Tras meses de expectativa por conocer el nuevo espacio cultural de San Juan, finalmente abrió sus puertas el Teatro del Bicentenario.
Después
de los discursos, las luces se apagaron para dar inicio al espectáculo, que
comenzó con la aparición de una marioneta gigante, de 10 metros de alto. Con
luces de colores, la figura avanzó acompañada por murgas locales, que le
pusieron ritmo a la noche e hicieron aplaudir al público. A continuación, el
foco de atención fue el techo del teatro, desde el cual emergieron cuatro
artistas de la compañía Allegra, que realizaron un número de teatro aéreo con
los colores de la bandera argentina. Las paredes del teatro sirvieron como
pantallas para la proyección de imágenes típicas sanjuaninas, con la tecnología
del mapping digital. Las vides, las montañas, la producción del vino, el
folclore sanjuanino, las murgas, la danza y símbolos teatrales fueron los motivos
elegidos para presentar la nueva sala.
Mientras
los invitados ingresaban al teatro, las sorpresas continuaron en la plaza, con
un show de fuegos artificiales y la aparición de un nuevo personaje teatral,
que se desplazó con tirolesa desde el Centro Cívico hacia el teatro.
La
original versión de La Fura dels Baus de Carmina Burana fue la obra elegida
para inaugurar el Teatro del Bicentenario. La Orquesta Sinfónica de la
Universidad Nacional de San Juan, el Coro Universitario, el Coro de la
Universidad Católica de Cuyo, el Coro Arturo Beruti y el Coro Villicum se
lucieron en una brillante interpretación de la cantata compuesta por Carl Orff.
La
compañía española, dirigida por Carlus Padrissa, impactó con efectos especiales
y seductoras escenas que incluyeron cascadas de agua, una luna gigante, hombres
y mujeres en trance por los efectos del vino.
Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición 894
del 25 de marzo de 2024