Los Echagüe: Una familia de escritores

La casa de los Echagüe es un emblema de las letras sanjuaninas: allí se inspiraron para escribir Pedro y su hijo Juan Pablo. Hoy es la única biblioteca infantil de la provincia.

CASA ECHAGUE

Indudablemente ese lote de la calle 25 de Mayo, entre Santiago del Estero y Alem, tiene una energía particular que inspira a grandes plumas. Y afortunadamente la casa y su estilo se preservaron en el tiempo, a pesar de los embates de terremotos y del avance de la modernidad de la Ciudad. Es la casa donde vivió, trabajó y murió Pedro Echagüe, tal como reza la plaza que la Municipalidad de la Capital puso en 1923 para distinguir la casona.

Hoy la casa sigue inspirando: allí funciona la única biblioteca infantil de San Juan, y una de las pocas del país, la cual lleva el nombre de Juan Pablo Echagüe.

Los Echagüe

Pedro y Juan Pablo, padre e hijo, fueron periodistas, escritores y críticos. Pedro nació en Buenos Aires, pero vivió y murió en San Juan. Juan Pablo, nacido en esa casa sanjuanina en 1875, es una de las poquísimas plumas con reconocimiento internacional que tiene la provincia.

Sin lugar a dudas fue el temple de la familia Echagüe y su pasión por las letras lo que hizo que la casa siga con vida, a 134 años de la muerte de su propietario original, don Pedro, ese amigo de Domingo F. Sarmiento, el Maestro de América que supo frecuentar esa propiedad y mantener fuertes intercambios de ideas en sus habitaciones originales, cuando Sarmiento era gobernador y nombró a Echagüe como Inspector de Enseñanzas.

Pedro, el padre de la familia
 

Pedro Argentino de Echagüe y Arredondo, conocido simplemente por Pedro Echagüe. Nació en 1821 en Buenos Aires, hijo del Teniente Mayor, Pedro Nolasco de Echagüe, oriundo de Santa Fe y Juana Arredondo, nacida en Córdoba. Además, los Echagüe tuvieron dos hijos más, Julio e Isabel.
Pedro realizó sus estudios en el colegio de Ciencias Morales. Cursó en la escuela de Medicina en Córdoba, pero no pudo terminar sus estudios, ya que en 1839 por su alineamiento (padre e hijo) a la causa unitaria, su padre fue degollado por la Mazorca de Rosas, debiendo huir el resto de la familia a Montevideo. Allí fue recibido por el General Lavalle, quien lo alojó en su casa.

Formó parte del Ejército Libertador en las batallas de “San Cristóbal” y “Sauce Grande”. Luego participó en varias batallas de la guerra civil. Tras el desastre de San Calá, el General Lamadrid lo ascendió a Sargento Mayor (el grado que tenía su padre). Al morir Lavalle fue uno de los que acompañó sus restos hasta Patosí. De allí tuvo que emigrar a Chile donde comenzó su carrera literaria.

Trabajó un año como periodista y luego se trasladó a Perú. En esos años hizo muchos viajes, tal que en 1852 había cruzado siete veces el Pacífico. Después de Caseros volvió a Buenos Aires. Allí fue nombrado comisario (en el censo de 1855 aparece con ese puesto viviendo con su madre y su hermana Isabel).
En 1859 volvió al ejército al mando del General Mitre en San Nicolás de los Arroyos. Allí fundó el periódico “El Litoral” y esos vientos lo trasladaron a San Juan en 1860.

Ya en nuestra provincia contrajo matrimonio con Epifanía de la Barrera. Se radicaron en la casa de la calle ancha del Norte (actual 25 de Mayo al 463 Oeste). De este matrimonio nacieron cuatro hijos: Juan Pablo, célebre escritor conocido como Jean Paul (quien merece una biografía aparte); María Isabel, también escritora; Luisa y Daría, ambas dedicadas a la pintura. En 1862, Sarmiento fue nombrado gobernador de San Juan y éste designó a Pedro Echagüe como Inspector General de Escuelas. También continuó con su carrera militar, en dónde tuvo que llegar hasta La Rioja. En esa ciudad fundó otro periódico “El Riojano

De regreso a San Juan se radicó definitivamente. Trabajó en “El Zonda”, “El Nacional” y El Constitucional”. En 1872 fue convocado por las autoridades provinciales para organizar la nomenclatura y numeración de las calles de San Juan. Tarea que concluyó con un completo informe de la cantidad de puertas que había en la ciudad (1954) y relevando 80 manzanas en 32 calles. De allí se designó el nombre de las calles y su numeración.

Durante el resto de su vida fue novelista, con obras como “La Chapanay” y “La Rinconada”, poeta con “Ecos Postreros” entre otros, dramaturgo, fue el primero en hacer regionalismo escénico con su obra en versos “Primero es la Patria”. Escribió piezas de teatro en prosa entre otra infinidad de obras literarias.

Falleció en el 5 de Julio de 1889. Sus restos descansan en cementerio de la capital, cripta que alberga además los de su esposa Epifanía y su hijo Juan Pablo. Actualmente una calle de Capital y una escuela en Caucete inmortalizan su nombre.

La casa

Aún perduran algunos mobiliarios que atestiguan esos momentos, como el mueble de dos puertas en el que se guardan los libros de los Echagüe. Es una certeza que ese mueble es original porque hay una fotografía de la casa original de los Echagüe que así lo testifica.

El resto de la casa, y los materiales de construcción, están siendo estudiados por los profesionales de la Dirección de Patrimonio de la Provincia para determinar a ciencia cierta si son o no de la época que allí habitaron los Echagüe.

Es que con el terremoto del ´44 la casa original se vino abajo. Así lo escribió Juan Pablo Echagüe, quien nació y vivió allí de niño. Luego voló a Buenos Aires y a Europa, lugares donde fue reconocido por su prosa.

Pero en la época de la Reconstrucción se tuvo cierto cuidado para con la casa, algo poco común en aquellos días de furiosas topadoras que levantaban una Ciudad a nueva, enterrando su historia. Se mantuvo el mismo estilo a la hora de reconstruirle el frente. Y también se usaron puertas, ventanas, rejas y cerramientos de la época.

Las pocas fotografías anteriores al terremoto del ´44 muestran similitudes y diferencias entre las dos construcciones, la original y la posterior al gran sismo. Ambos frentes tienen tres ventanas, pero en la original hay dos a la derecha de la puerta de entrada y en la réplica están hacia la izquierda. En el interior, se preservó la idea del hall de entrada, pero las fotos muestran distribuciones muy distintas entre la casa original y la reconstruida.

En 1956 Daría Echagüe donó la casa al Estado provincial con la condición de que allí funcionara una biblioteca para los niños y que la misma llevara el nombre de su hermano, Juan Pablo Echagüe.

Pero aquello había sido una expresión de deseo, ya que después de tantos años se descubrió que no había un decreto en el que la Provincia se hiciera cargo de esa propiedad. Recién en los últimos años se logró poner en regla y ahora sí la casa de los Echagüe es patrimonio del Estado, es decir, de todos los sanjuaninos.


Fuentes: Nota publicada por Rinconcitos Sanjuaninos – Tiempo de San Juan el 16 de abril de 2017. Nota de Antonio Ariza para Diario de Cuyo



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Pedro Echagüe (Fuente: Diario de Cuyo)