Eduardo Bustelo Graffigna fue un intelectual, académico y defensor de los derechos humanos que dedicó gran parte de su vida a la protección de los niños y niñas. Su vida y su obra estuvieron marcadas por una vocación de servicio público, un profundo compromiso con la justicia social y una visión global sobre los derechos de la infancia. A lo largo de su carrera, Bustelo construyó un legado que lo convirtió en uno de los referentes más importantes en la defensa de los derechos de los niños, tanto en Argentina como en el ámbito internacional.
Un Trayecto Académico Sobresaliente
Nacido en Mendoza, Argentina, Eduardo Bustelo se formó en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), donde obtuvo su licenciatura en Ciencias Políticas y Sociales. Su pasión por las ciencias sociales lo llevó a continuar sus estudios en el ámbito internacional, obteniendo una maestría en Ciencia Política y Administración Pública por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y un máster en Política y Planificación Social en la London School of Economics and Political Science (LSE), una de las universidades más prestigiosas del mundo.
Como académico, Bustelo fue profesor en diversas instituciones, destacándose especialmente en la UNCuyo, donde fue director de la Maestría en Política y Planificación Social de la Facultad de Ciencias Políticas. Durante su carrera docente, fue un referente para sus estudiantes, quienes valoraban su profundo conocimiento, su claridad en la transmisión de ideas y su enfoque humanista sobre los problemas sociales.
Compromiso con los Derechos de la Infancia
Eduardo Bustelo no solo se destacó en el ámbito académico, sino también en su trabajo en organismos internacionales como UNICEF, la CEPAL y el PNUD. Fue el primer director de la Oficina de UNICEF en Argentina y tuvo un papel destacado en la creación de políticas públicas relacionadas con la infancia y la adolescencia.
Uno de los logros más significativos de Bustelo fue su participación en la redacción y discusión de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño en Ginebra. Esta convención, adoptada en 1989 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, fue un hito en la protección de los derechos fundamentales de los niños y sigue siendo uno de los documentos más importantes en este ámbito.
Además, Bustelo fue un actor clave en la Cumbre Mundial sobre la Infancia, que tuvo lugar en 1990, donde se establecieron compromisos globales para mejorar las condiciones de vida de los niños en todo el mundo. Su visión de la infancia como un derecho inalienable, un derecho a ser protegido y promovido, estuvo presente en todas sus intervenciones y proyectos.
Legislador y Defensor de Políticas Sociales
En el ámbito político, Bustelo también dejó su huella. Fue Diputado Provincial en San Juan y Vicepresidente Primero de la Legislatura provincial, cargo desde el cual impulsó diversas iniciativas a favor de la infancia y la adolescencia. Entre sus proyectos más importantes se destaca la ley que otorgaba el derecho al voto a los jóvenes de 16 años en la provincia de San Juan, una propuesta innovadora que convirtió a la provincia en la primera en el país en ampliar los derechos electorales de los adolescentes.
Bustelo también fue un firme defensor de la política social, promoviendo un enfoque integral que involucraba la educación, la salud y el bienestar de los niños, especialmente aquellos en situación de vulnerabilidad. A lo largo de su carrera, se comprometió a crear un sistema social que no solo atendiera las necesidades inmediatas, sino que también brindara las herramientas necesarias para el desarrollo integral de los niños.
Su Visión y Legado
Las palabras de Eduardo Bustelo resumían su profunda comprensión de los desafíos sociales: "La infancia como otro comienzo es la cuestión mayor y crucial que un proyecto abierto al futuro debe resolver para anunciar la libertad desde el nacimiento". Este pensamiento se refleja en todas las áreas de su trabajo, donde la justicia social, la equidad y la defensa de los derechos humanos fueron los pilares fundamentales.
Eduardo Bustelo falleció en julio de 2014, dejando un vacío irremplazable en el ámbito académico, político y social. Su legado sigue vivo a través de los programas que impulsó, las leyes que promovió y los miles de niños y jóvenes que se beneficiaron de su visión. Hoy, su nombre es sinónimo de lucha por un mundo mejor para la infancia, un mundo en el que los derechos de los niños sean siempre una prioridad.
El homenaje a Eduardo Bustelo, realizado en 2014, fue una muestra de admiración y gratitud hacia un hombre que dedicó su vida a mejorar la situación de los más vulnerables. Aquellos que lo conocieron lo recuerdan como un ser comprometido, un pensador profundo y, sobre todo, un ser humano que dejó una huella imborrable en la historia de la defensa de los derechos de la infancia en Argentina y en el mundo.