El caso de los huarpes cuyanos – Vigésima parte

De palabras en juicios y prejuicios en torno a Antroponimia aborigen. De la pluma del Dr. César Quiroga Salcedo


Quizás haya sido esa misma creatividad, u “ocasionalidad”, alojada en lo cambiante de las circunstancias, incrustada en la variabilidad total, en la infinidad de las múltiples motivaciones que rodean la existencia, quizá ella la que llevó al olvido y destrucción de aquellas maneras de nominar, enfrentadas a un sistema tan consolidado y firme como el hispano – cristiano, de una Iglesia canónica por excelencia, con celo contrarreformista, con legislación conciliar y normativa positiva de su parte. Y de un mundo español, tradicionalmente formal, legalista, letrado y estatutario (particularidades que hemos heredado).

Quizás esta circunstancia y volubilidad se diera solamente en los estamentos sociales más desprotegidos o alejados del poder y la riqueza, esto es, en el vulgo indígena, por cuanto es condición normal o repetida en todas las estirpes la necesidad de conservar una alcurnia identificatoria y procurar su mantenimiento en el poder. Lo que se une generalmente al deseo de prosapia, conservada, entre otros adjetivos, por los nombres. Lo que no siempre es hereditariamente usual entre incas y araucanos, por ejemplo, en nuestro ámbito sudamericano.

De manera que entre los huarpes no habría ocurrido sino lo que en todas las estirpes, donde los superiores mantienen una identidad reflejada en sus nombres patricios, patrimoniales, frente a la innominación de los vulgares, del común, de los sin rango.

Los mismos señores huarpes que para conservar su poderío regional no titubearon en convenir con los incas, adoptando a veces sus nombres en quechua (costumbre que se prolongó por todo el siglo XVI y XVII), o adoptando la conversión al cristianismo que les permitía mantener sus rangos y que sus nombres se perennizaran en los legajos de las audiencias judiciarias[i].

---

[i] Hemos analizado la influencia incaica en los nombres de los caciques huarpes en Onomástica cuyana, cap.3, 3.5. Los antropónimos en –ay; el Influjo quechua en 3.5.1. Un caso de quechuización: Alnamanta ; en 3.5.2; 3.5.3. y específicamente en 3.5.9., 3.9.1. y 3.9.2

(*) Ex directora del Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas Manuel Alvar (INILFI) de la FFHA de la UNSJ. Miembro de la Academia Argentina de Letras

Fuente: Publicado en La Pericana, edición 462 del 19 de octubre de 2025

GALERIA MULTIMEDIA
.
jugando con las palabras aída elisa gonzález