El siguiente artículo de Juan Carlos Bataller fue publicado en El Nuevo Diario, edición 1330 del 22 de febrero de 2008
Fue la única vez que Juan Domingo Perón y Eva Duarte, estuvieron juntos en San Juan.
Ocurrió el 10 de abril de 1949.
Gobernaba la provincia Ruperto Godoy y el matrimonio presidencial estaba en la cúspide de la voluntad popular, especialmente en San Juan, provincia a la que habían dedicado el mayor apoyo tras la destrucción de la ciudad por el terremoto de 1.944
El presidente había llegado a San Juan tras clausurar un congreso de filosofía en Mendoza.
Arribó en tren a la estación San Martín donde fue recibido por los funcionarios provinciales y una formación del Regimiento 22.
La esposa del gobernador, doña Hélida Basualdo, entregó un ramo de flores a la primera dama y comenzó luego un largo periplo que hizo
recorrer al general casi 200 kilómetros, siempre seguido por una multitud en bicicletas colectivos, camiones, motos y autos.
Perón tenía que inaugurar un canal de riego, con su nombre, y realizar un acto en el Estadio Abierto, además Evita traía un millón de pesos para obras.
Pero antes les esperaba un largo raid.
Recorrieron primero, las obras de la “Colonia Hogar para menores mujeres María Eva Duarte de Perón” – en aquel tiempo todo se llamaba Perón o Evita-; luego pasaron por la escuela José Cortínez y el puesto sanitario de Alto de Sierra. Siguieron por el Barrio María
Eva Duarte de Perón en Concepción y por la construcción, en Chimbas, de otro barrio, que se levantaba con dineros de la Fundación Eva Perón.
Más tarde visitaron el Hospital Rawson y al Barrio Rivadavia donde se levantaba la escuela Provincia de Mendoza.
Después se dirigieron al departamento Rivadavia donde inauguraron el canal Perón. En realidad ya existía pero había sido refaccionado y rebautizado.
Hoy tiene su nombre original Ingeniero Quiroga. Es el que está al noreste del Partidor San Emiliano, donde nace.
Sobre ese puente principal se ubicó el general y apretó el botón eléctrico y comenzó a vaciar el río sobre las cámaras desrripiadoras.
En la ceremonia se izó la bandera nacional, se cantó el himno y bendijo las instalaciones el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Audino Rodríguez Olmos.
Luego fueron hasta el Barrio Perón, en Chimbas, que construían los alumnos de la escuela de albañilería, y en Desamparados recorrieron otro barrio que se levantaba, también, con fondos de la Fundación Evita.
Al mediodía Perón y Evita llegaron al estadio del Parque, que rebalsaba de gente, según las crónicas. Niños de escuelas con sus guardapolvos y miles de banderas. Las tribunas abarrotadas, el campo de deportes ocupado totalmente por delegaciones gremiales y de centros femeninos con cientos de pancartas.
En su discurso, Perón dijo: “En mi visita a Mendoza no podía dejar de llegar hasta San Juan por dos motivos fundamentales: primero porque siento que mis sentimientos de argentino están ligados a este San Juan que en mis primeros pasos en la vida pública quiso la providencia que yo pudiera iniciar una acción en beneficio del castigado pueblo sanjuanino”. En alusión a la ayuda brindada tras el terremoto del `44, meses después de que él llegara a la presidencia.
El segundo motivo estuvo dedicado al gobernador provincial: “Quería que llegase a esta provincia, con mi visita, el estímulo a un gobernante proveniente del pueblo, honrado y tenaz en sus realizaciones. Desde 1.000 kilómetros de distancia observamos y sabemos quién es el que charla y quién es el que hace”, dijo refiriéndose a Ruperto Godoy.
Fuentes: diarios de la época