Una joya escondida al norte de Jáchal
Pasleam, una joya escondida al norte de Jáchal, emerge como un destino
fascinante para los amantes del turismo natural. Este paraje, en la zona de la
precordillera central del departamento, cuenta con una variedad de geoformas,
saltos de agua y un arroyo que revela los vestigios de un remoto pasado
marítimo en la región sanjuanina.
A tan solo 26 km al norte del centro de Jáchal, cerca de Villa Mercedes, Pasleam despliega un paisaje serrano, exuberante en vegetación, montañas imponentes y quebradas pintorescas. El trekking para llegar hasta este lugar es una travesía de entre 4 a 6 horas, una caminata que se ve recompensada por la diversidad de la naturaleza que se despliega a lo largo de los 10 km de ida y vuelta desde el punto accesible en vehículo hasta el mencionado puesto.
El trayecto ofrece una experiencia inolvidable; el camino zigzagueante está salpicado de sorpresas en cada paso. El arroyo Pasleam se convierte en compañero de ruta, invitando a caminar por sus aguas. En la temporada actual, el caudal es reducido, generalmente alcanza el tobillo y solo en pozones específicos llega hasta las rodillas. Se aconseja a los visitantes mojarse los pies en lugar de arriesgarse a saltar, priorizando así la seguridad para evitar posibles accidentes.
Este sitio, que alguna vez albergó pobladores hasta el año 2000 para
luego convertirse en zona de cultivos privados, aún conserva vestigios de su
pasado. Casas que fueron hogar de hasta 100 personas, una escuela y una pileta
se mantienen en pie, testigos mudos de una época pasada. La zona de precordillera,
en Jáchal, se beneficia del sistema de canales para el riego, alimentando ahora
los frutales que adornan el paisaje.
La geología
Geológicamente, Pasleam se remonta al Carbonífero, hace unos 350 millones de años, en plena era Paleozoica. Las rocas exhiben ondulaciones que evidencian la energía del antiguo mar. Su composición permite discernir entre zonas fangosas y lugares con mayor corriente, revelando la historia geológica del área. La montaña misma es un testigo silencioso de su pasado sumergido bajo las aguas.
Pasleam en Jáchal se erige como un testimonio vivo de la evolución geológica y un destino imperdible para aquellos que buscan conectar con la naturaleza y la historia que se esconde entre sus formaciones rocosas y sus corrientes de agua cristalina.El nombre
“Cultivo hermoso para veranear” es lo que significa Paslian, que con el tiempo derivó en Pasleam. Así consta en el libro “Contribución a la historia geográfica de San Juan”, escrito en el año 1907 por Pedro Pascual Ramírez. Hay también versiones que indican que este nombre deriva de un cacique Inca.
La zona era reconocida
por su atractivo natural y su exuberancia. Los religiosos la emplearon como
lugar de esparcimiento. Los depósitos presentan una selección deficiente,
mostrando una considerable presencia de materiales arenosos y limosos, además
de una mezcla de rocas metamórficas, graníticas y sedimentarias de variadas
formas y tamaños.
Para llegar a Pasleam hay que pasar primero por Villa Mercedes,
una localidad que se encuentra a poco más de 16 kilómetros de San José de
Jáchal. Al paraje solo se llega caminando. Se recomienda ir con guías que
conozcan la zona.