Belén Coria: "Trato de desmitificar un poco el "no tengo una teta, estoy pelada, tengo cáncer"

Hace más de cuatro meses, a la exlumnista de A Media Mañana le dijeron que tenía cáncer de mama. El diagnóstico era complicado, tuvieron que hacerle una mastectomía y empezó quimioterapia. . Creó un blog en Facebook, donde relata lo que va viviendo, sus motivaciones y sus bajones.

“Tengo miedo, pero la curiosidad, las ganas de vivir pueden más”, dice Belén Coria en su página de Facebook “Blog de Bencha”. Hace más de cuatro meses lucha contra un cáncer de mama y desde la red social relata sus experiencias, pensamientos y emociones. Tal vez sea por la simpleza y la sinceridad con la que escribe cada uno de sus relatos, que ya tiene más de mil seguidores y hasta se puso en contacto con personas de otros países.

Belén tiene 36 años, un hijo de seis y está divorciada. Una de sus pasiones es la pintura, además fue una de las co-conductoras del programa A Media Mañana y trabaja en Canal 8. Cuando le dieron su diagnóstico le dijeron que tenía un carcinoma invasivo, grado tres. “Esforcé la máquina hasta el último y de repente cáncer, con 36 años, con un niño chiquito y con todas las ganas de hacer mil cosas”. Aunque el miedo siempre existe cuando se trata de una enfermedad, ella eligió hacer de este momento su “oportunidad para aprender a vivir”.

Hace un par de semanas, en la cena anual de la Fundación Sanatorio Argentino, tuvo un rol especial. Invitada por su médico, Carlos Alberto Buteler, que es el presidente de la fundación, subió al escenario dar su testimonio. Ahora, en una entrevista con El Nuevo Diario, Belén cuenta cómo vive su enfermedad y los proyectos que tiene en esta nueva etapa de su vida.

-¿Cómo y cuándo te detectaron la enfermedad?
-El 16 de mayo me operaron y la enfermedad me la detectaron el 10 o el 12. Fue todo muy rápido. En diciembre me hice una mamografía y me salió bien. Pero entre enero y marzo me apreció un bultito en la mama derecha, que de repente se convirtió en un “bultazo”. Me metí al quirófano y recién después me contaron que me habían sacado toda la mama porque tenía dos tumores malos y había hecho metástasis en los ganglios. Ahí me dijeron que me tenía que hacer quimioterapia. Estaba con mi hermana, la tomé de la mano y yo lloraba.

-¿Cómo te sentiste cuando te dijeron lo que tenías?
-Al recibir el diagnóstico fui sola porque uno piensa que estas cosas le pasan a los demás. Yo pensaba “bueno, me van a sacar un tumorcito”. Y no, me dijeron que era un carcinoma invasivo, grado tres, súper agresivo. Salí de la clínica, lo quería llamar a mi papá y no podía marcar. Mi médico me abrazó y me dijo “la vamos a pelear”, pero que me dijera eso y no “va estar todo bien” fue fuerte.

-A tu hijo, ¿cómo le contaste que estás enferma?
-Él sabía que yo tenía “la pelota” y cuando me operaron le dije que me iban a sacar la pelota. Después me preguntó por mi enfermedad y le dije: “se llama cáncer y me van a hacer un tratamiento que se llama quimioterapia. Hay días que voy a dormir mucho y se me va a caer pelo”. A los niños no hay que ocultarles nada, son más sabios que uno.

-¿Tenés antecedentes en tu familia?
-No y somos muchas mujeres. Yo fui la primera y bueno, me tocó. No creo en Dios y no pienso que Dios me mandó esto. Creo que mi cuerpo me venía dando algunas señales y yo no le daba pelota. Esforcé la máquina hasta el último y de repente cáncer, con 36 años, con un niño chiquito y con todas las ganas de hacer mil cosas.

-¿Cómo surgió la idea de hacer el blog en Facebook?
-Yo soy muy noctámbula y no soy de rezar, tampoco tenía ganas de leer porque es típico que te digan “lee esto”, libros de curación o de la relación cuerpo mente. Una noche, en mi casa, me puse a escribir la primera publicación. Empecé diciendo que siempre pensé que quienes escribían un blog tenían cosas interesantes para decir y yo sentí que tenía cosas para decir.

-¿Qué repercusiones ha tenido?
-Impensadas para mí. Empecé el blog pensado “me van a seguir mis tías, mis primas y mis viejos”. No lo hice con la intención de tener seguidores pero fue tal la respuesta de la gente, que me dieron ganas de seguir escribiendo. Ahí me doy cuenta cómo las personas necesitan un lenguaje simple, que se diga “tengo cáncer, me falta una lola, me quedé pelada, tengo miedo de morirme porque tengo un hijo de seis años y lo quiero ver crecer, hoy estoy feliz, hoy estoy mal”. Ya tengo más de mil seguidores, me escribe gente que no conozco y también hay muchos hombres que comentan. Al final mi terapia terminó siendo el blog.

-¿Qué te da fortaleza?
-Yo misma. Todo el mundo me dice “por tu hijo” pero siento que primero es por mí. Si yo no tengo ganas de vivir, no sirve hacerlo por nadie. Quiero escuchar música, bailar, a lo mejor tener otro hijo; reírme, trabajar, estar con mis amigas.

-¿Cómo ha cambiado tu vida la enfermedad?
-La noche en el hospital (después de la operación) yo lloraba. En los programas de la televisión lo único que veía eran las lolas de las mujeres. Lloraba y pensaba “¿cómo tendré?, ¿qué voy a hacer?, me puedo morir” y dije “no, ésta es mi oportunidad para darme cuenta de un montón de cosas”. Esa noche velé y enterré la lola. Para la cabeza me compré 450 pañuelos y no usé ninguno porque no tengo nada que ocultar ¿por qué una mujer no puede estar pelada?

-Esa misma noche te despediste de lo que habías perdido.
-Es una teta, no nos volvamos locos. Pero es muy traumático, las primeras veces no me quería ver. Además, las mujeres con las que he charlado sufren más por la caída del pelo que por el diagnóstico. Hay chicas que no tienen medios y se gastan diez mil pesos en una peluca. Por eso el blog también me inspira a decirles a las mujeres que no pasa nada si no tenés una teta o estás pelada, igual sos linda. Se habla mucho de la prevención del cáncer de mama pero no de cómo como lidiar con el tema pelo.

-Vos elegiste no esconder tu pelada.
-Me han pasado cosas por estar pelada. Fui a Mendoza de paseo, porque viví ahí muchos años y con una amiga fuimos al Mendoza Fashion Week. Ahí me vio una productora de modas y me llamaron para hacer una producción para una revista de Chile. Con pelo yo hubiera sido una más.

-No te ponés en el lugar de una víctima.
-No. No es que esté todo el día “que suerte que tuve cáncer, mirá todo lo bueno que me pasa”. Mentira. La mitad de mi guardarropa no me lo puedo poner, tengo 36 años y estoy menopáusica, es un bajón quedarse pelada, son un bajón los dolores, estoy re débil físicamente y la quimio es otra entrevista. Y muchas veces he tenido miedo, conozco una chica que empezó igual que yo y después se le hizo metástasis en los huesos. Trato de pensar que a mí no me va a pasar. Convengamos que uno dice cáncer y es muerte, yo uso la palabra para hacer chistes. Tengo ese humor y trato de desmitificar un poco el “no tengo una teta, estoy pelada, tengo cáncer”.

-¿Cuál es tu miedo más grande?
-Morirme, que mi hijo se quede sin madre. El dolor físico uno lo supera, el pelo crece,  te comprás otra lola o te operás y al que no le guste, que no me desvista. Soy más que un par de lolas y no dejo de ser sexy. Trato de verle la parte positiva porque a todos, como decía mi abuela, nos agarra la vida. Yo pensé que había sido mi divorcio pero no, me tenía preparado esto. Y a lo mejor después me pueden pasar otras cosas, así que yo disfruto.


EL BLOG DE BENCHA
Este es uno de los artículos que Belén publicó en su página www.facebook.com/blogdebencha

Hoy leí un artículo titulado "Cómo seguir siendo mamá después del cáncer de mama". Muy bueno.
No me considero (aún) una sobreviviente del cáncer así que puedo contarles cómo ser mamá durante el cáncer de mama.
Te duele todo. Los abrazos pasan a ser suaves y calculados. El cuaderno de comunicaciones del colegio, bien gracias, ni me entero. Las meriendas pasan a ser "lo que haya". El baño nuestro de cada día, pasa a ser el baño cuando se pueda. ¿Quiere meterse a la pile un día de viento zonda a las 20 hs? Métase!

¿Quiere dormir en la cama con mamá esta noche? Venga!
"Mamá está muy cansada y necesita dormir...por favor hijo, jugá aquí a mi lado en la cama hasta que despierte".
"¿Querés chocotorta? Ya mismo al súper a comprar elementos!!"
Cuesta menos mimarlo, cuesta más contenerlo.Cuido permanentemente que no perciba mis estados de ánimo negativos.
Cuando voy a buscarlo al colegio, las pocas veces que puedo, para él es una verdadera fiesta.
Las palabras "cáncer", "teta enferma", "quimio", son moneda corriente en nuestras charlas.
Lo miro dormir en este momento y creo que nunca valoré tanto el ser mamá. Quiero verlo crecer. Definitivamente.
Tengo cáncer de mama.
NO cáncer de mamá.
Las mamás con cáncer somos unas grosas. Llenas de miedos y mirando casi con pena a nuestros hijos. Pena de sólo pensar que existe una posibilidad tangible de que crezcan sin nosotras a su lado. Y terror de no acompañarlos en el camino.
Y a pesar de esos miedos, les aseguramos que nada pasará, que la mamá es para siempre, que "acá no pasa nada".
Así es ser mamá con cáncer. Miedosa, valiente, llorona, voluntariosa, sobreprotectora, permisiva, poco respetuosa de las rutinas y lo que se considera correcto en cuanto a horarios, alimentación y asistencia escolar.
Es vivir en cámara lenta, dentro de un sueño, en el que hay que seguir ocupando un rol...EL rol...
Sólo espero que ni se acuerde de esto. Que su único recuerdo de esta época sea: "Mi mamá me hacía chocotorta cada vez que yo quería, qué loca!"
Y que la palabra cáncer salga para siempre de su vocabulario. Y del mío.
DISFRUTAR A JUAN. No se me ocurre otra manera.




NOTA PUBLICADA EN EL NUEVO DIARIO EL 3 DE OCTUBRE DE 2014

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Mamá por siempre. Belén Coria sostiene que tiene cáncer de mama y no cáncer de mamá, que disfruta a su hijo y que espera que de esta época, sólo Recuerde las chocotortas.