El 7 de octubre de 1932 el Poder Ejecutivo establece el "sábado inglés".
El presidente Agustín P. Justo promulga la ley 11640, sancionada por el Congreso el 29 de septiembre, que dispone el cese de la jornada laboral de los sábados después de las 13 horas, reafirmando la vigencia del descanso hebdomadario.