Departamento Calingasta


Una gran extensión

Con 22.589 km2 de superficie, Calingasta es el departamento de mayor extensión de la provincia. Está ubicado en el sector oeste de San Juan y limita al norte con el departamento Iglesia, al este con Ullum, Zonda y Sarmiento, al sur con la provincia de Mendoza y al oeste con la República de Chile. Posee una población de 8.588 habitantes, según datos provisorios del Censo 2010. Entre 2001 y 2010 la población de este departamento creió un 5 por ciento, ya que en 2001 los habitantes sumaban 8.176. Su villa cabecera es la localidad de Tamberías.

Distancias:
San Juan a Calingasta:

175 por Ruta 414 - Quebrada de las Burras.
San Juan a Barreal: 219 por Ruta 414 - Quebrada de las Burras.

Calingasta a Barreal: 39 kms

Calingasta a Castaño Nuevo: 45 kms

Calingasta Castaño Viejo: 60 kms

Calingasta a Hilario: 17 kms

Calingasta a Pachaco: 42 kms

Calingasta a Puchuzún: 38 kms

Calingasta a Quebrada de las Hornillas: 133 kms

Calingasta a RNE El Leoncito: 73 kms




Al pie de la Cordillera

En el departamento se distinguen tres paisajes: de este a oeste, la Cordillera de los Andes (donde se ubican las cordilleras de Ansilta y La Ramada); el valle de Calingasta-Barreal, con dirección norte-sur, y la precordillera. En el invierno, la alta cordillera recibe precipitaciones nivales. Calingasta posee la fauna característica de las zonas andinas: cóndores, guanacos, zorros, piuquenes, coipos y ñandúes. La flora está representada por jarillas, retamos, molles, acerillos, tomillos y ajenjo.


Formas de vida

La mayor concentración de habitantes está en las localidades de Tamberías, Barreal y Villa Calingasta. El resto de la población se encuentra dispersa en pequeños asentamientos. Aquí se observa una tendencia a la migración hacia el Gran San Juan. Muchos jóvenes dejan el distrito en busca de oportunidades laborales o educativas.

En general, la población del departamento es de tipo rural. Sus actividades están ligadas a la explotación agrícola –ganadera.


Actividades económicas

El departamento tiene una superficie cultivada de 5.033 hectáreas, abastecidas íntegramente con red de riego. De ellas, el 38% está representado por explotaciones forestales, el 24% por plantaciones de frutales y el 16% corresponde a las hortalizas (dentro de las cuales se destaca el ajo). En menor proporción les siguen las pasturas, vides, aromáticas y cereales. Los pastizales calingastinos permiten el pastoreo del ganado, especialmente caprino.

La minería es otra de las actividades importantes en el departamento. Allí se explotan recursos como los sulfatos, la bentonita y el cobre. En Calingasta se encuentra El Pachón, un proyecto minero que promete explotar la riqueza cuprífera de la zona.
 

Servicios

Calingasta cuenta con una oferta educativa compuesta por los niveles inicial, medio y Superior No Universitario. El departamento también dispone de escuelas-albergue, provistas con comedor escolar. Por constituir una zona de frontera, el distrito tiene una delegación de Gendarmería Nacional: el Escuadrón Nº 26 de Barreal.
Tamberías aloja a la sede municipal y cuenta con una central termoeléctrica que provee energía a los distintos asentamientos de Calingasta.

El departamento cuenta con agua potable en la mayor parte de su territorio y dispone de señal de radio y televisión.

Tamberías

En la villa cabecera del departamento la vida gira alrededor del río Los Patos. Una gran cantidad de parcelas cultivadas, canales de riego y dispersos grupos de casas conforman su paisaje agrario. Las aromáticas, las alamedas y los árboles frutales, entre los que se distinguen los manzanos, imprimen su color a la villa.
El otoño trae a este paraje la llegada de grandes bandadas de piuquenes, que eligen los pastizales e inmediaciones del río Los Patos para pasar la estación. Las aves dieron nombre a una de las fincas más conocidas de la localidad. En “Los Piuquenes” habitan más de 300 de estos pequeños gansos. La visita a la propiedad de la firma Aymaré es una de las actividades favoritas de las familias que viajan hasta el pueblo. En el verano, la tradicional Fiesta del Ajo convoca a una importante cantidad de personas que llega para compartir el aprecio por los frutos de la tierra calingastina.


Villa Calingasta

Con sus casi 6000 metros de altura, las cordilleras de La Totora y de Ansilta sirven de marco a la villa de Calingasta. Ubicado a 135 kilómetros de San Juan, el pueblo invita a descubrir sus cerros y alamedas, en un contexto marcado por la presencia del río de Los Patos y la Sierra del Tontal.
La localidad es punto de partida para numerosas excursiones. La expedición a los ríos de Los Patos, Castaño y La Alumbrera es una de las más practicadas. Los pescadores llegan en busca de codiciadas especies, como la trucha arco iris, la trucha criolla, el bagre amarillo y el otuno.

- Arqueología y tradición
La villa Calingasta posee dos museos que permiten descubrir la historia y expresiones culturales de los pueblos que habitaron la región. En la Unión Vecinal de Calingasta se encuentra el Museo Arqueológico, que exhibe diferentes elementos de gran valor cultural. Una momia de más de 500 años, numerosas piezas líticas, cuentas de collar, vasijas de cerámica, tejidos decorados y cuchillos de piedra son algunas de las riquezas del sitio. La Colección Cora Esquivel es el otro punto de interés y se ubica frente a la Plaza Patricias Sanjuaninas. Este museo está dedicado a la historia regional y conserva figurines de moda de 1825, fotos antiguas y elementos de uso cotidiano de los antiguos pobladores del lugar.

- Sabores de la naturaleza
La villa de Calingasta es centro de producción de los más exquisitos sabores cordilleranos. Las bondades de la tierra y el benéfico clima de la zona se combinan para permitir el cultivo de distintas frutas y, especialmente, de las manzanas más jugosas del país. La reconocida calidad de la fruta no sólo ha promovido su extendida comercialización sino también el desarrollo de la industria sidrera. Además, los trabajadores del rubro tienen su premio cada mes de abril, con la tradicional Fiesta de la Manzana Calingastina.

- La centenaria capilla
Uno de los mayores atractivos históricos de Calingasta es la antigua Capilla de Catalve. La parroquia fue construida por las órdenes jesuitas en el año 1739, como parte de las 11 históricas doctrinas que mandó a erigir Don Juan Pérez de Espinosa, Obispo de Santiago de Chile. Con el objetivo de convertir al cristianismo a los indígenas de Cuyo, a la parroquia se le encargó una importante misión: introducir la civilización española en América y lograr una progresiva integración cultural. Hoy el templo exhibe elementos típicos de la religión católica al tiempo que guarda valiosas huellas de antepasados indígenas. La arquitectura de la Capilla se caracteriza por su única, angosta y prolongada nave. El espacio interior es rectangular y el pórtico se encuentra enmarcado por tres distinguidos arcos. El techo está hecho de tirantería de madera y sobre ella se apoya el cañizo y una cubierta de barro y paja. Los muros son de adobe y se asientan sobre cimientos de piedra. Están revocados con barro y pintados a la cal.


Barreal

Con un clima excepcional, una importante infraestructura hotelera y una increíble belleza natural, Barreal se ha convertido en la capital turística de Calingasta. La fuerza de la cordillera, la tranquilidad de las calles con sus doradas alamedas, los sonidos de las aves y el perfume de los numerosos cultivos y aromáticas conforman un escenario encantador.

Barreal es el lugar de descanso preferido por la familia sanjuanina, pero también por cientos de jóvenes que cada año eligen la villa para pasar sus vacaciones.
Por su completa oferta de servicios, Barreal es el mejor punto de partida para conocer otros puntos turísticos del departamento, como la Pampa El Leoncito o el Cerro Alcázar. Los más aventureros pueden realizar expediciones al Valle Colorado, a las cumbres del macizo de La Ramada o a la gran Cordillera de Ansilta. El valle del Río Blanco, reconocido por su abundancia de trucha arco iris, es otro atractivo para los aficionados a la pesca deportiva.

- Paraíso cordillerano
El pueblo ofrece diversas posibilidades de hospedaje. Los visitantes podrán alojarse en hoteles, cabañas y posadas. Otra opción es el camping municipal, donde el turista podrá disfrutar de diversas comodidades como la pileta de natación.
Caminatas, cabalgatas y paseos en bicicleta son algunas de las actividades más realizadas en la villa. Los amantes del turismo aventura encontrarán la diversión unos kilómetros más arriba, en la alta cordillera. Trekking, rafting, travesías 4x4, enduro, escaladas y pesca en los ríos son los deportes que más se practican en la montaña calingastina.

- Circuitos sorprendentes
Amantes de la fotografía, la geología y la naturaleza no podrán dejar de visitar dos importantes atractivos de Barreal. Sobre la margen oriental de la Ruta Provincial Nº 412, se ubica la Cuenca Triásica de Barreal. Se trata de una secuencia de estratos de tobas y areniscas con particulares formas y colores. La estructura exhibe los plegamientos y fracturas ocasionados por antiguos movimientos tectónicos. Además, la riqueza mineral del lugar permite observar los yacimientos de bentonita o contemplar las rocas que aún conservan la flora del período.
A través de una huella minera, se accede al área de los Cerros Pintados que, con la policromía de sus areniscas y piedras calizas, ofrece un escenario asombroso.


Villa Nueva

A unos 35 kilómetros al norte de Calingasta, se encuentra la localidad de Villa Nueva. Por sus condiciones para el descanso, este pueblo se ha convertido en los últimos años en destino turístico departamental. En la villa proliferan las mentas, los manzanos, y los durazneros. Los nogales y los extensos bosques de álamos se suman para renovar el aire y embellecer el paisaje. Las calandrias y los zorzales son algunas de las especies que componen la fauna del lugar. El canto de los pájaros se confunde con el zumbido del aserradero local: en esta localidad se fabrican los cajones de embalaje de las frutas que se producen en todo el valle.

- Opciones para el turismo
En Villa Nueva, el alquiler de caballos permitirá recorrer, con la compañía de los baqueanos de la zona, atractivos parajes cordilleranos. La práctica de la pesca es otra de las actividades favoritas del lugar. Los sitios elegidos para este deporte son: Timbirimbas, Retamal, el río Castaño, la unión de los ríos Atutía y San Francisco y por último Guanaqueros, donde también se puede acampar.
La villa cuenta con una sola pensión. El hospedaje es de tipo familiar y sus piezas de adobe están dispuestas alrededor de un patio sombreado por vides.


 

Pampa El Leoncito

A 20 kilómetros de Barreal, se encuentra la Pampa “El Leoncito”. Hace millones de años, esta planicie -de 12 km de largo y 5 de ancho- albergaba a un lago que, tras secarse, dejó este singular escenario lunar. Esta gran superficie de inundación recibe el escurrimiento de las lluvias estivales y es justamente el “barreal” que da nombre al pueblo. La pampa llama la atención por su blancura y horizontalidad. La ausencia de arbustos y obstáculos permite observar los resquebrajamientos de la tierra y, sobre todo, vibrar al ritmo de una de las actividades deportivas más novedosas.

- Un deporte sin igualLa Pampa El Leoncito es una de las mejores pistas de carrovelismo del mundo. Este deporte no convencional aprovecha la fuerza del viento para lograr un desplazamiento en “carrovela”. Este vehículo consta de dos ruedas traseras de auto, una delantera de motoneta y un mástil que contiene a las velas que reciben el impulso del viento.

La práctica, aún no difundida como deporte popular, cuenta con un creciente número de adeptos en todo el país. Los más entusiastas se reúnen cada año en el mes de noviembre para participar del campeonato nacional. La velocidad de los carros (que en ocasiones alcanzan los 100 km/h) y el colorido de las velas hacen de este encuentro un espectáculo apasionante.
Los turistas que desean aprender este deporte pueden hacerlo en carros especiales que proveen los prestadores turísticos de esta modalidad deportiva. Estos vehículos tienen capacidad para dos personas y mientras que el conductor se encarga del viaje, el acompañante puede dedicarse a disfrutar del paseo. También se puede aprender a manejar los carros, con las indicaciones de algún instructor.
Video de la primera carrera de wind car en El Leoncito


Superficie protegida

La Pampa El Leoncito forma parte del Parque Nacional y Reserva Natural El Leoncito. Esta enorme área protegida es reconocida mundialmente por sus riquezas naturales. Aquí habitan especies típicas de los ambientes del monte, puneños y altoandinos, como los guanacos y suris cordilleranos. Además, el lugar es famoso por la impresionante diafanidad de su cielo. La observación astral alcanza un promedio de 270 noches anuales. Las condiciones de la zona son aprovechadas por dos complejos astronómicos. Ambos observatorios pueden ser visitados y constituyen la base del turismo astronómico de la provincia y el país. Se trata del Observatorio Astronómico El Leoncito y de la Estación de Altura Carlos U. Cesco del Observatorio Astronómio Félix Aguilar.

Calingasta alberga también otra de las áreas protegidas de la provincia de San Juan. Se trata del Refugio de Vida Silvestre Los Morrillos, ubicado al pie de la Cordillera de Ansilta, a unos 30 kilómetros al oeste de Barreal.
El lugar, además de una gran belleza paisajística, es objeto de conservación debido a que allí es posible encontrar muestras de flora y fauna de las provincias biogeográficas de Monte, Puna y Altoandina. Existe, además, un importante yacimiento arqueológico de la Cultura de Ansilta, uno de los grupos aborígenes que habitaron esta región.

Cerro Mercedario


Con 6.770 m.s.n.m, el cerro Mercedario es el más alto de San Juan y el segundo del país. Está ubicado al norte del Macizo de la Ramada y, junto a otras seis montañas, integra una de las formaciones naturales más impactantes de San Juan: el Valle Colorado. El sitio ofrece diversas opciones para todo tipo de turistas. Quienes gustan de las caminatas o excursiones a caballo podrán explorar los rincones del lugar. Los glaciares, las vertientes de agua dulce, la riqueza de la flora y la presencia de guanacos, pumas, liebres, zorros, chinchillones y cóndores sorprenden al visitante. El lugar es especialmente indicado para los andinistas, que encontrarán un gran desafío en la escalada a las blancas cumbres de la zona.

- Gran pasado, gran futuro
Hace 500 años, los incas fueron los primeros en ascender el cerro. Emprendieron la escalada por la misma ruta que actualmente se utiliza para acceder a la cima. Brindar tributo a Inti (el dios Sol) fue el objetivo de su misión. Más tarde, el lugar sería testigo de una de las mayores hazañas de la historia argentina: el cruce del Ejército Libertador, en enero de 1817.

El siglo XX y la difusión del lugar como destino obligado para los amantes de la montaña motivaron la llegada de una nueva expedición. Ostrowski, Karpinski, Dasynsky y Osiecki fueron los polacos que desafiaron al gigante de piedra y alcanzaron la cima el 18 de enero de 1934.

Hoy el cerro sanjuanino recibe a exploradores, geólogos, botánicos y escaladores de todo el mundo. El atractivo que ejerce sobre los andinistas locales llevó a un grupo de montañistas a fundar un club con su nombre. En 1945 se crea el “Club Andino Mercedario”, dedicado al fomento y la práctica del andinismo en San Juan. Conocido en la provincia por su intensa actividad, la asociación se destaca por participar en la organización de importantes acontecimientos como el Campeonato Argentino de Escalada y la maratón internacional “Cruce de los Andes”.

- Balcón de los Seis
El Cerro Mercedario forma parte de un lugar que, por su belleza y características geológicas, es considerado único en Sudamérica. Se trata de una terraza o balcón natural desde el que se pueden observar los seis picos más imponentes de los Andes Áridos: el Mercedario (6770 mts), Polaco (6000 m), Mesa (6100 m), Alma Negra (6200 m), La Ramada Norte (6300 m) y La Ramada Sur (6250 m).
El circuito puede ser explorado con el acompañamiento de baqueanos y prestadores turísticos. El trekking al “Balcón De Los Seis” consiste en una caminata de alta montaña por el Cordón de la Ramada. La excursión parte de la localidad de Barreal y cuenta con el equipamiento necesario (alimentos, primeros auxilios, teléfono satelital y seguros) para disfrutar de una travesía única. Cinco días bastarán para recorrer las formaciones rocosas, el Río Colorado y admirar la vegetación del lugar.


Ver artículo

--- Calingasta: la historia del primer hotel y el misterio del Mariscal Tito




Las Hornillas

A 60 kilómetros de Barreal, junto al río Los Patos, se encuentra el paraje Las Hornillas. El sitio es visitado por los pescadores que llegan en busca de las truchas arco iris del Río Blanco. Para ellos se ha dispuesto un refugio ubicado a 2000 metros de altura, junto al puente de Las Hornillas. Para disfrutar de este espacio de descanso, el turista deberá contactarse con el Club Sanjuanino de Caza y Pesca, asociación a cargo del refugio.

La zona es también conocida por conservar vestigios del paso del Ejército de los Andes, en su campaña libertadora de 1817.
Muy cerca, se halla el paraje Los Manantiales. Aquí se ubica una cancha natural de esquí cuyas condiciones permiten vislumbrar al lugar como centro turístico provincial, en el largo plazo.
 


Un departamento con historia

En la época prehispánica, Calingasta fue habitada por distintos pueblos indígenas. La Fortuna, Ansilta y Angualasto fueron las principales culturas que se desarrollaron en la región. Los huarpes también se asentaron en algunas zonas del departamento pero fueron dominados por los incas hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI. En ese tiempo, los jesuitas se instalaron en Calingasta para evangelizar a los pueblos originarios.

La fundación y establecimiento de las localidades se produjo recién en el siglo XVIII. Fue el gobierno de Camilo Rojo el que en 1866 impulsó la fundación de Villa Maipú. En 1869, la ley de Régimen Municipal reconoció a Calingasta entre los 18 departamentos en que se dividía la provincia en esa época. Desde 1917, Villa Maipú se llamó General Sarmiento. Pero el nombre que prosperaría para la villa cabecera del departamento sería el de Tamberías, designación que remite a una antigua posta en el Camino del Inca.



LA CAPILLA / CALINGASTA

 

Con el nombre de la sidra

 

Por décadas, en esta zona se elaboró la famosa sidra La Capilla. Es por eso que al lugar se lo conoce con este nombre. También se llaman así la escuela, un barrio, el club y hasta un canal.

 

El lugar casi pasa inadvertido. A la distancia, sólo se ve un palomar que sobresale entre los sauces. Los enormes murallones de adobe se están viniendo abajo. Lo único intacto son las piletas de cemento y varias maquinarias que nunca fueron retiradas. Esto es lo que queda de lo que hace más de 30 años fue la sidrera más importante de Calingasta. Hoy es un lugar abandonado, lleno de escombros, donde los niños de la zona buscan esconderse en la hora de la siesta. Allí se elaboraba la famosa sidra La Capilla. Fue a partir de esto que a la zona, que está en el corazón del departamento, se la empezó a conocer con ese nombre. Igual que la escuela, el canal de riego, el barrio, el club de fútbol y hasta una calle.
La Capilla es la zona más famosa de la villa cabecera de Calingasta. Además alberga una historia rica. Inclusive, hay lugareños que afirman que el actual poblado empezó a formarse alrededor de la sidrera. Que la hayan bautizado La Capilla no es casual. Es que fue construida justo al lado de una pequeña iglesia que levantaron los jesuitas a mediados del 1700.

 Se trata del templo de Nuestra Señora del Carmen, cuya historia merece un capítulo aparte. Fue la familia Tinto la que construyó la sidrera. La abrieron a principios del 1900 y estuvo funcionando hasta la década del ''''70. Luego, la marca de la sidra La Capilla fue vendida y ahora se elabora en una bodega que está en la ciudad de San Juan.
Esta sidrera fue la más importante del departamento durante muchos años. No sólo porque sus productos recorrieron el país (además elaboraban conservas), sino porque le dio trabajo a una buena parte del pueblo calingastino. "Eran las épocas de oro de este lugar. Vivían unas 20.000 personas, contra las casi 5.000 que habitan hoy. Sobraba el trabajo porque además la explotación minera era muy fuerte", dijo Roberto Díaz, que es maestro de la zona desde hace más de 20 años.
La crisis que afectó al área vitivinícola en la provincia también llegó a la sidrera. En una ola donde se vinieron abajo muchas bodegas legendarias, la sidrera cerró sus puertas. Luego, los propietarios vendieron la marca. Ahora, la sidra se comercializa, pero en botella de plástico.

Lo que queda intacto en el lugar es la histórica capillita. También pasa desapercibida porque es la parte posterior del viejo edificio la que da sobre la ruta. "Es el corazón del departamento. Mi bisabuelo nos contó que en una de las piezas estuvo San Martín, cuando buscaba la ruta indicada para cruzar la cordillera. Dicen que también pasó Sarmiento, cuando se fue exiliado a Chile", dice Cora Esquivel, otra lugareña.
El templo está intacto porque lo cuidan los vecinos. Las puertas centenarias y las campanas que están de cara a la cordillera hacen de esta capilla una de las atracciones más interesantes para los turistas. Pero además es alrededor de este templo donde ocurre la fiesta religiosa más importante del año, en junio, cuando los calingastinos rinden honores con romerías y misas a la Virgen del Carmen.

 

 

El paisaje

La Capilla está en medio de la villa cabecera de Calingasta. Se ubica sobre la ruta 412. El paisaje, típicamente cordillerano, está lleno de álamos, sauces y nogales. Todo este verde contrasta con las montañas que toman diversas tonalidades según la hora del día.

 

La gente

La zona llamada La Capilla comprende unas 40 hectáreas. Allí viven alrededor de 900 personas. Hay dos escuelas. Una dedicada al Nivel Inicial y a la primaria, que es la que se llama La Capilla y fue fundada en 1940. Justo frente a este edificio está la otra escuela, de nivel medio, especializada en minería.

 

La economía

Según contó Roberto Díaz, la mayor parte de la población vive gracias a los planes sociales. Los menos son empleados estatales. También están los que trabajan en un diferimiento que hay en la zona. El año pasado, una minera se llevó más de 20 chicos egresados de la escuela Savio.

 

 

FUENTE: Diario de Cuyo. 25 de Mayo de 2010

 



PUCHUZUM / CALINGASTA

Un lugar privilegiado


Se caracteriza por su buen clima y las abundantes lluvias. Fue el paraíso de las manzanas calingastinas. Hoy abundan las casas abandonadas.


Dicen que donde cae una semilla, nace un manzano. A pesar de la dureza de los inviernos, el lugar se caracteriza porque antes de la llegada de la primavera ya empiezan a florecer los árboles. En este lugar el panorama es incomparable. Alamos, frutales, cordillera, pastizales. Se podría decir que allí abunda la vida. Pero las casas abandonadas, inclusive un puesto policial por el que hace años no pasa nadie, son como una bofetada ante tanta belleza. No hay explicación para el éxodo que cada vez es más doloroso. Ni siquiera para las pocas personas que siguen en el lugar. Se trata de Puchuzum, un pueblito que está a 25 kilómetros de Calingasta, por la ruta 412.

¿Puchuzum es la excepción que rompe la regla? Quizás. Es que en San Juan, los pueblos que están quedándose sin habitantes tienen un punto en común: la falta de agua. Es el caso de Laguna Seca, Baldes de Funes o Marayes. Pero en Puchuzum, todo abunda. No es casual que esta palabra, de origen huarpe, signifique "lugar de lluvias torrenciales". "En el verano llueve todas las tardes. Es como vivir en otro planeta", dice Elda de González, una lugareña. El éxodo no sólo se refleja en las casas abandonadas al costado de la ruta, en el inmenso galpón que perteneció a una bodega de sidra, o la espectacular estructura que alguna vez funcionó como clasificadora de manzana. La escuela del pueblo es el mejor termómetro para medir la decadencia. Hace poco más de 10 años tenía más de 100 alumnos, hoy sólo van 24. A fines de los ''''80 había 400 habitantes y hoy no hay más de 100. "Puedo decirle de memoria las familias que quedan. Esas son las que aman demasiado el lugar. Son los más viejos", dice Miguel González, otro habitante.
Ni siquiera la varita mágica del turismo alcanzó a Puchuzum. Aún cuando no está lejos de Barreal, uno de los destinos turísticos más buscados de San Juan. "Estamos aislados con respecto a los caminos. Todo pasa ahora por la Quebrada de Las Burras. Por acá no pasa nadie. A esto se le suma que, para Calingasta, ni siquiera existimos", dice Miguel.
Los días pasan silenciosos en Puchuzum. Cada tanto, un niño que va en bicicleta hasta la escuela interrumpe la paz de la siesta. Entonces, hace recordar que los pocos que quedan están contentos.

 

El paisaje

El pueblo está en un escenario natural privilegiado. Se encuentra entre cerros todavía nevados. Abundan los álamos y los árboles frutales. Alguno que otro parral le da un toque distinto a la imagen del lugar. Hay flores, acequias con agua y el sol que pega fuerte por la siesta. Otro de los paraísos calingastinos.

 

La gente

En la actualidad no hay más de 100 habitantes en esta localidad calingastina. A la única escuela que hay en el pueblo van 24 alumnos. Hay una capilla, un cementerio y eel puesto policial está abandonado desde hace años. Hay mucha gente que vive de los planes sociales o de las pensiones.

 

La economía

Eminentemente agrícola, se destaca por sus plantaciones de ajo. También hay frutales, aunque cada vez quedan menos manzanos. En una época, el lugar fue famoso por sus plantaciones de pimiento, que se usa para hacer el pimentón. Hay una mina de cobre que explotada hasta hace unas décadas.

 

FUENTE: Diario de Cuyo. 25 de Mayo de 2010


VILLA NUEVA / CALINGASTA

Oro verde

 

En este lugar hay cerca de 200 hectáreas de álamos, que es el principal recurso económico. Hace 50 años, los pobladores vivían de la minería.

 

El cielo, la cordillera y los álamos, se convierten en una trilogía perfecta para que el paisaje de Villa Nueva sea uno de los más impactantes de Calingasta. Pero los extensos bosques de álamos no sólo son decorativos. Son una especie de oro verde, ya que el pueblo vive de ellos. Desde mediados del 2000, el negocio de la madera empezó a repuntar. El lugar está a 40 kilómetros de la villa cabecera, en la intersección de las rutas 412 y 406.




Son cerca de 200 las hectáreas de plantación de álamos. Esto convirtió al lugar en uno de los principales proveedores de madera para elaborar productos que se usan como envases en la agroindustria. Muchos de los pobladores que hoy se dedican a los álamos antes trabajaban en las minas. Es que a unos 40 kilómetros de este pueblo, se encuentran Castaño Nuevo y Viejo, minas metalíferas que fueron explotadas entre 1950 y 1965.
Los pobladores de Villa Nueva pasaron tiempos difíciles cuando cerraron las minas. La historia volvió a repetirse a fines de los ''''90, cuando el precio de la madera se fue por el suelo. Pero a mediados del 2000 empezaron a sentir una ráfaga de aire fresco. "Hace unos años teníamos problemas para trabajar. El aserradero paraba a los empleados porque la madera no valía nada. Había mucha inestabilidad. Pero ahora la cosa está mejor", dice Jesús Bedia, encargado del único aserradero que está funcionando en el lugar. Hay dos más que pararon con la crisis y no volvieron a reactivarse.
El repunte se nota porque el precio de la madera en pie en todo Cuyo se triplicó. "La madera de álamo es especial para esto. Tiene muchas ventajas. Es livianita, el color bien blanco hace que los cajones parezcan más limpios y es ideal para el clima seco de San Juan", agregó.
Villa Nueva reúne todas las condiciones climáticas (además de la sanidad del suelo) para que esta especie de árbol se dé sin problemas. Según Cortez, en la zona hay álamos a los que desde hace 40 años se les viene haciendo cortes.
A pesar de la belleza del paisaje, el pueblo no es explotado turísticamente. No hay casas de fin de semana y quedó olvidado desde que el camino de El Puntudo dejó de usarse. De todos modos, los lugareños dicen que no les falta nada, que hay trabajo de sobra en la tierra o con los álamos y que no necesitan del turismo para sobrevivir.

 

El paisaje

Los extensos bosques de álamos pintan de un verde intenso el lugar. Aún cuando todavía no llega el verano. El pueblo está al pie de la cordillera, en la intersección de las rutas 412 y 406, a 11 kilómetros de Las Hornillas, por donde pasó la columna principal de Los Patos, al mando de José de San Martín.

 

La gente

Según los datos que maneja la Policía, el pueblo tiene unos 700 habitantes. La mitad habita en "el alto" y la otra mitad en "el bajo", dos zonas geográficamente muy diferenciadas. Hay una escuela albergue, un puesto sanitario y un puesto de Gendarmería Nacional. El colectivo que va hasta la ciudad pasa por el lugar dos veces.

 

 

FUENTE: Diario de Cuyo. 25 de Mayo de 2010




La Municipalidad de Calingasta funciona en Lavalle y Sarmiento - Calingasta – CP. 5401
Teléfonos: 02648-421066 - 02648-421011
Correo electrónico: turismocalingasta@hotmail.com
Fuentes:
Censo Nacional de Población y Vivienda 2001 – Datos provisorios - INDEC
Relevamiento Agrícola en la Provincia de San Juan. Ciclo 2006-2007. Departamento de Hidráulica. Gobierno de San Juan.
San Juan – Nuestra Tierra. Ediciones Argentina. 
Subsecretaría de Turismo, Cultura y Medio Ambiente. Gobierno de San Juan.
www.parquesnacionales.gov.ar
www.andinomercedario.org.ar
www.sanjuan.turismo.gov.ar
Publicación “San Juan Fuerza de Origen”, Gobierno de San Juan.

GALERIA MULTIMEDIA
La imagen muestra un cóndor que en uno de los animales que pertenece a la fauna de Calingasta.
Guanacos
Vista de la mina El Pachón
Los pescadores llegan en busca de codiciadas especies, como la trucha arco iris, la trucha criolla, el bagre amarillo y el otuno.
Barreal se ha convertido en la capital turística de Calingasta. La fuerza de la cordillera, la tranquilidad de las calles con sus doradas alamedas, los sonidos de las aves y el perfume de los numerosos cultivos y aromáticas conforman un escenario encantador.
Los amantes del turismo aventura encontrarán la diversión unos kilómetros más arriba, en la alta cordillera, como por ejemplo el trekking.
Los turistas podrán alojarse en hoteles, cabañas y posadas. Como así también podrá disfrutar de Caminatas, cabalgatas y paseos en bicicleta entre otras actividades recreativas.
Complejo Astronómico El Leoncito (CASLEO), ubicado en Calingasta
Cerro Mercedario nevado.
Estos vehículos tienen capacidad para dos personas y mientras que el conductor se encarga del viaje, el acompañante puede dedicarse a disfrutar del paseo.
La ausencia de arbustos y obstáculos permite observar los resquebrajamientos de la tierra.
Calingasta está ubicado en el sector oeste de San Juan y limita al norte con el departamento Iglesia, al este con Ullum, Zonda y Sarmiento, al sur con la provincia de Mendoza y al oeste con la República de Chile.
LA CAPILLA / CALINGASTA
LA CAPILLA / CALINGASTA
LA CAPILLA / CALINGASTA
LA CAPILLA / CALINGASTA
LA CAPILLA / CALINGASTA. Cora Esquivel / La historiadora. Sabe de fechas, de nombres, de sucesos. Puede contar la historia de la mayoría de los calingastinos y la de sus antepasados. Y aunque hace años se jubiló como docente, Cora Esquivel no se resigna a guardarse lo que sabe. Cada tanto da clases en la capilla y en su propia casa creó el Centro Artesanal y Regional, una especie de arcón de los recuerdos, donde se puede encontrar desde fotos antiguas del departamento hasta las artesanías que hacen los lugareños. No hay calingastino que no conozca a doña Cora y dicen que es la historiadora del lugar. Es quien investigó sobre la historia de La Capilla y recopiló todo las anécdotas de sus antepasados. "No me gusta guardarme nada, por eso salgo a contar la historia de este lugar. Es la única manera en que no se puede borrar. Además de enseñarle a los más jóvenes, le cuento a los turistas que se acercan por acá", dice la mujer. Mientras tanto, una de sus hijas está recopilando todo lo que Cora sabe para poder hacer un libro.
PUCHUZUM / CALINGASTA. Miguel González / El maestro. Cololense de nacimiento, adoptó Puchuzum para pasar el resto de sus días, hace más de 30 años. Fue director y maestro de la única escuela del pueblo. Un poco historiador y hasta asistente social, es una de las personas más reconocidas del lugar. Es Miguel González (66), más conocido como "el Maestro González". Vive justo al lado de la escuela. Y desde que se jubiló, se dedica a hacer vino patero. El hombre, que pasó toda su vida enseñando a leer a varias generaciones de pobladores, cambió los cuadernos por el parral, dice, para mantenerse joven. "No puedo estar quieto. Además siempre me gustó hacer conservas y todo lo que tenga que ver con el tema alimenticio. Pero el vino es una pasión. Y cada vez me sale mejor", dice el maestro. Tan conocidos son sus vinos que tiene clientela de toda la provincia. "En una época venían hasta del Ministerio de Educación a llevar el vino", agrega el hombre.
PUCHUZUM / CALINGASTA. Elda de González y su esposo, Miguel González
PUCHUZUM / CALINGASTA
Camino a Las Hornillas. Ruta Sanmartiniana. Autor: Ricardo Druck
Camino a Las Hornillas. Fuente: www.patagonia4x4.com.ar
Las Hornillas / Calingasta
VILLA NUEVA / CALINGASTA
VILLA NUEVA / CALINGASTA. Félix Corte / Ex minero. Tenía 15 años cuando cruzó la Cordillera de Los Andes a lomo de mula. No sabía qué iba a encontrar cuando llegara a Argentina. Sólo sabía que en su país, Chile, no tenía futuro. Así, Félix Corte, que pasa los 70 años, llegó a Calingasta, donde durante mucho tiempo trabajó en las minas. Pero el hombre cambió de rubro cuando los emprendimientos mineros empezaron a cerrar. Así, se transformó en jornalero, conoció a una mujer, se casó y tuvo nueve hijos. Hoy, es uno de los pobladores más antiguos del lugar. "El trabajo en las minas era muy duro y tenía que gustarte. Yo lo hice por necesidad. Por eso, cuando tuve la oportunidad, me dediqué a la tierra", dice Félix, quien asegura que el pueblo cambió mucho en los últimos cuarenta años con la plantación de los bosques de álamos. "Acá antes sólo había montañas y río. Ahora todo es verde y hasta más vistoso", dice el hombre.
VILLA NUEVA / CALINGASTA. La explotación maderera es la principal fuente de recurso.
VILLA NUEVA / CALINGASTA. En el aserrado único que funciona, trabajan 11 personas