El magistrado sostiene que el diálogo propicia que muchos conflictos no judiciales se resuelvan en otros ámbitos que no sea Tribunales. También opina que una forma de optimizar recursos es incorporando tecnología y creando juzgados virtuales.
Roberto Pagés, juez de la Cámara Civil , tuvo oportunidad a lo largo de su carrera de conocer cómo funcionan otros sistemas de justicia en el mundo, en los que los plazos para dar respuestas a los conflictos de la sociedad lograron reducirse sustancialmente. Por eso sostiene que debe haber un cambio de paradigma en la forma de resolver conflictos, a través de las nuevas tecnologías —video grabación de audiencias, el uso de correos electrónicos y de celulares para notificaciones, entre otras cosas—, y del diálogo entre los tres poderes del Estado, que impida que muchos conflictos no judiciales lleguen al ámbito de Tribunales.
Tiene que existir un diálogo con las autoridades de los otros poderes del Estado para evitar esa litigiosidad indebida o que se puede evitar. El Estado es uno y debe trabajar en pos del beneficio de la comunidad y no en su perjuicio”, opina.
—La sociedad descree de la justicia pero judicializa cada vez más sus conflictos ¿La judicialización es una moda?
—Ese es todo un tema y hasta una contradicción: Hay muchas críticas al sistema, pero la gente va y judicializa sus conflictos porque en alguna medida debe confiar en el servicio de justicia. Este año, en la Conferencia Nacional de Jueces —una reunión que realiza todos los años la Corte Suprema de Justicia de la Nación y en la que se plantean los grandes temas del Poder Judicial—, uno de los ítems fue la judicialización o litigación indebida, por qué ocurre y cómo superarla. Concluimos que hace falta diálogo entre los poderes del Estado para lograr que conflictos menores se puedan resolver en otros ámbitos y por otras vías, para que el Poder Judicial pueda dedicarse a los casos complejos.
—¿A qué se debe el incremento en la judicialización de casos?
—Intervienen varios factores: vivimos en una sociedad en la que cada vez hay más conflictos; hay nuevos conflictos y eso ubica al Poder Judicial en la necesidad de elaborar nuevas respuestas. En siglos anteriores no se hablaba del tema ambiental, del derecho de los consumidores usuarios o del derecho a la no discriminación como se habla ahora, sobre todo después de la reforma de la Constitución de 1994. Hablar de daños masivos, de derechos colectivos o acciones colectivas son temas nuevos en nuestro sistema, lo que nos hace prepararnos para afrontar esa realidad. Tenemos que adaptarnos para dar una respuesta justa a la sociedad en tiempo razonable.
—¿El sistema de mediación dio resultado en San Juan?
—La mediación es una vía alternativa que tiene que dar resultados y que debemos seguir avanzando. Debemos pretender mejores resultados a través de un cambio de paradigma, mayor capacitación, mayor información. La gente debe saber que no todo tiene que pasar por Tribunales. No todos los conflictos deben ser resueltos por la vía tradicional del sistema de justicia. Hay mucho que se puede hacer.
—Si hubiera que hacer un ranking: ¿Cuáles son los casos que más se judicializan?
—Los casos de accidentes de tránsito, demasiados; demasiada gente lesionada y muertos, principalmente. Los accidentes de tránsito son un flagelo en nuestro país y de San Juan. También existen muchos conflictos con el Estado. No puede ser que el Estado tenga que hacer 40.000 o 100.000 causas judiciales por año para cobrar impuestos. El ciudadano debe cambiar también su cultura tributaria. Esas causan colapsan la Justicia. Hay que mutar al expediente digital; a tribunales virtuales, para que podamos tramitar esas causas con rapidez.
—¿El Estado entonces también es responsable de este exceso de judicialización?
—Hay judicialización porque a veces no hay diálogo entre los poderes del Estado. No son razonables tantas causas derivadas del sistema previsional. Tantos jubilados que acudan en busca de una solución al sistema judicial. Muchas veces en el sistema de salud hay judicialización. Tiene que existir un diálogo con las autoridades de los otros poderes del Estado para evitar esa litigiosidad indebida o que se puede evitar. El Estado es uno y debe trabajar en pos del beneficio de la comunidad y no en su perjuicio. Que haya diálogo es un desafío.
—Un ejemplo es que desde hace años, todos los gobiernos prorrogan la Emergencia Económica, por lo que hay juicios congelados o deudas impagas ¿Qué pasará cuándo un gobierno decida derogarla?
—Esa es otra fuente de conflictos. Con la crisis del 2001, cuando a la gente no se le permitió hacer uso de su dinero, se originaron una cantidad innumerable de acciones de amparo o medidas cautelares, que hizo desbordar la capacidad de los juzgados para dar respuesta en tiempo razonable. Si un juzgado trabaja razonablemente entre 500 y 1.000 causas al año, cuando le llegan 10.000 ve se desbordado. La media mundial es trabajar 500 juicios por año. Nosotros superamos ampliamente esa media en San Juan, aunque no estamos tan mal como en Buenos Aires o la Nación. Estamos convencidos que el gran paso que tenemos que dar es la incorporación de las nuevas tecnologías.
—¿Con este desborde existe también la posibilidad de una mayor cantidad de causas que son fraudes?
—Hay algunas que hasta llegan cerca del fraude: accidentes laborales, de tránsito…Una película argentina que plantea esa problemática ha sido ahora nominada al Oscar (NdelaR: Carancho, de Pablo Trapero). Hay gente que trata de cometer un fraude aún engañando a los jueces.
—Entre esa gente que intenta cometer el fraude hay abogados…
—Hay abogados, médicos, policías que pueden estar todos involucrados y hasta miembros del Poder Judicial. Es ahí donde tienen que intervenir los Tribunales de Etica profesional porque esto nos hace mal a todos como comunidad; hay que decirlo, y también le hace mal al sistema judicial.
—¿Los jueces deben lograr una mayor capacitación; un mayor conocimiento de, por ejemplo, nuevas tecnologías, para poder detectar estos posibles fraudes?
—Es fundamental: A través del Colegio de Magistrados estamos preparando un trabajo sobre implementación de nuevas tecnologías al servicio de justicia. Nos dimos cuenta que no sólo hay que hacer cambios legislativos, sino adaptarse a la realidad tecnológica del siglo en que vivimos. Por ejemplo, San Juan ya adhirió a la Ley Nacional de Firma Digital para su aplicación en el Estado. En otros países, los juicios duran en promedio 7 meses y aquí 5 años.
—¿Cómo lograron acortar los tiempos?
—Con un cambio de paradigma sobre cómo resolver los conflictos apoyados en las nuevas tecnologías: la video grabación de audiencias, que hace a la transparencia; el conocimiento de cómo funciona Tribunales; el uso de correos electrónicos y de los celulares para notificaciones hace que los tiempos se acorten. Si cualquier chico usa la tecnología, ¿por qué no lo hacemos nosotros? En Brasil han logrado gracias a los tribunales virtuales bajar el tiempo de un proceso que demoraba 780 días a 41. Nosotros estamos muy empeñados en convencer a los poderes del Estado que podemos ofrecer a la comunidad un mejor sistema de justicia.
—¿La burocracia argentina obedece a una escasez de recursos económicos, humanos y edilicios o a una mala distribución de éstos?
—Son varios los factores que obstaculizan el mejor servicio de justicia, pero hay un gran empeño de la Escuela de Capacitación Judicial, del Colegio de Magistrados y de autoridades en tratar de brindar un mejor servicio. Somos conscientes de la mala imagen del sistema a nivel nacional y en las provincias. ¿Por qué? Porque los trámites se demoran más de lo esperado. Las leyes no hacen milagros, deben ir acompañadas con infraestructura, con organismos. Un tribunal virtual necesita un mínimo de personas y tecnología; entonces tenemos que apuntar a eso. No es derrochar el dinero, sino que, como hay recursos escasos, destinarlo a donde mejor provecho podamos darle.
—¿Un tribunal virtual trabaja más cantidad de tiempo o es más eficiente?
—Si los abogados pueden hacer sus presentaciones por Internet y el juez puede trabajar desde cualquier lugar del mundo donde se encuentre y puede dar respuesta a través de una clave, de una firma digital, que da garantía de que él está haciendo las resoluciones, los juzgados pueden trabajar los 365 días del año y las 24 horas del día. Así va el mundo: comercio electrónico, gobierno electrónico. El servicio de justicia debe dar ese paso para avanzar.
—Varias veces Ud. repitió la necesidad de un diálogo entre los poderes del Estado ¿En San Juan se da este diálogo en la actualidad?
—En este momento hay buen diálogo y hay que aprovecharlo para dar respuestas. Cuando se aprende a que tales conflictos se resuelven de tal manera, se impide que sigan llegando conflictos similares. A veces hay tensiones entre los poderes del Estado, pero tienen que ser la excepción. Un ejemplo muy grato para mi fue ver a través de los medios cómo el Ministerio de Salud de la provincia resolvió una problemática de los sumarios a los médicos. Advirtiendo que debía dar el derecho a defenderse aunque fuera una sanción de suspensión menor a 10 días, porque no estaba previsto en la ley 2580, después de salir la sanción de esta Cámara de Apelaciones, el ministro de Salud presentó un proyecto que reformuló la ley. Creo que esa es la forma de trabajar.
PERFIL
Nombre: Roberto Mariano Pagés Lloveras
Estado civil: Casado
Hijos: Cuatro
¿Qué le gusta leer?: “Principalmente lecturas relacionadas con el tema judicial y cuando no leo cosas técnicas, leo novelas judiciales de un autor norteamericano llamado John Grisham, que es un abogado que dejó su profesión para dedicarse a la literatura”.
¿Qué le gusta ver?: “Películas y series relacionadas con lo judicial. Me gustó ver Carancho, porque muestra nuestra realidad”.
¿Qué le gusta escuchar?: “Me gusta trabajar con música durante la tarde, música suave, no muy estridente”
¿Cocina?: “Sí, los asados del domingo. Es mi respuesta a la familia”
Plato preferido: “Pescado, que como cuando salgo a cenar con mi esposa”
¿Cómo le gustaría que lo recuerden?: “Creo que me queda tanto por hacer… Pensando en mis hijos, trato de dejar un mundo mejor”