Fray Jenuario José Wenceslao Achával y Medina, un sacerdote franciscano muy conocido en la historia de San Juan, nació el 26 de octubre de 1814 en Santiago del Estero. Desde joven se destacó en el ámbito religioso y académico, llegando a ser catedrático en el Colegio del Convento de San Pedro de Alcántara en Catamarca antes de ordenarse como sacerdote en 1831. Fue diputado provincial en Catamarca en 1846 y luego se trasladó a Santiago del Estero. En los años 1850, se desempeñó como profesor de teología en el seminario de la diócesis de Tucumán, ubicado en Catamarca. Entre sus alumnos se destacó Fray Mamerto Esquiú.
El 4 de octubre de 1868, Achával fue ordenado obispo de San Juan de Cuyo por el papa Pío IX. Si bien su legado en San Juan fue principalmente religioso e intelectual, uno de sus mayores logros fue su intervención decisiva en la sublevación de 1877, conocida como la rebelión del "Cabezón".
Todo empezó el 24 de noviembre de 1877, cuando el sargento José Sierra, apodado "el Cabezón", lideró una revuelta militar debido a los atrasos en los pagos de los soldados. El cuartel de San Clemente, ubicado en el centro de la ciudad de San Juan, fue tomado por las fuerzas sublevadas después de un violento enfrentamiento en el que murieron varios oficiales. Sierra y sus hombres tomaron el control y comenzaron a saquear la ciudad, con la intención de asesinar al gobernador Rosauro Doncel y a sus ministros.
En medio de ese caos, Fray Achával, sin armas ni protección, se enfrentó a los revoltosos y logró convencerlos de que depusieran las armas, evitando así un derramamiento de sangre aún mayor. Posteriormente, el sargento Sierra recibió suministros de algunos comerciantes locales y partió hacia Chile con sus hombres el 26 de noviembre, donde finalmente se perdió su rastro.
Se cree que Achával, sin recursos propios por ser un franciscano que vivía en la pobreza, logró reunir una importante suma de dinero esa misma noche gracias al apoyo de familias adineradas de San Juan, dinero que posteriormente fue devuelto por el gobierno nacional. Gracias a esta acción, salvó la vida del gobernador Doncel y evitó más tragedias en la provincia.
Fray Wenceslao Achával falleció en San Juan en febrero de 1898, dejando un legado imborrable en la historia de la provincia.
Fuente: https://sisanjuan.gob.ar/