Algunos pensamientos que dejó Quattropani

Artículo escrito por Juan Carlos Bataller publicado en El Nuevo Diario, edición 2154 del 26 de julio de 2025


En estos años de fiscales de gran repercusión pública como lo fueron Nisman o Strassera sería difícil explicarle a un ciudadano común o a un joven interesado en el Derecho, que hasta no hace tanto tiempo la figura del fiscal en la justicia sanjuanina era poco menos que decorativa.
Como sería difícil de explicar la cantidad de juicios sin resolver, de presos sin condena, o de inmensos prontuarios policiales sin antecedentes judiciales.
Y en medio de todo eso, un sistema de increíbles privilegios, de poco trabajo, de intocables ferias y de reducidos horarios.
Muchas de esas cosas han cambiado y otras están en camino de modificarse. Cuando la transformación comienza, es imparable.

Pero para que eso comenzara era indispensable el trabajo de un hombre que uniera conocimientos, acción, liderazgo, valor y una inmensa pasión.
Ese ha sido el inmenso legado que deja Eduardo Quattropani. Tres décadas en las que no estuvo ausente la lucha muchas veces solitaria, los inevitables enfrentamientos y hasta algún exceso.
Con Jimmy nos unieron cuarenta años de amistad, veinte de invalorables colaboraciones periodísticas en El nuevo diario y miles de cafés con las infaltables coincidencias y discusiones.
Conociéndolo como lo conocí, el mejor homenaje es reproducir algunas de sus ideas. Unas pocas, elegidas entre las columnas que escribiera en estos últimos años.
Tal vez alguien recopile todas sus ideas, esbozadas en estas páginas. Sería un perfecto manual para magistrados y funcionarios.

Usando la lapicera

Sé que no es bien visto ser autorreferencial, confieso que a mí tampoco me gusta; pero, en nombre del mensaje que pretendo dejar, voy a cometer el desatino de serlo.

He sido Presidente tanto del Colegio como del Foro de Abogados, he tenido el honor de presidir el Consejo para la reforma en materia de justicia y seguridad de la Provincia y he presidido por dos veces el Consejo de Política Criminal de los Ministerios Públicos de la República Argentina, Asociación integrada por los Fiscales Generales de la totalidad de las Provincias y Ciudad Autónoma. Aclaro que, en todos los casos, lo he sido por voluntad de mis pares.
Hoy ejerzo el cargo de Fiscal General en nuestra Provincia.
Se dice que conozco cada rincón del Ministerio Público, Fiscal y Tutelar, que conozco cada uno de sus integrantes, que “caigo” a cualquier hora a las Unidades Fiscales, que me informo del estado de los casos y que no permito que nadie “ajeno” al Organismo se entrometa en él. Aclaro que se lo dice como un disvalor.

Todo ello es absolutamente cierto, pues es la mejor manera de tomar decisiones, es la única forma que a uno no lo “entornen” y le dibujen una realidad que no existe.
He pecado de autorreferencial al sólo efecto de que se entienda por qué jamás ofendería mis antecedentes permitiendo que algún improvisado, o no, pretenda instalar que me “maneja la lapicera” o se disfraza de “patroncito de estancia”.
Podrán decir que me equivoco, podrán disfrazar o descalificar mis posiciones catalogándolas de problemas personales (no los tengo con nadie, pues no vine a hacer amigos), todo eso lo admito como parte de la coexistencia de dos mundos en el Poder Judicial; lo que jamás podrán decir, no lo permitiría, es que alguien ejerce el poder o atributos de mi cargo.
Por eso, ningún aparato administrativo se animaría a publicar que el Fiscal General fue “de visita” a una Unidad Fiscal o a una Asesoría, simplemente porque no soy visita en mi propia casa, simplemente porque sé que ello no sería casual, pues me estarían ganando la lucha cultural.
Todo quien ha ocupado u ocupa cargos, seguramente, algo ha dejado en el camino; en nombre de ello, hay que poner en caja a quienes pretendan ejercer el poder real, pues de permitirlo sería una especie de estafa institucional y, fundamentalmente, una deslealtad para con uno mismo.
De ahí mi prédica en favor de Jueces, Fiscales, Defensores, Asesores, pues si permitimos que “un aparato” se vuelva lo esencial, estaremos equivocando peligrosamente el camino y habremos perdido la brújula.
Fuente: Publicado en El Nuevo Diario, edición 2103 del 22 de junio de 2024


Desconceptualizados

Se escucha decir que resulta ser un sinsentido que Ayudantes Fiscales y Fiscales, o sea las Unidades Fiscales estén efectivamente en servicio las 24 horas del día, durante todo el año, ante lo que hay que agradecer que no ocupen el cargo de Jefe de Policía, pues de ser así cerrarían de noche las comisarías.
El problema conceptualmente siempre es el mismo, el que jamás crió un hijo, da consejos de cómo hacerlo; el que jamás trabajó en la calle, da discurso y consejos sobre ello; el que jamás le vio la cara a una víctima, dicta cursos sobre ello; el que jamás vio un cuerpo ensangrentado o colgado de una soga, se siente con autoridad para valorar a los que si lo hacen.
El problema siempre es el mismo, esto es el mirar al mundo desde ambientes climatizados, el creer que el mundo pasa por una parcial y engañosa planilla formateada por burócratas, es decir, el no tener ni la más mínima idea de la realidad.
Como diría Arjona “el problema no es la mentira, el problema es que se las crean”.
Fuente: Publicado en La Pericana, edición 381 del 17 de febrero de 2024



Los «garantistas» exacerbados

Para los “garantistas” para que haya condena en el juicio por jurados debe haber unanimidad de los 12 integrantes del mismo, caso contrario, no hay condena, más allá de algunos «firuletes jurídicos» con que intentan disfrazar esa verdad sabida.
Es decir, para declarar la guerra alcanza con la declaración del Presidente con aprobación del Congreso, sin siquiera requisito de unanimidad.

Para destituir a un presidente es suficiente un juicio político por mayoría de los dos tercios de los miembros presentes de la Cámara de Senadores.

Para destituir a un gobernador con un juicio político por el voto de los dos tercios de la totalidad de los miembros de la Segunda Sala.

Pero para condenar a un criminal se pretende hagan falta 12 votos sobre 12 jurados. Aleluya.

En San Juan, tanto la comisión redactora como nuestra Legislatura han decidido que “El veredicto de culpabilidad requiere como mínimo de ocho (8) votos afirmativos sobre las cuestiones planteadas. Si el delito por el que es calificado legalmente el hecho delictivo en que se sustenta la acusación tiene prevista pena de prisión o reclusión perpetua, se requieren diez (10) votos afirmativos.” (Art 489 C.P.P.)

Así que, es de esperar que vengan a tratarnos como “herejes del derecho», que vengan a recitar lo que recitan en cada jornada turística que organizan para «vender el producto unanimidad», claramente habrá que subirse al ring en defensa de la racionalidad del sentido común.
Publicado en El Nuevo Diario, edición del 12 de abril de 2024

 

La seguridad

En materia de seguridad debe aprenderse a vivir «debiendo», el tema es asumirlo y esforzarse en fortalecer sistemas, en mejorar el servicio, pues se está muy lejos de poder hacer uso de disfrazar la realidad como lo hacen los técnicos en sus conferencias de prensa, donde al parecer vieron un partido y viven una realidad que nosotros no advertimos.

Lo único que sirve y da crédito es mostrar que se trabaja 24/7 para cambiar la realidad, de eso no tengo duda alguna.

Fuente: Publicado en El Nuevo Diario, edición 2138 del 5 de abril 2025

Sin miedo a los cambios

El Poder Judicial, como muchos otros sectores, ha sido y en ocasiones aún lo es, refractario a los cambios; en realidad, dicho tipo anuncio publicitario, a abandonar la zona de confort.
Instalar Flagrancia, en forma parcial y luego el Sistema Acusatorio en forma integral, fue sinónimo de vencer resistencias; en circunstancias, fruto de la ignorancia; en otras, de un perverso entendimiento de lo que significa el ejercicio del poder.
El sistema de justicia no banca más la actual estructura administrativa, perversamente retrógada, con el agravante de creer que sabe, por balbucear algunas notas jurídicas en un pentagrama inexistente en el mundo judicial.


La feria judicial

El sistema judicial no se banca la actual estructuración del receso y de la feria judicial, menos aún, el uso u organización que de ella hace el aparato administrativo, pues como ya he dejado dicho, no se puede dejar en manos de quien nunca jugó la estrategia organizativa.
Está claro, habrá que actuar con precisión de cirujano, hay que contemplar en integralidad los cambios tratados, se puede mejorar el servicio sin atropellar derechos.
Es de mi naturaleza jugar a cambiar, enfrentar desafíos, el Ministerio Público Fiscal hace rato trabaja 24/7, sólo hace falta organizar, liderar y crear mística, a más, claro está de entender, los intereses y necesidades de todos los sectores.
Podrá cambiarse o no, lo que sería de mediocre es no darse al debate, al análisis, a escuchar. Eso creo.Fuente: Publicado en El Nuevo Diario, edición 2135 del 15 de marzo de 2025


El femicidio y la falacia ministerial

Claramente no sabe lo que hace. Indudablemente no sabe, no tiene, desde lo jurídico, la más mínima idea de lo que dice. A esas y no a otras conclusiones se puede llegar cuando el Ministro de Justicia de la Nación intenta fundamentar la intención de derogar el femicidio bajo el pretexto de la igualdad ante la ley.
“Se acabó la joda del género”, dice el Ministro, en verdad, lo que es evidente, es que parece comenzó la joda jurídica de instalar discusiones en base a frases hechas o mentiras evidentes como el de las falsas denuncias o la igualdad ante la ley. La verdad estadística es que el gran problema de la violencia de género es la retractación de las denunciantes por su sometimiento de diversas índoles, o las evidentes dificultades probatorias en ese tema.
Fuente: Publicado en El Nuevo Diario, edición 2130 del 8 de febrero de 2025


El Consejo de la Magistratura

Cuando el constituyente sanjuanino creó la figura del Consejo de la Magistratura pensó, seguramente, en darle predominio al elemento técnico, ello pues lo integró con un miembro de la Corte de Justicia, dos abogados elegidos por sus pares, un legislador y un ministro del Poder Ejecutivo.
Es decir, se supone, en principio, que los dos representantes de la abogacía y el miembro de la Corte de Justicia responden conceptualmente a criterios técnicos, dándose la posibilidad de que los representantes de los Poderes Ejecutivo y Legislativo también reúnan esa naturaleza o no.
El problema o la gran discusión está dada, a mi criterio, en la caprichosa interpretación que se hace del inciso tercero del artículo 216 de la Constitución, que habla de concurso abierto de antecedentes y oposición, lo que interpretado rectamente, según creo, exige un valorador preestablecido, una competencia de conocimientos y antecedentes, estableciéndose un orden de mérito en la conformación de las ternas.
Podrá discutirse si ese orden de mérito es vinculante para la Cámara de Diputados; en mi opinión, que claro está puede no ser compartida, la Cámara de Diputados debería poder elegir a cualquiera de los ternados, pues por ese hecho ha superado el examen de idoneidad.
De algo puede estarse seguro, si hubieran verdaderos concursos de antecedentes y oposición se presentarían para cubrir las vacantes el 10 o el 15% de los que lo hacen y, claramente, se privilegiaría la idoneidad para el cargo.
Como se ve, la cuestión no es tan difícil de solucionar, no hace falta demasiada creación legislativa, sino sólo interpretar correctamente la voluntad del constituyente, especialmente, la norma precitada.
Fuente: Publicado en El Nuevo Diario, edición 2124 del 16 de noviembre de 2024

Flagrancia y la burocracia administrativa

Desde el año 2017, en que se puso en vigencia el Sistema de Flagrancia, se acordó tácitamente que uno de los pilares del éxito del sistema era la disponibilidad exclusiva de Jueces, Fiscales y Defensores Oficiales para su operatividad; junto a ello, el trabajo en horario matutino y vespertino, tanto del aparato jurisdiccional como del aparato administrativo.
El tiempo y las decisiones de quienes aconsejan o toman decisiones administrativas, sin conocimientos reales de fondo, ha comenzado a sembrar el germen del debilitamiento del sistema, ocupando los Jueces de Flagrancia para cuestiones distintas a las de su competencia original y debilitando la vieja y sana costumbre de trabajar en horario matutino y vespertino bajo el pretexto de falta de operadores técnicos o administrativos, cuando la verdad es que se hizo y se hace el nombre de una visión administrativa absolutamente distorsionada, lejana a la mala fe, pero demasiado cercana a la ignorancia.
Alguien debe advertir esta situación, alguien o algunos deben corregir esos desvíos administrativos que comenzaron siendo lagunas en el camino y que van marcando una característica o naturaleza casi oceánica.
Fuente: Publicado en El Nuevo Diario, edición 2120 del 19 de octubre de 2024

Cansancio espiritual

>Por tener que escuchar los discursos «pura cáscara» de quienes jamás vieron las caritas de niños abusados.
>Por tener que ver los shows mediáticos de jornadas, conferencias protagonizadas por los «junta papeles» que jamás atendieron a una mujer golpeada en todos los sentidos y que, sentada con sus niños en la puerta del CAVIG, duda en entrar a denunciar.
>Por tener que escuchar a imbéciles que preguntan para qué se quieren psicólogas y médicos las 24 hs. en clarísima señal de que jamás ni pasaron por la puerta de una UFI para ver a una psicóloga arrodillada ante la víctima dándole herramientas para que se libere del sometimiento que padece.
>Por tener que escuchar a «mermos jurídicos» jugar en sus despachos a solucionar homicidios y demás delitos en base a lo que aprendieron en alguna policial de Netflix, y jamás vieron un cadáver.
>Por ver jugar como “hijos de padres ricos” malgastando recursos en nombre de sus egos y ahorrando en recursos básicos.
Ese cansancio no puede transformarse en rendición sino, por el contrario, debe traducirse en rebeldía, sin importar el costo de la misma.
Fuente: Publicado en El Nuevo Diario, edición 2112 del 24 de agosto de 2025.

El crimen organizado

Pasan los gobiernos nacionales, pasa el tiempo, pasan cosas, pero en materia de combate contra el crimen organizado no pasa nada en serio, sino que, por el contrario, es todo fuego de artificio.
Desde hace décadas todos se resume a publicitar acciones aisladas, exhibir el despliegue de tropas, expulsar extranjeros, quemar un poco de droga o reventar algún depósito, desde lo conceptual “pura cháchara”.
En verdad, en la materia, parecemos un ejército en retirada, todo es anarquía, se desaprovechan recursos humanos disponibles, el federalismo es un obstáculo en vez de una herramienta, hay claro déficit legislativo, esa es la triste realidad.
Dentro de poco no ocurrirá que maten fiscales como en Ecuador por el simple hecho que ellos, los narcos, los designaran como a gobernantes, policías y diputados. El poder económico y de corromper será o es infinito sino se los para, ese es el futuro previsible.
Para eso hay que parar a los narcos antes que tengan el dominio del territorio, lo que ya ocurre en algunos lugares.
Para eso hay que entender que la batalla es integral. Todo lo que no responda a esos parámetros no servirá de nada, serán parches cuyos únicos beneficiaros serán los narcotraficantes.
La pregunta es sencillamente preocupante, esta es, ¿hablamos alguna vez en serio del narcotráfico?
Fuente: Publicado en La Pericana, edición 380 del 10 de febrero de 2024


Usando a Loan

Mientras la sociedad sigue, naturalmente, conmovida por la no aparición de Loan, el niño correntino, distintos operadores del sistema político, judicial y comunicacional parecen dispuestos a no dejar de sorprender con la llamativa falta de seriedad en sus actuaciones rayanas en ocasiones con el mal gusto.
Loan, para ellos, ha dejado de ser un niño desaparecido para convertirse en una plataforma ideal para sus ambiciones mediáticas. Eso es una triste realidad.
Mientras tanto, los verdaderos investigadores trabajan en silencio o lo siguen haciendo, pues para ellos, como debe ser, Loan está vivo, los necesita. Esa también es una realidad.
El lema debería ser sumar esfuerzos medios y operadores, todo bajo una única dirección e igual finalidad, al parecer los egos y las necesidades políticas no parecerían comprenderlo.
Fuente: Publicado en El Nuevo Diario, edición 2107 del 20 de julio de 2024

Indignidad

Siempre me he enorgullecido de que, sea cual fuere el cargo o función que me ha tocado desempeñar, jamás, pero jamás, me he aprovechado de mi posición para faltar el respeto o “usar” a un colaborador para librar algún tipo de batalla.
Es más, es de público conocimiento -en nuestro ambiente- que mis controversias, por lo general, lo son respecto a funcionarios o personajes de mayor relieve que el mío.

Téngase por seguro que el indigno sólo puede sobrevivir si se le tiene miedo, pero también, que todo se soluciona parándose firme, ello, pues en él anida el temor de perder la posición a la que accedió de puro amigo y a pesar de sus fracasos.
Jamás me enojaría con la persona “usada”, pues sólo es víctima de la cobardía y abuso del indigno.
Ser digno, esa es la cuestión.
Fuente: Publicado en El Nuevo Diario, edición 2106 del 13 de julio de 2024


Ingreso a la Justicia

De algo estoy seguro: hay que darle transparencia al sistema de ingreso a la Justicia. Ello es necesario para una mejor justicia. Y es justo para los concursantes que en ocasiones tienen sobrados méritos y los perjudica su apellido, a la vez que evitara que sean designados algunos cuyas carencias son notables.
Fuente: Publicado en El Nuevo Diario, edición del 16 de marzo de 2024


Intolerancia cero

Se puede disentir, ser vehementes, denunciar, todo sin necesidad de ser groseros, insultar ni proponerse aniquilar al otro. La gente, no se tenga duda alguna, lo aprecia y valora más.

Nadie pide la “paz del cementerio”, la vehemencia en defender ideas, posturas, es necesaria; el oponerse a alguna medida es justificable, pero nada de eso justifica romper el sistema, o más moderadamente dicho, no fortalecerlo.
Fuente: Publicado en La Pericana, edición 884 del 9 de marzo de 2024

 

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