Calingasta: la historia del primer hotel y el misterio del Mariscal Tito

Fue el primer hotel construido por Aldo Cantoni en 1928. Actualmente se conserva, con piedras con petroglifos que adornan la fachada.

Es un clásico indiscutido de Villa Calingasta y es el primer hotel que construyó en la zona Aldo Cantoni. El antiguo edificio, sobre Ruta 406 Alto Calingasta, fue construido en 1928 cuando también se hacía la Ruta 12. Dicen que allí estuvo el Mariscal Tito, quien después fue presidente de Yugoslavia.

El edificio del Hotel Calingasta se mantiene intacto, con las grandes piedras con petroglifos que “adornan” la fachada y que según contó Elio, el nieto de Aldo Cantoni, fueron encontradas cuando se realizaban las excavaciones en la obra de los cimientos del hotel. Claro que para entonces no había leyes de protección del patrimonio histórico y los constructores creyeron que era una buena forma de mostrar y mantener esos antiguos mensajes grabados en piedra por los aborígenes de la zona.

Eran épocas de oro en Calingasta. Los hermanos Cantoni habían incentivado el cultivo de la manzana y la producción de sidra y calvados, productos que hicieron famosa a San Juan por su calidad, no sólo en el país sino también en el exterior. Se decía en el pueblo que en cada casa había alguien que trabajaba para los Cantoni, ya sea en plantaciones o en las bodegas y destilerías.

“Mi abuelo Aldo Cantoni construyó ese hotel, siempre fue pensado como hotel porque la casona familiar está más hacia la villa, enfrente hay una plazoleta en homenaje a los Cantoni. El hotel es de la época que construían el camino a Calingasta porque había que darle alojamiento a los ingenieros y jefes de la obra”, dijo Elio a Destino San Juan.

El camino se comenzó durante la primera gobernación de Federico Cantoni, en 1926, y según los datos aportados por la actual propietaria, Cristina Valerio, el edificio antiguo es de 1928.

En el predio funcionaba el correo y también una usina que daba luz a todo el pueblo, mientras que el agua provenía del canal que pasaba por costado de la ruta.

Elio contó que pasó los mejores años de su infancia en esa zona. “Éramos los mimados de todo el pueblo y me acuerdo de las épocas en las que se fabricaba la sidra y el calvados que se destilaba en alambiques de Francia. Pero además había ganado, alfalfa, había trabajo para todo el pueblo. Lo bueno de los Cantoni es que siempre apostaron al campo, a la producción primaria, y daban mucho trabajo, como lo hicieron con la Azucarera de Cuyo, que los intereses económicos de los tucumanos hicieron caer”.

Agregó que su abuelo Aldo era presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y también era el médico de varios artistas de Buenos Aires (en los años en lo que fue senador de San Juan) a quienes invitaba y traía a Calingasta, que siempre fue un valle soñado. “Gracias a Aldo mucha gente conoció Calingasta y llegó mucho turismo internacional. En ese hotel estuvo alojado Francisco Canaro (compositor de tangos, violinista y director de orquesta) y otras personalidades muy famosas, pero eso no quedó asentado en la historia”, señaló Elio.

Las versiones del Mariscal Tito en Calingasta

Los Cantoni siempre aseguraron que Josip Broz, quien después fuera el Mariscal Tito, expresidente y el gran trasformador de Yugoslavia, trabajó en la construcción del camino a Calingasta y estuvo hospedado en el hotel.

“En la construcción de la ruta había muchos polacos y yugoslavos y entre ellos estaba el Mariscal Tito que fue refugiado por Cantoni. Había llegado a la Argentina huyendo porque había escapado de la cárcel en su país. Después volvió a su patria y se convirtió en el Mariscal, hay una historia que cuenta que Federico Cantoni se lo encontró en Rusia cuando era embajador”, contó Elio.

Los detractores de estas versiones señalan que Josip Broz jamás estuvo en San Juan y que se trata de una leyenda ya que no hay ningún documento que de sustento a esta historia. Pero no sería este un argumento suficiente para negar que Tito se hubiera refugiado en San Juan (también hay historias que lo ubican en Buenos Aires con otro nombre), ya que si el hombre estaba huyendo es absolutamente razonable que se presentara con otro nombre.

“Los comentarios aseguran que estuvo acá y es una historia pasada de boca en boca que Tito era un obrero como cualquier polaco o yugoslavo”, aseguró Elio.

En el ensayo realizado por Alejandra Estefanía Kaluza, “El Mariscal Tito y la construcción de una identidad yugoeslava en la provincia de San Juan”, se analizó el tema.

“Los yugoslavos se trasladaron a la provincia de San Juan para ser empleados en obras de construcción. Durante el periodo analizado se habían emprendido obras de gran envergadura, como el mencionado Parque Rivadavia y la construcción del camino a Calingasta. Este, considerado como ‘una de las grandes obras viales del país, tanto por su longitud (135 km) como por los detalles de su construcción’. Como explica Ana María García, los obreros enfrentaron grandes desafíos al abrir camino entre las montañas, si tenemos en cuenta los recursos técnicos de la época. En estas labores llevadas adelante en la provincia nace la memoria colectiva de Tito en San Juan. Según lo relatan los entrevistados Josip Broz, que para entonces era gremialista metalúrgico asociado al partido socialista, estuvo empleado en las obras de construcción de caminos.

Los yugoslavos entrevistados, como la señora Francisca Bric, afirmaron que sus padres trabajaron conjuntamente con Broz: ‘Mi padre trabajó en la construcción del camino a Calingasta y estuvo con Tito porque él estaba con los Cantoni’.

Sin embargo cuando se les preguntaba si alguna vez durante su infancia se cruzaron con este personaje, todos negaron la posibilidad de haberlo visto, de haberlo hospedado en sus hogares o tener siquiera alguna fotografía o carta de Broz dirigida a sus padres. Esto, sin embargo, no significa necesariamente que la historia de Tito sea sólo producto de una errónea reproducción oral. Es de esperarse que si el mariscal se escondía en estas tierras, como afirman los entrevistados, rastrear pruebas contundentes de su llegada sea una ardua tarea que incluso pueda nunca dar sus frutos.

Ursulina Cantoni en su libro “Federico Cantoni hacedor del San Juan del Siglo XX”, expone “[…] No es fácil encontrar en San Juan a alguien que ubique exactamente en el mapa a la tierra conocida genéricamente como Yugoslavia, y sepa por qué hubo siempre guerra allí. Tal vez si se supiera que la historia del Mariscal Tito, el líder que evitó hasta su muerte el conflicto que estalló en los últimos años, se relaciona íntimamente con San Juan, las noticias de horror en Kosovo, no serían tan ajenas […].”

El hotel, hoy

A la hermosa arquitectura del edificio antiguo se sumó un sector de cabañas con piscina y parque rodeado de sauces, que administra Cristina junto a su hijo Renato.