Los orígenes del dúo Los Hermanos de la Torre, se remontan a la década de 1950, cuando Hugo y Raúl eran sólo un par de adolescentes que todavía no terminaban la escuela. En esa época, su padre los llevó a un concurso de cantores de Radio Los Andes (actual Radio Sarmiento).
Un poco temerosos y asustados, Raúl y Hugo llegaron a la emisora. Allí, en la sala de audición, se encontraba el guitarrista Daniel Godoy rasgando sus cuerdas. Como Godoy estaba solo, Sebastián de la Torre aprovechó para decirles que ensayaran juntos una canción. Los hermanos eligieron la zamba La volvedora”.
Mientras cantaban entró en el lugar el director artístico de la emisora, el señor Vaca. Asombrado por lo que hacían, el hombre les propuso participar de un programa en la emisora. Desde entonces, y de manera rápida, empezó la carrera profesional de Hugo y Raúl. Durante tres meses trabajaron en Radio Sarmiento. Luego, pasaron a Colón, donde estuvieron un año y medio y ganaron su primer club de admiradoras.
Fue el comienzo de una larga carrera que incluyó grabaciones y actuaciones en distintos escenarios de Argentina, Chile, Uruguay, Brasil.
Fueron los primeros artistas folclóricos a los que se les permitió actuar en el Auditorio Juan Victoria. Las canciones de Los Hermanos integran más de 60 álbumes discográficos. Una de sus zambas, la canción Recordemos, fue usada para una coproducción cinematográfica sueco - argentina, Los dueños del silencio”.
Además de cantar y componer, los De la Torre desarrollaron su profesión de abogados.
Hugo, el menor de los hermanos, falleció a principios de 2017. Tenía 70 años y un hijo, Santiago. Raúl ha seguido su carrera como solista. Nacido en 1941, es padre de Esteban, Federico, Agustina y Julia.
Entre las decenas de temas de su autoría podemos mencionar San Juan en otoño, Sola, Recordemos y Romance de mi nilñez.
Romance de mi niñez (vals)
La calle angostita, moría en las viñas,
la casa una posta, junto al callejón.
Mirando el paisaje, pasar a la orilla,
de la acequia al sauce, se aprendió el amor.
Mi padre contaba de Carpintería,
donde fue labriego, leyenda y gorrión.
Mi madre surcía de sueños la siesta,
y nada sobraba juntito al fogón.
Donde estás mi niñez en
que azul dormirás.
El grillo de las primaveras
que no canta más,
el paso de las golondrinas
que no volverán.
La ronda de las muchachitas
nuestra soledad y el sueño de
mis padres jóvenes a donde irán.
Qué lindo provocar fogatas
comprender el pan,
dormirse bajo la fragancia
del jardín fugaz.
Saber que no hay mas barriletes
por sobre el nogal,
y abrirse el pecho de nostalgia
lejos del hogar.
Recitado
En noches de inviernos juntito al
brasero sembrábamos sueños en
la adversidad.
Qué dulce el susurro del viento
del norte qué atrás ha quedado
la primera edad.
Letra y Música:
Raul de la Torre
Publicado el 24 de febrero de 2017 en La Pericana Nº 47 - Edición 1756 de El Nuevo Diario