Gino Bevilacqua ya está dejando una marca en el mundo del vóley. Nacido en la ciudad de San Juan, este joven de casi dos metros de altura no solo ha representado a la Selección Argentina, sino que ahora también está cumpliendo su sueño de jugar en el exterior.
La pasión de Gino por el vóley nació en el seno de su hogar. Influenciado por sus padres, quienes practicaban el deporte de manera recreativa, encontró en el vóley una conexión especial desde temprana edad. Su camino deportivo comenzó formalmente a los 11 años, cuando se unió al club Obras, reconocido en San Juan por su tradición en formar grandes talentos en este deporte. Fue ahí donde su habilidad y dedicación empezaron a destacar, marcando el inicio de una prometedora carrera.
La evolución de Gino lo llevó a tomar decisiones difíciles a corta edad. A los 16 años, dejó su hogar en San Juan para integrarse al Club Ciudad de Campana en Buenos Aires. Esta etapa, lejos de su familia, fue crucial para su desarrollo personal y deportivo.
La habilidad de Gino no pasó desapercibida para los entrenadores de la Selección Argentina. Su dedicación lo llevó a participar en diversas observaciones y, finalmente, a representar a su país en competencias internacionales, incluyendo el Sudamericano en Lima. Este logro marcó un punto culminante en su joven carrera.
En su camino hacia la profesionalización, Gino dio un paso significativo al incorporarse al Cascia Volley en Italia. La ciudad de Spoleto se convirtió en su nuevo hogar, un lugar donde no solo perfecciona su técnica, sino que también abraza una nueva cultura y enfrenta nuevos retos.
A pesar de su exigente carrera deportiva, Gino ha mantenido el compromiso con su educación, continuando sus estudios secundarios a distancia. Este equilibrio refleja su visión de futuro y su dedicación tanto dentro como fuera de la cancha.
Desde sus inicios en Obras hasta su presente internacional, la trayectoria de Gino Bevilacqua es una inspiración para los jóvenes sanjuaninos y una promesa para el vóley argentino. Con sueños de participar en unos Juegos Olímpicos y un deseo constante de crecer, este joven atleta se consolida como un ejemplo de que la combinación de pasión y esfuerzo puede llevar a alcanzar grandes metas.
El nombre de Gino Bevilacqua quedará grabado en la historia deportiva de San Juan, no solo por sus logros, sino también por su compromiso y amor por el deporte que tanto representa.