Juan Bautista Cabral nació el 24 de junio de 1789 como esclavo zambo en “Las Saladas”, provincia de Corrientes. Fueron sus padres José Jacinto, un indígena guaraní y la esclava de origen angoleño Carmen Robledo, ambos al servicio del estanciero Luis Cabral, de quien tomó el apellido, como era costumbre en aquella época.
Fue enviado a Buenos Aires con un contingente de soldados para prestar su apoyo a la revolución de Mayo y se incorporó al Regimiento de Granaderos a Caballo que acababa de crear el general San Martín. Era soldado de caballería y militaba en ese cuerpo cuando el 3 de febrero de 1813, en el combate de San Lorenzo, perdió la vida, por salvar la de su jefe, el general San Martín.
Apenas iniciado el combate, una bala de cañón disparada por las tropas realistas en una de las incursiones que venían realizando sobre la costa del río Paraná, derribó al caballo que montaba San Martín, quedando éste atrapado debajo de su montado e indefenso ante la acometida de un soldado enemigo se aprestaba a lancearlo. De reflejos rápidos y sin pensar en su seguridad, Cabral interpuso su cuerpo entre la lanza realista y su jefe, recibiendo en su pecho el golpe mortal, mientras San Martín era rescatado de su difícil situación por otro de los héroes de ese glorioso Regimiento, el sargento Baigorria.
Aunque la Historia lo conoce como “el Sargento Cabral” no existen constancias de que haya muerto ostentando ese grado ni que le hubiere sido concedido “post-morten” (ese homenaje se instituyó recién en 1918 en la República Argentina). Hay infinidad de opiniones al respecto y nosotros, como todo el pueblo argentino, seguiremos nombrandolo como “el glorioso sargento Cabral”, aunque inexplicablemente, nunca le haya sido reconocido oficialmente tal grado.
Fuente: elarcondelahistoria.com