue Ministro y secretario del gobernador Salvador María del Carril y uno de los redactores de La Carta de Mayo (primer intento de una constitución provincial). Reorganizó el poder judicial de primera instancia con una cámara de cinco miembros. Creó el Ministerio de gobierno provincial. La Corte Suprema de Justicia y juzgados. Inició el primer censo agrícola. Fundó la sociedad de Beneficencia. Tuvo que huir a Mendoza junto con Del Carril tras la quema de la Carta de Mayo.
Repuesto en su cargo el gobernador, prosiguió su labor hasta 1925 donde fue elegido diputado para el Congreso General Constituyente. Confeccionó la bandera de la columna del 4º cuerpo de ejército que salió de San Juan (el 1º de Cazadores), que luego derivó en el escudo provincial.
Se casó con Jacinta Angulo el 29 de noviembre de 1806, con quién tuvo al menos nueve hijos, de los que se destacan:
-- El doctor Camilo Rojo (Camilo de Jesús Rojo Angulo), otro verdadero prócer provincial, quien fuera jefe de policía durante el gobierno de Sarmiento y luego gobernador de San Juan. Como gobernante fundó la Villa San Martin, cabecera del departamento Albardón. Creó nuevas escuelas y fundó la Biblioteca Franklin. Contrató a Pedro Echagüe para dirigir la Imprenta del Estado y continuar la impresión del Diario El Zonda. Levantó el Hospital San Roque. Impulsó la agricultura y la industria. Celebró el contrato de construcción del puente de Caucete y otro sobre el río los Patos en Calingasta, entre otras innumerables obras.
-- Jacinta Rojo Angulo: Conocida por ser la esposa del doctor Guillermo Rawson (su primo), otro ilustre prócer sanjuanino que amerita una biografía aparte a quien citaremos más adelante.
-- Flora Rojo de Albarracín: Matrona de destacada actuación en la beneficencia pública de San Juan.
Anselmo Rojo: Aprendió sus primeras letras en la Primera Escuela de la Patria fundada por Ignacio de la Roza y luego en Córdoba donde abandonó su educación superior para atender los intereses familiares. Años más tarde siguió la carrera militar. Tuvo su bautismo de fuego en Jocolí, contra el levantamiento del 1º de cazadores. En 1822 se alistó en el cuerpo de Dragones de San Juan, contribuyendo también con "5000 pesos fuertes" para esa división. A las órdenes del Gral. Paz (con quien tuvo una gran amistad), participó en innumerables batallas en el norte del país y en Bolivia. Terminada la guerra de independencia, luchó para el ejército unitario enfrentándose varias veces a las tropas de Facundo Quiroga. También participó en el conflicto de Bolivia contra la Confederación Argentina y más tarde luchó para la Coalición del Norte contra Juan Manuel de Rosas. Fue Gobernador de Tucumán y luego Gobernador de Salta, también senador de esa provincia. Falleció en Tucumán en 1869.
Marcelino Rojo: Al igual que sus hermanos, cursó sus estudios en San Juan y luego en Córdoba, en donde obtuvo sus certificados en filosofía, lógica y moral. Casi de inmediato se involucró en la vida política de San Juan, acompañando al gobernador Del Carril. Tras la quema de la Carta de Mayo es tomado prisionero junto con sus hermanos José Rudecindo y Anselmo. Restituido el gobernador regresó a San Juan. Tuvo participación militar como sargento mayor en los "Coraceros de la Guardia" del Gral Paz. También ocupó importantes cargos en política, siendo representante en la legislatura provincial y ocupó en 1852 la vicepresidencia de ese cuerpo. Ese año firmó el decreto por el cual la provincia de San Juan se adhería al "Pacto de San Nicolás de Tres Arroyos" (uno de los pactos preexistentes a la constitución de los que habla el preámbulo). Se casó con Nemesia del Carmen Valenzuela Videla y tuvo dos hijos, Nemesio (1835) y Anselmo Marcial.
María Justina Rojo: Se casó con Amán Rawson, un norteamericano que se radicó en San Juan y formó otra dinastía de ilustres hijos de esta tierra. El doctor Amán Rawson, además de ejercer la medicina formó el primer boticario provincial para palear la urgente necesidad de medicamentos que tenía la provincia. Junto a Ignacio de la Roza hicieron el primer plan de vacunación de la provincia. En 1822, tras la muerte de su esposa promovió con su suegro Tadeo Rojo, la fundación de dos colonias que dieron lugar a los departamentos de Caucete y 25 de Mayo. Fue legislador en varias oportunidades. Al morir Fray Justo Santa María de Oro, fue el encargado de retirar su corazón para que fuera preservado. Acompañó a Sarmiento en la fundación del colegio Santa Rosa. Realizó donaciones de medicamentos y atendió gratis a las milicias, lo que le valió el título de filántropo. Fue el padre de Benjamín Franklin (1820), Guillermo Colesbery (1821) y Justino (1822).
-- Franklin Rawson: Fue un gran artista plástico. Estudió con destacados maestros y dominó el óleo, la tinta y el lápiz. También escribió poesía de buena redacción. Actuó en política como legislador durante varios periodos. Sus obras más importantes están resguardadas en el museo de Bellas Artes de Buenos Aires, el museo de Luján y algunas en museo de nuestra provincia el cual lleva su nombre.
-- Guillermo Rawson: Es imposible resumir la vida del doctor Guillermo Rawson en pocas líneas. Este ilustre sanjuanino se doctoró en medicina en 1844, con notas sobresalientes y fue un brillante médico e higienista como su padre. En 1849 fue electo diputado provincial y actuó enérgicamente en la conmocionada e intimidante atmosfera política de la época. Fue senador nacional en 1861, donde defendió la federalización de la ciudad de Buenos Aires. En aquellos días Mitre lo convocó como ministro del Interior donde amplió el tendido de líneas férreas, fomentó el desarrollo del algodón y la inmigración. También impuso el Sistema Métrico Decimal. Fue un gran catedrático y un erudito elogiado por grandes figuras de su época y contemporáneas. El 1880 fundó en Buenos Aires la Cruz Roja Argentina. Alternó el resto de su vida entre la actividad académica y el consultorio. Cosechó importantes logros en todas las actividades en las que tuvo participación. Actualmente el hospital más importante de nuestra provincia lleva su nombre.
Texto: colaboración de Antonio Diaz Ariza