De la pluma del doctor César Quiroga Salcedo
“Se trata de una colección de 120 piezas eróticas –muchas de ellas con
numerosas variantes- separadas en tres secciones dispares y ordenadas de
acuerdo con criterios también dispares.
El
primero, de “adivinanzas inocentes pero de solución obscena”, esto es, de
adivinanzas en las que léxicamente no encontramos lo que se conoce por malas
palabras, pero cuya solución descubre una zona o parte del cuerpo que solía
pudorosamente esconderse pero que ahora la televisión, el cine y la literatura
ha mostrado en su derecho y en su revés. Me refiero a las pudendas.
La
segunda sección es la más numerosa (83 piezas) y agrupa las adivinanzas que
Lehmann Nitsche llama “obscenas aunque de solución inocente”. Es decir,
continente obsceno o prohibido, contenido corriente, inocuo, angelical…
La
tercera sección entraría en lo que yo llamo propiamente acertijos[1],
tratándose de doce ejemplos grotescos que el recopilador consigna como
“preguntas graciosa”.
De
todas estas piezas coleccionadas algo más de la mitad proviene (muchas
exclusivamente) de Buenos Aires (62 piezas), entendiéndose por tal, de la
Provincia de Buenos Aires y no sólo de la ciudad…”
(*)
Directora del Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas Manuel
Alvar (INILFI) de la FFHA de la UNSJ. Miembro de la Academia Argentina de
Letras.
Fuente: publicado en La Pericana,
edición 392, del 5 de mayo de 2024
Ver
también:
-- Palabras en adivinanzas eróticas - Primera parte
-- Palabras en adivinanzas eróticas - Segunda parte
-- Palabras en adivinanzas eróticas - Tercera parte
[1] Una cosa es la adivinanza con rima y ritmo y otra cosa es una pregunta con solución libre, abierta. La solución de una adivinanza propiamente dicha coincide como una ecuación con una cosa; la del acertijo no. Hay una solución que es la capciosa, pero pueden darse otras. V. gr. ”que hacemos cuando nos acostamos? – Bulto!” Pero también puedo responderse con exactitud: dormir, descansar, taparnos, etc.