Si hay que señalar un momento de cambio histórico en San Juan ese fue el 12 de abril de 1885 cuando por primera vez llegó el ferrocarril.
Presidía la Nación uno de los más grandes presidentes que haya tenido el país: Julio Argentino Roca quién ese día llegó en el tren, acompañado por una numerosa comitiva, para inaugurar un medio que transformaría la provincia y sería el inició de una economía basada en la vitivinicultura.
El servicio del llamado Ferrocarril Andino, recién se libraría al público casi dos meses más tarde, el 6 de mayo.
Esta imagen fue tomada en la década de 1900 y brinda detalles muy interesantes. Al fondo se ve lo que se llamó “Casona del Ferrocarril” o “Estación” que se terminó recién en 1887. Lucía como uno de los edificios más altos de San Juan, con planta baja y primer piso. La edificación ocupó un total de 934,30 metros cuadrados, empleándose muchos rieles en desuso, ladrillos cocidos únicamente, y mucha madera de algarrobo.
La “estación”, adquirió desde sus inicios una significación social importante para la vida de los sanjuaninos, nunca superada por el Ferrocarril Central Norte (ex Belgrano). La ciudadanía se sentía orgullosa de su magnífico edificio de dos plantas. Pero también era el más importante “termómetro político” de los líderes en la época. A través del acompañamiento o recepción de los mismos se marcaba el grado de caudal partidario y político de los personajes que iban o venían desde la Capital de la República.
Alrededor de la estación se generó un ambiente muy especial donde convivían pensiones, hoteles, prostíbulos, fondas y comercios que tuvieron su momento de esplendor ante la llegada de inmigrantes y el crecimiento de la economía.
(Foto proporcionada por
Juan O. Escudero)
Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición
867 del 15 de febrero de 2024