Raverta. Un largo viaje desde Pavia a San Juan

 La historia de los Raverta en San Juan comienza con Carlos Jorge Raverta, que fue el primero de su familia en llegar a la provincia. Acababa de terminar la primaria y sus padres, que vivían en San Luis, lo trajeron acá para que hiciera el secundario, mientras vivía junto a una tía materna. Él fue el primero en la provincia pero no en Argentina. La historia de esta familia comienza en Italia con su abuelo, Paolo Antonio Raverta.

Paolo era uno de los hijos menores de una familia de campesinos. Él nació un 5 de julio de 1862 y sus padres eran Tomás Laurenzio Raverta y María Giuseppa Moretti, que tuvieron siete hijos más: Luiga Margherita, María Franca Margherita, Luigi, María Margherita, Giuseppe Franco, Oliverio Giovanni Antonio y Ambrogio Laurenzio.

Los Raverta Moretti vivían en la localidad de Gamboló, en la provincia de Pavía. Cuando Paolo tenía veintidós años se casó con Inocencia Bruggi. Mientras vivía en Italia, el matrimonio tuvo dos hijos: Tomaso (1885) y Margherita (1886).

El mismo año que nació su hija más pequeña Paolo se embarcó en el Matteo Bruzzo, en Génova, para venirse a Argentina. Viajó solo y arribó el 23 de noviembre de 1886, sin tener ningún contacto más que su hermano Luigi, que se habría instalado en el país un par de años antes.

El recién llegado italiano se quedó en Capital Federal y empezó a trabajar en la construcción. Pasaron trece años hasta que pudo traer a su esposa y a sus dos hijos, que ya tenían catorce y trece años. Ellos tres partieron desde Génova en el barco Espagne y arribaron el 10 octubre de 1899. Ya reunido con toda su familia, Paolo siguió trabajando en la construcción y llegaron sus otros hijos: Eugenio, Giuseppa y el menor de todos, Carlos.

En 1910, cuando el menor de sus hijos tenía unos cuatro años, Paolo decidió mudarse con su familia a San Luis. Allí su único hermano que vino a Argentina, Luigi, había comprado un campo. Se instalaron en el pueblo Fortuna y él siguió trabajando en la construcción. Mientras vivían ahí, en 1928, falleció su esposa y en 1934 murió él. Lo habían llevado en tren a la capital del país para operarlo por un cáncer de próstata y falleció después de la intervención.

Fue en San Luis donde los Raverta comenzaron a incursionar en el comercio de neumáticos. El dueño del negocio fue el menor de los cinco hijos, Carlos. Cuando él tenía unos dieciocho años, en 1932, comenzó a vender las primeras cubiertas. En esa época no había muchos autos, menos en el pueblo, pero como era zona de tránsito tenía algunos compradores. El negocio fue creciendo, también tenía una pequeña estación de servicio y vendía otros elementos para el automotor como lubricantes.

Poco después de empezar con su negocio Carlos se casó con Elvira Alonso, una puntana que vivía en el pueblo de Buena Esperanza.  El matrimonio tuvo solo dos hijos: Carlos Jorge (1936) y Alberto José (1943). Cuando Carlos hijo terminó la primaria se vino a San Juan para hacer el secundario. Acá vivía con una hermana de madre, Emilia, que había estudiado en la provincia y era docente. Cuando llegó el tiempo de que Alberto entrara a la secundaria, Carlos padre decidió traer toda su familia a San Juan.

En la provincia Carlos siguió con el negocio que tenía en San Luis, aunque se especializó en los neumáticos. Mientras alquilaba una casa en calle 25 de Mayo, entre Avenida Rioja y Jujuy, construyó lo que es el actual local del negocio en Tucumán y 25 de Mayo, que funciona ahí desde 1956.

Acá sus dos hijos se casaron y sus nietos y bisnietos son los únicos Raverta que hay en la provincia. Fuera de San Juan deberían estar los descendientes de sus hermanos pero Carlos perdió contacto con ellos e intentó buscarlos hasta que falleció, en 1984. Su esposa Elvira murió en 1978.

Su hijo mayor Carlos Jorge falleció en 2005 y tuvo tres hijos. El mayor es Jorge (1972), es médico neonatólogo, vive en Mar del Plata y tiene tres hijos: Tomás y los mellizos Mateo y Valentino. Después siguen Eduardo Raúl (1975) y Pablo Daniel (1977) que son solteros y trabajan en la empresa de la familia.

Alberto es padre de Marcelo Adolfo (1971), que trabaja en la empresa familiar, de Gustavo Alberto, que tiene tres hijos: Juan Pablo, Leonardo José y Bautista y también trabaja en el negocio y de María Eugenia (1974), que es concejal por la Capital.

   

 

 

GALERIA MULTIMEDIA
Paolo Antonio, uno de los primeros Raverta en llegar Argentina, después de su hermano Luigi.