En determinados momentos el hablante se pregunta: ¿Todo tendrá un nombre? Aunque parezca mentira, sí… todo objeto tiene un nombre. Toda persona tiene un nombre, sea mote o sobrenombre. ¿Qué ocurre cuando no sabemos el nombre del objeto? Simplemente se lo damos en el momento asociándolo con otro objeto. Y acá están, al por mayor, los nombres genéricos que designan todo o nada a la vez, y nos salvan de la situación. Por ello, digo que hay palabras ‘salvadoras’ como: la cosa, el coso, el cosito, el chirimbolo, la huevada, el pendorcho, etc.
¿A quién no le sucedió tener que usar estas palabras para nominar algo que no recuerdan el nombre o desconocen su nombre?
Justamente a mí me pasa y seguido. En una reunión familiar compramos una pizza y al abrir la caja de cartón estaba la rica pizza y algo más. Y yo como todo lo guardo, le dije a mi esposo que no tirara el cosito. Y…como lingüista me dije: ¿Cómo demonios se llama ese pequeño soporte de plástico en forma de mesita que evita que la caja se aplaste sobre la pizza?, ¿Tendrá nombre? Y recogí, después de una pequeña entrevista a mis colegas y familiares, y esto dijeron: chirimbolo, mesita, protector, cosito, huevadita, plastiquito, etc, para algo que en realidad no tiene ninguno o los tiene todos. Pero antes comí la pizza por supuesto!!!
Ocurre que las respuestas muchas nacen de la semejanza con otros objetos: unos ven la forma de una mesita en ese soporte de plástico; otros, un taburetito. También parece frecuente la utilización de palabras que designan la función de este objeto. Por un lado, hay quien usa voces como aislante/aislador, separador o tope. Y también hay quienes, lejos del principio de la economía del lenguaje y con mucha ironía, apuestan por la máxima especificidad y deciden llamarlo dispositivo de contención estructural protege-alimentos, preciosa mesita de plástico en miniaturas.
Continué mis entrevistas y me fui al lugar donde había comprado la pizza. Y entré decidida y mientras armaban un pedido, no perdí tiempo y lancé la pregunta al empleado. Y…fue simple y rápida la respuesta: acá le decimos mesita. De entre todas estas opciones, la más extendida parece ser mesita, que cuenta con el apoyo de algunos trabajadores de este sector.
Sin embargo, el comodín más repetido de todos los que contestaron a la encuesta ha sido cosito, esto es, el cosito de la pizza.
(*) Aida Elisa González de Ortiz, directora del Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas Manuel Alvar (INILFI) de la FFHA de la UNSJ.
Publicado en La Pericana, edición 175 que integra la edición de El Nuevo Diario del 27 de septiembre de 2019