Pamela Morales y Carla Sambrano, son sanjuaninas que estudiaron medicina en Cuba en el 2008 a través de un programa de becas otorgadas por la “Casa de la Amistad Cubana”. Reconocen que es un sistema exigente donde se prioriza la Educación y la Salud, formando profesionales de primer nivel. No hay estudiantes crónicos, ni feriados, ni paros. La exigencia del gobierno cubano es que una vez recibidas presten servicios solidarios.
—¿Cómo ingresaron?
Pamela.— Me enteré a través de un artículo donde una sanjuanina contaba su experiencia y como había obtenido la beca. Ella se fue por Mendoza, pero figuraba la dirección de la Casa de la Amistad en San Juan. Me contacte con ellos, en ese momento se habían presentado los ofrecimientos para los aspirantes. Se requerían estudiantes varones, pero desde la Casa de la Amistad, insistieron y logré acceder a la beca.
Carla— Yo fui en el 2002, para ingresar en Trabajo Social, pero no pueden ingresar por que no había becas para extranjeros. Regrese, le escribí una carta a Fidel y me contestó invitándome a regresar. La convocatoria estaba, pasaban los años e iba llegar al límite de edad, me decidí y comencé a estudiar medicina.
—¿Qué requisitos les exigen?
Pamela— Se tiene en cuenta el rendimiento escolar, la vocación y especialmente las ganas. La edad es uno de los limitantes por que es entre 18 a 25 años. Es difícil porque hay que bancarse estar lejos de la familia. Pero es una gran oportunidad de estudiar en un país donde la educación y la salud, son excelentes. Todo el día tenemos tarea, además en las universidades los profesores hacen guardias, si te surge una duda mientras estudias a si sean las 11 de la noche o las 3 de la mañana, vos podes ir a consultar.
Carla—Económicamente, también es una gran ayuda. Nosotros, solo pagamos el pasaje hacia Cuba. Desde que llegamos tenemos alojamiento, comida, uniformes, kit de higiene y el pago de una cuota de cien pesos para nuestros gastos, todo lo solventa el gobierno. Yo tengo diabetes ellos se encargan de la atención, sino voy a control me buscan y me notifican que debo presentarme, si no concurro se les avisa a los profesores y antes de la clase me recuerdan que debo ir sino no podré asistir a las próximas clases. Al igual que los medicamentos me los dan gratuitamente, aquí me costaban fortunas.
—¿Y nivel educativo?
Carla—Es excelente, en los primeros meses hacemos un curso de nivelación todos los estudiantes extranjeros. Al ingresar cursamos los tres primeros años en la Escuela Latinoamericana de Medicina, en La Habana luego se nos derivan a otras universidades donde estudiamos con población cubana por ejemplo en Villa Clara. Pero si algún alumno desea permanecer en la La Haban, eleva una nota y si ellos consideran los motivos justificados se queda. Se aprueba con 3 y una buena nota es 5, tienen un sistema de clasificación diferente. Todos los lunes tenemos evaluaciones, las materias son semestrales, no se puede faltar a clases.
Pamela—El sistema educativo es muy estricto, no te queda tiempo ni para pensar que estas lejos. Luego de que desayunas, comienza la jornada con clases con conferencias, la clase de consolidación del tema y el evaluatorio, todos los días. Yo me recibí en una escuela técnica y las materias que tenía en el curso nivelatorio nunca las había visto como biología, química. Fue duro pero aprobé. A medida que vas avanzando, vas teniendo más responsabilidades. En tercer año tenemos prácticas en hospital y clases teóricas. También se nos prepara para dar clases y luego se nos asigna un paciente donde debemos efectuar la historia clínica, con su atención y evolución. Hay actividades optativas como música, arte, tejidos, deportes, que también las hacemos.
—¿Deben tener buen rendimiento?
Pamela—Rendimos un ordinario, un extra ordinario y el universal. Si desapruebas una materia repites el año y dejas la carrera de medicina. No regresas, te dan la oportunidad de seguir estudiando, otra carrera como kinesología o enfermería. Solo se descansa en las vacaciones, no hay feriados, ni paros.
—¿Toda la población puede acceder al mismo nivel de atención?
Pamela—Los hospitales tienen todos el mismo nivel y accede cualquier persona. Lo que hay es un sistema muy organizado con nivel primario secundario y terciario. Hay un consultorio para familias que habitan en una determinada cantidad de manzanas, eso está especificado. Este es el nivel primario. El médico vive en la planta superior y esta a disposición de los pacientes a cualquier hora. Si este profesional, no puede resolver la patología por su complejidad se lo deriva a un centro de atención mayor, de nivel secundario, si es más grave va al hospital, es el nivel terciario. En todos los centros cubanos hay aparatología para hacer estudios de alta complejidad y cirugías. No hay medicna para ricos y otra para pobres, es para todos igual. Los profesionales están a disposición de la gente a toda hora y eso se nos dice constantemente, somos servidores de salud y no importa cual sea la condición del paciente.
Carla—No falta nada y la población recibe todo, se pueden hacer muchas críticas pero el gobierno priorizó la salud y la educación, eso se nota. Me parece una excelente elección. Todos los tratamientos, operaciones y medicamentos para la comunidad son gratuitos. Los ancianos tienen una buena contención y reciben medicamentos, para patologías de tratamientos prolongados en forma gratuita, aquí en la Argentina muchos ancianos quedan sin tratamiento por no tener recursos. Son muy estrictos en la medicina preventiva, todos los estudiantes tenemos controles médicos, debemos vacunarnos, les interesa tener una población sana.
—¿Visitaron los hospitales locales?
Pamela—Estuve en el Hospital Rawson, me llamó la atención la gran cantidad de gente. Está colapsando el lugar. En los centros de salud y los hospitales en Cuba, eso no puede pasar. En las guardias el personal esta capacitado para derivar a cada caso a la especialidad correspondiente con los datos que aporta. Esto ayuda a trabajar más rápido, la gente debe tener atención inmediata.
—¿Y el salario de los profesionales?
Pamela—No lo conozco en profundidad, pero los médicos ganan un poco mejor que otros trabajadores, se les dan algunos incentivos, pero no perciben sueldos como en la Argentina.
—¿Han notado muchos cambios entre el gobierno de Fidel al de Raúl Castro?
Carla— La gente accedió a tecnología que antes no tenía como computadoras, celulares, el gobierno les ayuda a renovar electrodomésticos como microondas, freezers, entre otros.
—¿Se les permite salir de la isla libremente?
Pamela— Si, tenemos que avisar por que debe respetarse el sistema de becarios, ellos son responsables de nuestra persona, pero nunca hemos tenido problemas. Cuando nos quedamos en las vacaciones, nos entregan un pase y podemos recorrer todo el país alojándonos y comiendo en las diferentes residencias universitarias. El fin de semana podemos ir a bailar, si no hay que estudiar por supuesto. La gente es muy hospitalaria y te invita a su casa, sin problemas. Nosotros somos estudiantes, no tenemos inconvenientes solo agradecimiento a un país que nos dio una gran oportunidad de formarnos profesionalmente con un nivel excelente, aquí no podíamos hacerlo por no teníamos recursos económicos.
Carla— Lo único que nos exigen es que realizemos tareas solidarias, pensemos primero en el paciente y su salud, antes que en la retribución económica. La mayoría de los chicos que se reciben durante algunos meses participan en operativos como “Médicos sin fronteras”, operaciones gratuitas de labio leporino, vacunación.
Nota publicada en El Nuevo Diario el 3 de octubre de 2008.