El crimen mas espeluznante que recuerde San Juan

Al estilo sioux escalparon vivo a un hombre

Todavía no se tiene noticias de otro crimen tan espeluznante como el que se cometió en marzo de 1985, en una casa abandonada de precaria construcción, ubicada en avenida 9 de Julio 900, Desamparados. En ese lugar, y a plena luz del día, un hombre ya de edad fue brutalmente golpeado hasta quedar inerte. Enseguida el autor se dedicó a la macabra tarea de desollarle todo el rostro y lo escalpó, quitándole todo el cuero cabelludo. Ni un indio sioux del estado de Dakota, Estados Unidos, lo hubiera hecho mejor.

Para consumar la mutilación utilizó primeramente un filoso cuchillo y luego una hoja de afeitar que afilaba continuamente en una caja de fósforos. El escalpado lo hizo cuando la víctima estaba aún con vida. Así lo demuestra la gran cantidad de manchas de sangre que quedaron en el suelo y en las paredes. EI muerto fue identificado como Guillermo López, de 64 años, quien estaba alojado en el Hogar de Ancianos, y el homicida resultó ser Julio César Mercado (a) “El Chacal”, de 34 años, sin profesión, domiciliado en calle Pedro Echagüe, Rivadavia, ya conocido por la policía por sus reiteradas andanzas delictivas.


Escenario del crimen
Hacía varios años que la referida vivienda se encontraba abandonada. Al costado había una casa en construcción y los escombros eran depositados en la antigua vivienda, la que era aprovechada por mendigos y vagos. Allí concurría muy a menudo Guillermo López, conocido como el “Jujeño” para reunirse con amigos de la calle y beber unas copas.  Estas excursiones se realizaban cuando obtenía permiso en el Hogar de Ancianos, donde estaba internado.

Entre los asistentes a la casa abandonada estaba Julio César Mercado, quien hacía dos años había recuperado la libertad del penal de Chimbas tras haber sido autor de intento de homicidio.

Cada uno de los que llegaban a la vivienda llevaba vino y comida para pasar el día. Algunos se quedaban a pasar la noche, sobre todo los que se embriagaban con vino. Las mismas instalaciones servían también de madriguera de perros, algunos sin dueños y otros de la vecindad.


Horrible crimen
En la tarde del día 26 de marzo se encontraba sentado debajo de la galería Guillermo López en espera de la noche para trasladarse al Hogar de Ancianos. En esos momentos llegó Julio César Mercado con un paquete de sandwiches y cigarrillos que había conseguido entre los vecinos, según comentó. Parece ser que este último se alejó por unos momentos de Ia galería y la oportunidad fue aprovechada por López, que empezó a comerse los sandwiches y sacarle cigarrillos del paquete.

López se tiró entre unos trapos viejos y en esa posición lo encontró Mercado. Tras comprobar la ausencia de la comida y de los cigarrillos, en medio de reacción descontrolada, el sujeto se apoderó de un trozo de block de cemento y se lo arrojó en la cabeza a López. Este intentó hacer un esfuerzo para incorporarse y volvió a recibir otro golpe, hasta quedar tendido, al parecer sin vida.

Con pasmosa tranquilidad, Mercado acomodó bien de cúbito dorsal el cuerpo de su víctima. Se sentó en cuclillas sobre su pecho y con un cuchillo le practicó un profundo corte en la garganta y otros dos en ambos costados del rostro. Como el cuchillo le resultaba inútil para sus propósitos, buscó entre sus ropas una hoja de afeitar y empezó a desollarle todo el rostro, empezando desde la garganta y finalizando en medio de la cabeza.

Durante esta impresionante tarea, cuando la herramienta utilizada perdía filo, la frotaba varias veces en el dorso de una caja de fósforos. En cada corte que hacía, el cuerpo de la víctima se movía en medio de convulsiones, lo que evidenciaba que aún estaba con vida. Pero el “Chacal”, con toda la parte delantera de su cuerpo bañada en sangre, continuaba desollando rostro y cuero cabelludo de su víctima. Nada le importaba y nada lo detuvo hasta verse en las manos la piel completa del rostro y cuero cabelludo de López. Sin más, Mercado se alejó presuroso del lugar hasta su domicilio, para acostarse a dormir sin siquiera lavar sus manos.


Hallan el cuerpo
Al día siguiente, ya cerca del mediodía, el señor Renato Anechini, encargado de la obra en construcción colindante, observó varios perros que rondaban cerca de un bulto escondido entre trapos viejos y sucios debajo de la galería.
Sé acercó al lugar y se encontró con un espectáculo impresionante. “Nunca vi algo igual”, comenté después. De lo que era el rostro de un hombre sólo quedaban los ojos bien abiertos, parte de la nariz, la mandíbula y los dientes.

Sin pérdida de tiempo el señor. Anechini se trasladó hasta la Seccional 4ta., donde informó la novedad. El titular de esa dependencia policial, comisario Carlos A. Mercado, con personal a sus órdenes se trasladó hasta la casa abandonada, donde estaba el cadáver de López.
“En los años que llevo de policía nunca he tenido conocimiento de un crimen tan brutal como éste”, destacó el funcionario policial. Las partes que faltaban del rostro y del cuero cabelludo no fueron encontradas, presumiéndose que fueron comidas por los perros. El cadáver fue levantado y conducido a la morgue del hospital doctor Marcial Quiroga, en tanto se iniciaba la búsqueda del autor.


Capturan al homicida
Las actuaciones del espeluznante homicidio pasaron a depender del juez doctor Raúl José Iglesias, a cargo del Quinto Juzgado Penal. Por otra parte, el comisario Mercado dispuso iniciar las averiguaciones en procura de identificar al autor del crimen. Uno a uno fueron localizados los individuos que concurrían asiduamente a esa vivienda, hasta que se llegó a la casa de Mercado. Fue sorprendido en momentos en que lavaba sus ropas manchadas con sangre.

Sus primeras declaraciones fueron para dar a conocer que había faenado un cabrito, pero no se encontraron indicios. Fue detenido y trasladado hasta la comisaría, donde fue interrogado varias veces debido a su obstinación de mantenerse en la negativa, hasta que al final confesó su autoría. Sin inmutarse hizo un impresionante relato de todo lo acontecido, e indicó el lugar donde estaba escondida la hoja de afeitar utilizada en el hecho.

Aclaró “EI Chacal” que había procedido de esa manera por estar embroncado al comprobar que su amigo López le había comido los sandwiches y le robó los cigarrillos. “Mi intención era desfigurarle el rostro pero se me fue la mano, dijo. Señaló que primeramente utilizó un cuchillo que siempre llevaba para cortar el pan o fiambre, “pero como López tenía la cara muy dura, tuve que sacar una hoja de afeitar que siempre guardo en mi bolsillo. Dijo que se fue a dormir sin darse cuenta de lo que hizo. Recién en la mañana cuando despertó y al verse todo su cuerpo con sangre entendió que había dado muerte a López. “Pero él se lo merece. Si me hubiera pedido un sandwich yo se lo habría dado”, concluyó el victimario.

En las diligencias policiales fueron obtenidos algunos datos que permitieron sospechar de que había un tercer hombre y que se trataba de un testigo presencial del macabro hecho. Había que buscado e identificarlo para que hiciera un relato de lo acontecido.


Detienen al principal testigo
Tras la detención de Julio César Mercado y el esclarecimiento del homicidio, la policía se dio a la tarea de dar con el tercer hombre, teniendo en cuenta las huellas recientes encontradas en la casa abandonada. Las averiguaciones estaban orientadas a identificar a todos aquellos individuos que solían frecuentar la vivienda.

En menos de 24 horas se logró dar con el paradero de Oscar Morales (a) “El Pajarito”, de 45 años, radicado en Villa del Carril. Al notar la presencia de la policía, se dio cuenta para qué lo buscaban, pues enseguida comenzó a relatar con lujo de detalles todo lo acontecido. “Fue algo horrible”, dijo y agregó, ‘todavía no pruebo bocado alguno porque se me revuelve el estómago”.

Señaló el “Pajarito” que cuando se dirigía a su casa se encontró con el “Jujeño” López y ambos se trasladaron hasta la casa abandonada. Su acompañante estaba algo ebrio y lo acomodó entre unos trapos viejos. Entonces notó la presencia de Mercado con un paquete de comida. Entre los tres charlaron largo rato y en esos momentos Mercado dijo ya vuelvo y se alejó del lugar.

López, quizás sin mala intención desarmó el paquete y se comió algunos sándwiches. En esos momentos fue sorprendido por el “Chacal”, quien con tono alto le dijo “qué estás haciendo” y sin más agarró un trozo de block golpeando repetidamente en la cabeza de López hasta dejarlo desvanecido. “Después en forma muy sanguinaria”, siguió relatando Morales, “primero con un cuchillo y luego con una hoja de afeitar le arrancó la piel de la cara y de la cabeza. La sangre salpicaba todo su cuerpo y la muralla. AI ver lo que estaba ocurriendo, salí corriendo a mi casa. Pensé que a lo mejor haría lo mismo conmigo”, concluyó su relato.


Perpetua para el “Chacal”
Concluidas las primeras etapas de la causa, el día 11 de abril de 1985, Julio César Mercado ingresó a la cárcel de Chimbas, acusado del delito de homicidio agravado por alevosía, en perjuicio de Guillermo López. El proceso quedó a cargo del Quinto Juzgado en lo Penal cuyo titular, el doctor Raúl José Iglesia, dictó sentencia el día 10 de abril de 1986 y condenó al imputado a sufrir la pena de prisión perpetua. Esta pena fue confirmada un mes después por la Cámara Segunda en lo Penal, con la única modificación de la calificación legal.

En el 2004, queda libre
En los primeros tiempos, Mercado mantenía una conducta regular hasta que fue adaptándose al sistema y disciplina carcelaria. Recién a los cinco años tuvo la primera con muta por decreto 862 que dispuso rebajar la pena a 25 años de prisión. Desde entonces, el interno observó buena conducta y se hizo merecedor a otra con muta, el día 27 de mayo de 1992. Por decreto 1050 se rebajaron 45 meses y el 21 de diciembre de 1992 se le rebajaron ocho meses. La última conmuta la recibió el 26 de mayo de 1994 cuando por decreto 1272, se le rebajaron 10 meses a la pena impuesta.
Con estas conmutas, Mercado deberá salir del penal el día 21 de diciembre de 2004. Recientemente el Consejo Correccional decidió que el citado interno deberá continuar con la atención psiquiátrica. Se le solicitó al director del Penal que autorice una junta médica en el neuropsiquiátrico de Zonda para efectuarle un examen mental y posteriormente evaluar si Mercado está en condiciones de obtener beneficios. EI último pedido de conmuta le fue denegada. Hasta ahora lleva internado en la cárcel 10 años, 4 meses y diez días.

Publicado en especiales El Nuevo Diario el 25 de agosto de 1995. Edición 721

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"En todos estos años que estuve en la policía, nunca tuve noticias de un crimen tan brutal como este", afirma el comisario Carlos A. Mercado, que en 1985 estaba al frente de la Seccional Cuarta y tuvo a su cargo la investigación del caso.
Julio César Mercado, es conducido por un policía para prestar declaración. (Foto archivo policial)
Julio César Mercado, (a) “El Chacal”, autor del horrible crimen.