Ciclismo
Maribel Aguirre, ciclista de alto rendimiento
Maribel Aguirre, candidata a los premios Olimpia en 2022, ha sido apodada por algunos de sus allegados como "Bebota", un sobrenombre que se remonta a sus primeros días compitiendo en ciclismo cuando era apenas una niña de 5 años. Esta designación surgió durante una competencia hace 17 años, donde un periodista que narraba las carreras infantiles la bautizó de esa manera. Inicialmente, Maribel no se sentía cómoda con este apodo, pero con el tiempo se convirtió en una forma cariñosa de referirse a ella.Su vínculo con el ciclismo no fue una elección casual. A pesar de la presión de su familia, que la introdujo a distintos deportes para que explorara otras opciones, Maribel siempre estuvo destinada al ciclismo, una pasión que heredó de su padre, Sergio Aguirre, reconocido ciclista a nivel mundial. La influencia familiar fue fundamental en su trayectoria, ya que su padre no solo es un ciclista destacado, sino también el fundador de una escuela de ciclismo donde Maribel dio sus primeros pasos en el mundo profesional de las pedaladas.Para Maribel Aguirre, el ciclismo no es solo un deporte, es su profesión y agradece la fortuna de poder vivir de él. Reconoce el esfuerzo constante que ha dedicado desde una edad temprana y valora el apoyo de su familia, quienes nunca la presionaron para sobresalir. A pesar de su enfoque profesional en el deporte, disfrutó enormemente su etapa juvenil, considerándola más un juego que una competición seria.El entorno familiar de Maribel está intrínsecamente ligado al ciclismo: su abuelo, su padre, su hermana Ludmila y hasta su madre, Roxana Mangüe, quien es periodista deportiva. Esta dinámica familiar ha inculcado en Maribel la visión de que todas las carreras, independientemente de su importancia, son igualmente significativas.Su compromiso con el ciclismo ha sido tan intenso que sacrificó momentos personales, como perderse fiestas de quinceañeras de sus amigas en pos de sus entrenamientos rigurosos. Esta responsabilidad y compromiso se reflejan en su actitud, ya que incluso en momentos de distracción, como estar con sus amigas, seguía manteniendo su disciplina y responsabilidad con sus entrenamientos.El ciclismo le ha proporcionado a Maribel la oportunidad de explorar el mundo, agradeciéndole la posibilidad de conocer países como Italia, Suiza, Noruega y muchos más, experiencias que no hubiera vivido de no ser por este deporte.
