Ricardo Durlach: "Uno de cada diez pacientes se infecta en un hospital"

El director del hospital Alemán, Ricardo Durlach, indicó que el 11,3% de los pacientes internados en Argentina se infectan por intervenciones hospitalarias. El nivel es el doble que Inglaterra y la mitad que en Sudáfrica. Cómo es la situación de San Juan.

Que una persona llegue a un hospital para operarse y se infecte con bacterias presentes en el propio nosocomio o en las manos de los médicos, no es algo raro en ningún país del mundo. Por el contrario, en Argentina, hay 11 mil camas de hospital ocupadas por pacientes que se enfermaron durante su estadía en el centro asistencial. Esta realidad que no es sólo nacional, llevó a que la prevención de infecciones intrahospitalarias se convirtiera en una materia básica en la administración de la salud.

Una de las autoridades más reconocidas en el país en prevención de enfermedades institucionales, el director del hospital Alemán y actual presidente Instituto Técnico para la Acreditación de Establecimientos de la Salud (ITAES), Ricardo Durlach,  brindó una conferencia y un taller en el salón del Concejo Deliberante de la Capital de San Juan. En diálogo con El Nuevo Diario, evaluó la situación del sistema de salud local y brindó las claves para limitar los índices de contagios.

—¿Cómo se detecta la infección hospitalaria?
—Las infecciones hospitalarias se estudian hoy bajo el nombre de “enfermedades asociadas al cuidado de la salud”. Son un efecto indeseable que ocurre cuando un paciente va al hospital para resolver su problema y resulta que sin desearlo, se le agrega una infección tipificada como intrahospitalaria.

—¿Cuáles son los tipos más comunes?
—Las infecciones asociadas a dispositivos que el paciente necesita para obtener su curación. Están concentradas donde están los pacientes graves como en terapia intensiva. Pueden ser de cuatro tipos: hematomas asociados a catéteres endovenosos; infecciones urinarias asociadas a sondas vesicales; neumonías asociadas a respiradores mecánicos e infecciones que surgen en el ciclo quirúrgico.

—¿Qué niveles de contagio tenemos en nuestros hospitales?
—Este año hicimos una encuesta en Argentina a través de un sistema de medición internacional. Indicó que  tenemos 11,3% de infecciones intrahospitalarias en todo el país, promediando provincias y Buenos Aires. Esto significa que cada 10 pacientes que están internadas, hay más de uno que está cursando una infección hospitalaria.


LA SITUACION DE SAN JUAN
En nuestra provincia aún no existen estadísticas sobre infecciones hospitalarias. Pero ya se está trabajando en la recopilación de datos en las áreas más expuestas. La médica infectóloga Rosita Contreras y la enfermera epidemióloga Marcela Arancibia, forman parte del equipo del hospital Marcial Quiroga que trabaja en el adiestramiento del personal a fin de afinar pautas de prevención. La directora del nosocomio, Susana Rudaeff calcula que tardarán entre 6 meses y un año en  evaluar los niveles de infección intrahospitalaria.
Mientras tanto, la institución está invirtiendo en la capacitación del equipo y en la educación de toda la planta médica a fin de que se cumpla con un protocolo de acciones estipuladas para cada intervención (como el uso de guantes, lavado de manos permanente del personal médico con alcohol 70 pasos para colocar sondas y catéteres, uso de antisépticos). Precisamente este centro fue el que propició el dictado del taller de Ricardo Durlach en San Juan, por iniciativa de Rudaeff, junto con la gerente técnica del hospital Rawson, Marta Torrado.
El director del hospital Alemán habló sobre lo que observó en su paso por los dos establecimientos públicos de salud más grandes de la ciudad, y por algunas clínicas privadas.

—¿Cómo se está trabajando en San Juan?
—Muy bien. Si estamos en San Juan es porque hay gente que viene haciendo esto, que viene trabajando muy bien. La calidad de los médicos a cargo de centros de salud pública es muy alta y veo que están muy actualizados e interesados en aplicar todas las pautas establecidas.

—¿Qué significa este dato a nivel internacional?
—Respecto a países de Gran Bretaña tenemos el doble de casos. Dependiendo si hablamos de Irlanda, Escocia, Inglaterra y Gales, allí se manejan niveles entre el 5 y el 11%. Pero la misma metodología de medición se está utilizando en Sudáfrica y allí nos duplican a nosotros. Las condiciones tienen mucho que ver con el resultado.

—¿Cuantos pacientes representan el 11,3%?
—Hay 150 mil camas en el sistema de salud nacional. Hoy hay 100 mil pacientes internados y 11 mil de ellos, están cursando una infección hospitalaria. En argentina, por cada 10 camas, hay una que está ocupada por un paciente que debería estar en su casa. Esto no es un tema menor. Porque aumenta la morbilidad (ocasiona una segunda enfermedad; aumenta la mortalidad y aumenta los costos de salud directos e indirectos.

El eje en la capacitación
—¿De qué depende que se bajen los niveles de contagio?
—De todo aquello que haga el hospital para brindar la máxima seguridad al paciente. Nadie en el mundo tiene esa cifra en cero, todos tenemos entre 5 o 10 neumonías cada 1.000 pacientes a los que se les está haciendo una aspiración de pulmón. Por suerte o desgracia, esto no es un tema de dinero porque lo más importante a la hora de bajar la tasa de infección hospitalaria es educar a la gente. Y probablemente el único costo que no está considerando la Nación es el de educar a enfermeros para que se dediquen a hacer prevención.

—¿Existen procedimientos estipulados?
—La técnica es la vigilancia. La metodología es universal. No hay que hacer nada diferente a lo que se está haciendo en todo el mundo. Los agentes causales y las formas de evitarlos son los mismos en Tailandia que en Buenos Aires. Prevenir es algo tan simple como mantener la limpieza en el área alrededor de la cama del paciente. Las medidas a tomar se reducen al hábito de la higiene de manos en el personal. Debe ser permanente y no alcanza con agua y jabón. Por otro lado, vigilar que los catéteres estén el mínimo tiempo posible en los pacientes, cuidar la limpieza en el quirófano y suministrar los antibióticos al paciente. La disciplina no es algo que pueda medirse. Pero la capacitación sí.

 

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"Esto no es un tema de dinero. Lo más importante a la hora de bajar la tasa de infección hospitalaria es educar a la gente. Y el único costo que no está considerando la Nación es el de educar a enfermeros", afirmó Ricardo Durlach.