El 26 de octubre de 1813 la Asamblea General Constituyente suprime las armas y títulos de la nobleza. Tras un arduo debate, la llamada Asamblea del año XIII ordena eliminar de la fachada de los edificios los distintivos de nobleza y "distinciones de familia que aspiran a singularizarse de las demás para que nadie pretenda ser superior a los demás, y todos se reconozcan en igualdad de relaciones con el primer origen de la autoridad".