Víctor Federico Echegaray

La historia deportiva sanjuanina atesora páginas inolvidables. Hubo deportistas que brillaron a nivel nacional y mundial, como es el caso del boxeador Víctor Echegaray. Este artículo fue publicado en El Nuevo Diario, edición 595 del 26 de febrero de 1993

 Víctor Federico Echegaray fue el sanjuanino que más glorias conquistó en el mundo del boxeo.
Fue campeón argentino y sudamericano y peleó dos veces por el título mundial de los livianos juniors.
El 5 de setiembre de 1972, en Hawaii, le había ganado por puntos al filipino Ben Villaflor. Sin embargo, el jurado, de una manera absurda, cambió las tarjetas y dio empate. Luego, el 19 de junio de 1973, en Tokio, perdió por puntos con Kuniaki Shibata.

Una dilatada carrera que culminó con el retiro. Hoy es profesor de boxeo en la Escuela de Cadetes de la Policía de la Provincia, donde acaba de ingresar como cadete su hijo Víctor Hugo, de 17 años.

Víctor nació en la Villa Zavalla, en Desamparados, el 16 de setiembre de 1945. Luego pasó a vivir en la Villa Elena, al lado del Barrio Huazihul, donde jugaba al fútbol a toda hora.
Un día, tenía 14 años, conoció en el gimnasio del club a Rafael Rebollo y a Pepe Martín. Le dio la primera piña a la bolsa y confesó que ahí estaba su pasión.
Dos meses de gimnasio, con 57 kilos de peso, debutó como amateur en el salón Más, en Pocito, ante Víctor Hugo Millán, del Landini. Fue empate. Era zurdo y cambió de guardia, ya que así se saca la izquierda adelantada y se da agilidad a ambas manos.

Después de 19 combates, con varias interrupciones, por un tiempo abandonó. Fue a Buenos Aires a trabajar, hasta que llegó el debut como profesional. Fue en 1969, contra Humberto Villalobos, de Mendoza. Ganó por abandono en el último round.
"Le corté la oreja con un derechazo y debió parar", comentó. De paso comprendió que ser profesional era otra cosa. Se ganaba algún dinero y tuvo continuidad y adquirió experiencia, la que se incrementaría cuando se ubicó en los primeros planos del boxeo nacional.

 Su primera pelea fuera de San Juan fue en el Luna Park de la Capital Federal, con la dirección de Juan Carlos Pradeiro. Fue contra el correntino Venán Zalez. Perdió por abandono en el quinto. "Estaba ahogado por el clima y el correntino pegaba como una mula. Le rogué a Pradeiro que tirara la toalla, porque si no me mataba. Después llegaría la revancha. Con Juan Carlos aprendí un montón. Es un maestro al que sólo hay que obedecer y asimilar sus enseñanzas".

Luego fue a Uruguay, donde le quitó el invicto a un uruguayo, en categoría medio mediano liviano.
En 1970 fue invitado a México. Allí, cerca del Monumento de la Revolución, combatió con Felipe Torres y Pedro Domínguez, a quienes venció y al campeón mundial Ricardo Arredondo, a quien tuvo a mal traer. Faltando diez segundos, pararon la pelea, porque tenía rotas las cejas, pero estaba ganando en la puntuación.

Allí aprendió mucho de los mejicanos. Son guerreros y peleadores, duros como rocas. Después sería campeón argentino y sudamericano, derrotando a Juan Domingo Corradi, en una pelea considerada de las memorables en la catedral del boxeo nacional.
Inmediatamente desafió al mendocino por la corona sudamericana y allí obtuvo la más fácil victoria de todas. La ganó en la balanza, pues Corradi no aceptó pelear y Víctor fue al pesaje, dio la categoría y se quedó con el cinturón de campeón de América

 He aquí sus reflexiones: "Con Villaflor estaba seguro haber ganado. Sufrió infinidad de golpes bajos, trampas. Con Shibata la cosa fue más pareja y perdí ahí nomás. Creo -al igual que muchos prestigiosos periodistas- que debí ser campeón mundial. Lamentablemente no pudo ser. Tal vez me faltó un cachito para ganar más claramente, pero no me quita el sueño. Sé que dí todo por mi San Juan, por mi país y el balance me ha dado positivo, tanto en el deporte como en la vida. Además, yo tenía como mira para lograr la corona mundial pelear con Alfredo Marcano, en mi segundo intento. Lo tenía como una obsesión. Este optó primero por enfrentar a Shibata y luego a mí. Pero el japonés le quitó insperadamente el título y debió enfrentarse conmigo, en Tokio.
Y allí las diferencias fueron muy escasas en mi favor, pero el localismo de los jurados, aunque no todos eran japoneses me dejó con las ganas. El boxeo sanjuanino no tiene incentivo para los chicos. En el último campeonato de los barrios, los jóvenes sólo tuvieron como retribución una gaseosa y un sandwich. Y fueron como cien.
Yo recuerdo que organizábamos el ''happening'' boxístico con Raúl Pereyra.

Eran combates de dos asaltos y los protagonistas recibían obsequios como ravioles, tallarines, gorras, remeras, empanadas, regalos, todos obtenidos de casas de comercio. La entrada era gratuita. Habían entre ocho y diez combates y era una gran promoción, pues siempre aparecía alguien con pasta para ser boxeador.

Me siento muy feliz y realizado. Formé una maravillosa familia con la que gozo todos los momentos, junto a mi esposa María Margarita Rodríguez y mis hijos, Karen Vanessa, Víctor Hugo y Dennis Federico.

“El ser profesor de boxeo en la Escuela de Cadetes de la Policía de la Provincia me hace seguir estando cerca de mi pasión. Y deberé poner todo de mí para que aprendan los chicos, particularmente ahora que mi hijo ha ingresado como cadete y futuro integrante de la fuerza policial, brazo armado de la comunidad".

Ver artículos:

-- Víctor Echegaray homenajeado en La Ventana.
Ver video del programa conducido por Juan Carlos Bataller y Juan Carlos Bataller Plana

-- Víctor Echegaray: La vida del campeón mundial sin corona.
Ver video o texto de la entrevista realizada por Juan Carlos Bataller para el ciclo “Qué hiciste con tu vida”.

-- Víctor Echegaray. El sanjuanino que no salió campeón mundial por bueno




GALERIA MULTIMEDIA
En esta foto de 1973, en Tokio, aparece al centro Víctor Federico Echegaray; a su izquierda Juan Carlos Pradeiro y a la derecha Tito Lecture. Echegaray fue a pelear por el título mundial de la categoría Liviano Junior (hasta 59 kilos) con el japonés Kuniaki Shibata el 19 de junio. El sanjuanino perdió por puntos. La primera pelea de Echegaray, nacido el 16 de septiembre de 1945, fue a los 14 años, en Pocito, frente a Víctor Hugo Millán. Pepe Martín fue quien lo guió en los primeros pasos, para luego ser Juan Carlos Pradeiro su preparador. En 1971 ganó el título argentino de la categoría, imponiéndose por K.O. en el tercer round al mendocino Juan Domingo Corradi y en 1972 se enfrentó con Ben Villafor, en Honolulu, por el título del mundo. En ese combate ganó por puntos, pero los jurados dieron empate, perdiendo la posibilidad de ser campeón. Su última pelea fue en 1982. Luego del retiro siguió ligado al boxeo preparando púgiles en el Club Julio Mocoroa y en la sede del Barrio Santo Domingo.
1973 - Víctor Federico Echegaray en Tokio / En esta foto de 1973, en Tokio, aparece al centro Víctor Federico Echegaray; a su izquierda Juan Carlos Pradeiro y a la derecha Tito Lecture. Echegaray fue a pelear por el título mundial de la categoría Liviano Junior (hasta 59 kilos) con el japonés Kuniaki Shibata el 19 de junio. El sanjuanino perdió por puntos. La primera pelea de Echegaray, nacido el 16 de septiembre de 1945, fue a los 14 años, en Pocito, frente a Víctor Hugo Millán. Pepe Martín fue quien lo guió en los primeros pasos, para luego ser Juan Carlos Pradeiro su preparador. En 1971 ganó el título argentino de la categoría, imponiéndose por nockaut en el tercer round al mendocino Juan Domingo Corradi y en 1972 se enfrentó con Ben Villafor, en Honolulu, por el título del mundo. En ese combate ganó por puntos, pero los jurados dieron empate, perdiendo la posibilidad de ser campeón. Su última pelea fue en 1982. Luego del retiro siguió ligado al boxeo preparando púgiles en el Club Julio Mocoroa y en la sede del Barrio Santo Domingo.
Víctor Federico Echegaray muestra los cinturones que ganó a lo largo de su carrera pugilística
Víctor Federico Echegaray posando como Campéon Sudamericano