Algunos siglos antes de la llegada de los españoles, en el territorio sanjuanino ya se habían establecido varios sistemas de riego de gran envergadura y complejidad. Uno de estos sistemas se encontraba en el Valle de Zonda, destacándose por un canal principal que se extendía aproximadamente 10 km y una extensa red de riego que facilitaba la agricultura en gran parte del sector occidental del valle. En este artículo, se detallan los hallazgos del relevamiento de este sistema y se analizan aspectos relacionados con su construcción, caudal y funcionamiento.
La historia del manejo del agua en la región andina tiene profundas raíces y exhibe una diversidad de prácticas vinculadas tanto al riego como al consumo humano directo. Las primeras estructuras para el suministro regulado de agua en la provincia de San Juan se remontarían a más de 2.000 años atrás.
Con el paso del tiempo, el conocimiento y las obras indígenas relacionadas con el aprovechamiento del agua se volvieron más sofisticadas, llegando a su apogeo en los momentos anteriores a la llegada de los españoles, cuando se observa la construcción de sistemas extensos de canalización y riego que abarcaban distancias de más de 20 km.
En San Juan, aún se conservan numerosos vestigios de estos sistemas de riego, como los ubicados a lo largo de ambas márgenes del Río Blanco (Damiani, 2002), en los valles de Calingasta y Zonda y en la localidad de Tocota. Sin embargo, hasta la fecha, solo se han estudiado los del Río Blanco.