Cómo fue el regreso de los restos de Buenaventura Luna

Este artículo hace un recorrido fotográfico de la llegada de sus restos a Jáchal, donde fue sepultado en su Huaco natal. Publicado en La Pericana, edición 310 del 30 de julio de 2022.

 Ayer, (29 de julio de 2022) se cumplieron 68 años de la muerte de Eusebio Dojorti Roco, Buenaventura Luna. El bardo huaqueño falleció el 29 de julio de 1955 a los 49 años a causa de un cáncer de laringe, que le había hecho prácticamente perder la voz. Al fallecer, su cuerpo fue cubierto con su poncho y ubicado inicialmente en el panteón de SADAIC del cementerio de La Chacarita, en Buenos Aires. En su entierro, el dúo Alfonso y Zabala cantó una tonada.

En 1956 —un año después de su muerte—, su cuerpo regresó a Huaco acompañado por un grupo de arrieros que participó del cortejo hasta el cementerio del pueblo y le dedicó una emotiva tonada. Así, se cumplió lo que también había cantado en “Vallecito”: «cuando me doble el cansancio de mis afanes perdidos / he de tornar a la sombra de tus viejas arboledas».

Hoy descansa a la sombra de un viejo algarrobo rodeado del cariño de sus paisanos, que le devuelven en forma de celebraciones y cantos el amor que él siempre les brindó.

 

Ver letras del cancionero de Buena Ventura Luna

        

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El pueblo jachallero acompaña los restos de Buenaventura Luna en los alrededores de la plaza departamental, rumbo al templo de San José donde se le realizó el responso.
Los restos de Buenaventura Luna llegan al templo de San José de Jáchal para su responso. Se observa en primer plano a autoridades religiosas de distintos credos.
El féretro donde están los restos de Buenaventura Luna, durante el responso en la Iglesia de San José de Jáchal
El templo de San José en Jáchal colmado de gente despidiendo los restos de Buenaventura Luna
La gente haciendo guardia ante la inminente llegada de los restos de Buenaventura Luna en la Cuesta de Huaco. Se ven gauchos a caballo en la loma, gente que llegó caminando y algunos vehículos, incluso a alguien en bicicleta en la polvorienta ruta.
El cortejo fúnebre con los restos de Buenaventura Luna llegan a Huaco acompañado de muchos lugareños caminando portando ofrendas florales, gente en auto y de a caballo. Se observa el polvo levantado por la calle de tierra y al paso de la gente.
Los alumnos de escuelas también dijeron presente en la llegada de los restos de Buenaventura Luna a su pueblo natal, Huaco. Los mismos son trasladados en la ambulancia que va en primer lugar
Don Rogelio Pérez Olivera, despide los restos de Buenaventura Luna, al costado de la tumba donde sepultaron al poeta huaqueño, debajo de un algarrobo.
La foto muestra la tumba donde descansan los restos de Buenaventura Luna. La misma está debajo de un añoso algarrobo, sobre ella un guitarra y también se ven placas en su homenaje.
El pueblo de Huaco recibe el cortejo fúnebre que lleva los restos de su hijo predilecto, don Buenaventura Luna. La imagen fue tomada en la Cuesta de Huaco y se ve gente de a pie, montadas a caballo y algunas movilidades.