El 6 de septiembre de 1930 el presidente radical Hipólito Yrigoyen es derrocado por un golpe cívico-militar, encabezado por el teniente general José Félix Uriburu. Por primera vez, desde 1853 se interrumpía el orden constitucional. Uriburu ocupó la Casa de Gobierno como presidente provisional de la Nación, iniciando un período conocido como "década infame", en alusión al fraude electoral y los negociados de corrupción que caracterizaron el período.