La anécdota que vamos a contar ocurrió en los años 20.
Los Videla Balaguer eran una familia muy católica que vivía donde hoy está el Colegio San Francisco, en la calle Sarmiento.
Precisamente los terrenos donde hoy se levantan el colegio y la iglesia fueron donados por esta familia.
Justo Pastor Zavalla, que fuera diputado nacional, era casado con una señora Videla Balaguer.
Dicen que a Pastor Zavalla lo andaba buscando la policía de Cantoni y que el objetivo era matarlo.
El caso es que una noche cayó la policía por la casa de la calle Sarmiento.
—¿Dónde está Justo Pastor Zavalla?—, fue la pregunta amenazadora.
—No está—, fue la respuesta contundente.
Inmediatamente los policías comenzaron a revolver todo.
Abrieron roperos, tiraron libros, buscaron debajo de las camas.
La esposa de Pastor Zavalla, a todo esto, estaba en cama.
—Por favor, revisen todo lo que quieran pero no molesten a la señora porque tiene un embarazo muy complicado con amagos de pérdida. No puede moverse de la cama.
Los policías entraron a la habitación y vieron a la señora, inmóvil sobre la cama, con el enorme bulto de su embarazo bajo las colchas.
Varias horas estuvieron los policías en la casa de los Videla Balaguer, esperando que llegara el hombre que buscaban.
A la madrugada decidieron retirarse.
—Díganle a Pastor Zavalla que volveremos—, aseguraron antes de salir.
Cuando la puerta se cerró, don Justo salió de la cama. Todo el tiempo había estado en la casa, escondido entre las piernas de su esposa embarazada.
(Contado por Raquel Maurín de Mó)
Extraída del libro “El lado humano del poder, anécdotas de la política sanjuanina”, de Juan Carlos Bataller, publicado en marzo de 2006