Gervasio Marcial Cuello, el ciego del bandoneón



Ciego de nacimiento, Gervasio Marcial Cuello, con el bandoneón a cuesta, llegaba todas las mañanas al centro de la ciudad e instalaba su banquito en General Acha entre Rivadavia y Laprida.

Llegó a ser parte del paisaje cotidiano este músico que con tangos, valses y milongas alegraba la mañana sanjuanina.

En una nota que le hiciera Gustavo Martínez en El Nuevo Diario en 1991 recordó que Pedro Luis Olivera y el maestro Albarracín le enseñaron los primeros rudimentos musicales.

Pasado el mediodía Gervasio recogía el tarrito con las monedas que dejaba algún transeúnte, tomaba su bastón blanco y volvía a Caucete, donde lo esperaba su familia.

La zona, una de las más transitadas de la ciudad, ya no es la misma desde que no suenan las notas del bandoneón de Gervasio..



Fuente: Publicado en Nuevo Mundoedición 947 del 12 de junio de 2024

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Gervasio Marcial Cuello, tocaba su bandoneón en calle General Acha, entre Rivadavia y Laprida.
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