El profesional sostiene que por cada célula humana, el cuerpo tiene 10 células bacterianas, y que por ello, un desequilibrio en las bacterias que se encuentran en el tubo digestivo, puede ocasionar diferentes enfermedades.
“Pensar que las bacterias nos manejan, es una crisis narcisista grande para el ser humano; pensar que no somos todo lo superiores que nos creemos y que hay algo más que nosotros en la naturaleza…”, sostiene Luis Soifer, gastroenterólogo, jefe de Gastroenterología del instituto Universitario CEMIC (Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas) y uno de los profesores de la Diplomatura Transdisciplina PNIE (Psiconeuroinmunoendocronología), que la semana pasada estuvo disertando en San Juan.
En diálogo con El Nuevo Diario, Soifer expresó que se sabe que muchas de las enfermedades que aquejan al ser humano comienzan por una alteración de la flora bacteriana que se encuentra en el tubo digestivo.
-¿Qué es la disbiosis?
- Es la alteración cuali-cuantitativa de la flora bacteriana, la microbiota como se llama ahora, del tubo digestivo. Cada individuo tiene un prototipo en el que se intercalan o se mezclan más de 700 especies distintas microorganismos. Se sabe actualmente que el ser humano cuenta con 10 células bacterianas por cada célula propia es decir que tenemos más células bacterianas en nuestro cuerpo que células humanas. Esas células bacterianas significan prácticamente un kilo del peso corporal del individuo, prácticamente el tamaño de un órgano.
-¿Cuáles son los síntomas más comunes de disbiasis?
-Desde molestias abdominales, hinchazón o cambios evacuatorios como constipación y diarrea, por ejemplo. Si predominan las bacterias que generan metano, se genera estreñimiento; si en cambio hay mayor cantidad de bacterias que producen hidrogeno, son más frecuentes los cuadros de diarrea. Cuando el individuo tiene una respuesta inmunológica fuerte frente a ese cambio en la microbiota, se producen las enfermedades inflamatorias en el intestino. Si las bacterias penetran a través del intestino por un aumento de la permeabilidad hasta la capa interna y se genera un proceso inflamatorio y esa inflamación puede ser a pequeña orquesta o a gran orquesta. Cuando es a gran orquesta se produce una colitis ulcerosa o una enfermedad crónica.
-¿Qué factores alteran la flora bacteriana?
-Los dividimos en intrínsecos y extrínsecos. Los factores intrínsecos son la genética del individuo, las secreciones del estómago; por ejemplo, cuando se produce una gastritis crónica se deja de producir ácido clorhídrico, que es un fuerte inhibidor de la reproducción bacteriana; la falta de jugo pancreático también limita el crecimiento bacteriano; la motilidad del tubo digestivo es un factor que incide, ya que si hay un tránsito muy lento se desarrolla mayor cantidad de bacterias. Entre los factores extrínsecos, el más importante es el uso de antibióticos, que son un fuerte generador de disbiosis.
-¿Cómo afectan?
-Una de las patologías más severas es la colitis pseudomembranosa, que es producida por unas bacterias que viven contenidas por las bacterias buenas, pero cuando se abusa de los antibióticos, se produce una toxina que daña severamente al tubo digestivo y puede llevar a la muerte a la persona. En esos pacientes, cuando no responden a otros tratamientos, se está utilizando el trasplante de microbiota, que es un trasplante de materia fecal. Se consiguen donantes que tengan bacterias buenas en sus intestinos normales y sanos y una vez administrado, los pacientes se curan.
-¿Qué otros factores externos pueden ocasionar disbiosis?
- Otro factor que incide mucho es la alimentación. Depende el alimento que se consuma, genera el crecimiento de determinado tipo de gérmenes más que otros. A esos alimentos que desarrollan determinado tipo de microorganismos se los llaman prebióticos a diferencia de los probióticos que son ya bacterias vivas que actúan sobre el tubo digestivo.
-¿El estrés influye?
- Los microorganismos del tubo digestivo sufren una modificación por el estrés, que hace que aumente la permeabilidad. Las células que están unidas se separan más y ahí penetran las bacterias. Eso genera una respuesta inmune en las paredes del tubo digestivo, con consecuencias locales, pero ahora se sabe que también tiene influencia sobre la obesidad, sobre el síndrome metabólico y sobre el estado de ánimo. Hay una influencia sobre el estado psicológico de los individuos a través de esa disbiosis. Una evidencia actual muy interesante es el estudio de cómo es el mecanismo por el que la gente disminuye el estado depresivo a través del uso de algunos probióticos. Demuestra cómo se modifican las respuestas cerebrales en función de un cambio bacterial.
-¿Las bacterias influyen en las emociones?
-Las bacterias inciden sobre el metabolismo. Ciertos mediadores químicos son producidos por las bacterias, entonces cuando hay una modificación, esos mediadores transforman noradrenalina-dopamina o dopamina-noradrenalina, está mediado por ciertos factores de regulación que las bacterias modulan.
- ¿Cómo se cura la disbiosis?
- Depende de cada persona, pero una de las cosas que llega a reducir la disbiosis es el equilibrio en la dieta. Si uno implementa una dieta que contenga alimentos fermentables, oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles, mejora un 80% los síntomas. A veces el cambio en la microbiota obliga al uso de determinado tipo de antibióticos de acción local. Cuando se puede, se complementa además con el uso de probióticos, agregando bacterias que sabemos que son buenas, como las bifidobacterias que han demostrado ser útiles para mejorar el estado de ánimo y para disminuir la hinchazón que tienen frecuentemente los pacientes con intestino irritado.
- ¿Existe una dieta recomendable?
- La dieta tiene que ser personalizada, pero hay un concepto de que es la dieta del hombre primitivo, que comía raíces, carnes y lo que encontraba en el camino, porque aparentemente ese tipo de alimentación es la que genera mayor cantidad de especies bacteriales. Cuánto más cantidad de diferentes bacterias ingiera, la gente es más sana.
-¿Es más sano comer alimentos sin gluten o es una moda?
- A algunos les hace mal el gluten, pero otros los comen porque se puso de moda. La tendencia, la post verdad, se refleja en las políticas, en las ciencias, es de qué manera una creencia lleva a que uno se aferre a eso aunque no tenga evidencias. Lo veo en casi todos los médicos, somos muy de aferrarnos a un concepto y después cambiar ese paradigma es sumamente difícil. Por ejemplo, pensar que las bacterias nos manejan, es una crisis narcisista grande para el ser humano; pensar que no somos todo lo superiores que nos creemos y que hay algo más que nosotros en la naturaleza…
-¿Todas las enfermedades están relacionadas con microbiota?
-Prácticamente no hay órgano de la naturaleza que no tenga que ver con la función de la microbiota. Por ejemplo, la obesidad. A una señora hubo que hacerle un trasplante de microbiota y se usó la de la hija. La mujer era delgada y la hija, obesa. Cuando se curó, la mujer engordó como la hija. Es posible que en algún momento se encuentren esquemas terapéuticos no solo con bacterias vivas sino con parte de las paredes de las bacterias. La bacteria genera defensinas, que son como antibióticos, que le sirven para combatir a otras y que se encuentran en la pared de la bacteria. En Tandil están investigando un tipo de proteína que fabrica la bacteria y que tendría propiedades inmunológicas y de defensa, que servirían sobre todo cuando hay bacterias resistentes a los antibióticos.
- ¿Cuál es la causa más común de consulta en Argentina?
- El síndrome de colon irritable es la causa más común de consulta médica en gastroenterología y en clínica también es sumamente frecuente. El paciente que tiene cambios evacuatorios y dolor abdominal y que se asocian, lo lleva a pensar que tiene algo grave. Mucha gente tiene esos síntomas crónicamente y la mayoría no va al médico. Los que van, son los que más temor tienen.
-¿Qué genera un colon irritable?
-Un 10% de los síntomas vienen después de una gastroenterocolitis aguda, antes nunca tuvo nada el paciente y quedó sensibilizado. En España, después de una paella colectiva, en un pueblo se contaminaron todos con salmonella. Un grupo de médicos fue para investigar cuántos quedaban con un intestino irritable post infeccioso y vieron que los que quedaban eran los que tenían un índice de ansiedad y depresión mayor que los otros.
-¿Las emociones inciden?
-Los factores emocionales inciden para que alguien quede con un síndrome de intestino irritable aunque la causa haya sido infecciosa. Es como cuando uno se quema, se le va la quemadura pero queda sensible la piel. En el tubo digestivo puede preexistir por años la irritabilidad y en esos pacientes suele haber disbiosis. En estos casos a veces la medicación es útil, pero otras veces no alcanza, por eso son muy útiles las terapias no farmacológicas, como las terapias cognitivas o la hipnosis.
-¿O sea que el tratamiento no es sólo medicación?
-Cuando se espera un medicamento para el intestino irritable, hay que saber que entre el 40-50% tiene efecto positivo con el placebo. Tiene que ser muy superior al 50% para que sea efectivo, pero sin lugar a duda la primera terapéutica es la relación médico-paciente. Sin relación médico-paciente no se puede lograr nada. Y ese es el problema: cada vez la medicina tiene menos tiempo para escuchar al paciente.
NOTA PUBLICADA EN EL NUEVO DIARIO EL 20 DE OCTUBRE DE 2017