En San Juan, los Barceló son muy conocidos por su actividad en el comercio y por su desempeño en cargos públicos. Pero no todos los que tienen este apellido comparten su origen. En la provincia hay una rama que tiene sus raíces en Médano de Oro y otra que desarrolló su actividad en Pocito. Entre los que han vivido en ese departamento, son muy conocidos Claudia Barceló, que es empresaria y se casó con Rubén Uñac, que en alguna oportunidad fue vicegobernador de la provincia. Los orígenes de ambos están en el pueblo de Sax, de España. Incluso allí, estas dos conocidas familias pocitanas, los Uñac y los Barceló, tenían relación entre sí.
El llamado de Langlois
Los bisabuelos de Claudia eran Manuel Barceló Uñac y Asunción Uñac. Ellos vivían en Sax, un pueblo de Alicante ubicado en Valencia, España. Hoy ese lugar cuenta con más de diez mil habitantes pero a principios del XX eran pocos los que vivían en esas tierras. Manuel tenía otros cuatro hermanos: Francisco, Antonio, Jerónimo y Juan José y todos se dedicaban a la agricultura. Eran tiempos difíciles y como la zona es montañosa, los sajeños se las arreglaban para empezar a cultivar en los cerros. En ese contexto, la esperanza de un futuro mejor llegó junto a un hombre que venía desde Argentina. Era el vitivinicultor de la finca del francés Emilio Langlois, arraigado en Sudamérica, que buscaba “gringos” para trabajar en sus viñedos en Pocito.
Así llegaron los cinco hermanos Barceló Uñac, aproximadamente en 1911, junto a sus familias, a bordo del vapor Reina María Cristina. Cuatro de ellos empezaron a trabajar en la propiedad “Las piedritas”, que los Langlois tenían en la calle 13 de Pocito. Mientras que el bisabuelo de Claudia, Manuel, tuvo que irse a Mendoza porque ya no había suficiente lugar para alojar a todos en esa finca.
En la finca del gobernador de Mendoza
El sajeño fue contratado por el entonces gobernador de Mendoza, Emilio Civit, que era cercano a Emilio Langlois, para trabajar en su finca. Así que allá se fue Manuel junto a su mujer, Asunción. Uno de los nietos de ese matrimonio, Rafael, cuenta que cuando la española llegó a la propiedad de los Civit se arrodilló, besó la tierra y se puso a llorar. Entonces tenían seis hijos: Balbina, Francisco, Rafael, Manuel, Fermín y Segismundo y en Argentina nacieron otros tres: Ismael, Pedro y Marta, que falleció siendo pequeña.
Cuando Manuel (padre) murió, su familia dejó Mendoza para reunirse con sus parientes en San Juan. Algunos de sus hijos comenzaron a trabajar junto a los Langlois y otros en la Bodega La Superiora. La historia continúa con su hijo Rafael Barceló Uñac, abuelo de Claudia, quien cansado de los trabajos del campo quiso buscar algo diferente. Un tío materno de Rafael, Joaquín Uñac, bisabuelo de Rubén y Sergio Uñac, que era capataz de la bodega de Emilio Langlois, le propuso que aprendiera el oficio de tonelero y a eso se dedicó durante un tiempo.
El empresario Rafael Barceló
Rafael se casó con María Josefa Riera Mulet, que también venía de España. Con el dinero que reunió de su trabajo, más algo que le dio su suegro, el joven logró independizarse y abrir un aserradero. Trabajó el resto de vida ahí y el negocio llegó a tener un importante movimiento, sobre todo cuando fabricó cajones de madera en la época de apogeo de la vitivinicultura. Llegó a tener 32 empleados, compró fincas y otras propiedades. Además, tuvo un rol destacado en el departamento. Donó terrenos para una escuela, también para el Club Sportivo Rafael Barceló, que crearon los trabajadores del aserradero, les dio propiedades para la cancha y para la sede social de la institución, también entregó tierras para un centro de salud y formó el grupo Amigos de la Policía de la seccional séptima de Pocito. Como los uniformados no tenían suficiente presupuesto, estos vecinos colaboraban para que pudieran comprar uniformes, armamento y movilidades.
Las nuevas generaciones
Rafael y Josefa tuvieron tres hijos: Rafael Manuel, Alicia Marina y Mirtha Elsa. Alicia se dedicó a ser profesora de piano. Se casó con el enólogo Arnoldo Alamino, ya fallecido, y tuvo a Gustavo Alamino Barceló, es enólogo y se dedicó a la fabricación de vinos artesanales y a Lizzie Alamino Barceló, maestra jardinera. Mirtha es madre de Malena Miranda Barceló, que vive en Madrid y de Miguel Valerio Barceló, que estudió cine.
Rafael Manuel, el único hijo hombre del matrimonio Barceló Riera, es el papá de Claudia. Él trabajó durante un tiempo junto a su padre en el aserradero. Amante de los negocios, cuando tenía alrededor de dieciséis años avizoró que el taller entraba en crisis y consiguió una representación para vender abono en San Juan. Después de eso trabajó en el Juzgado de Paz como secretario de la segunda sección, donde también hacía el papel de oficial de justicia y llegó a tener una carpintería junto a un amigo, Luis Estévez, un español ebanista.
El joven se casó con Angelita Samper. Trabajó en la vitivinicultura en Pocito y después heredó un terreno de su suegro en Rivadavia, donde empezó a dedicarse a la avicultura para producir huevos para consumo. Rafael y Angelita tuvieron a: Jorge Barceló Samper y a Claudia. Jorge, enólogo, trabajó un tiempo en la CAVIC, luego junto a su padre y después desarrolló su empresa en forma independiente. Él se casó con Alicia Lohay, que es abogada y son padres de: Melisa Barceló y Guillermo Barceló. Claudia, se casó con Rubén Uñac, quien fue diputado nacional y tuvieron dos hijos: Candelaria del Valle Uñac Barceló y Juan Ignacio Uñac Barceló.