El antiguo paisaje de viñedos que rodeó el Parque de Mayo fue el lugar elegido para que, el 17 de noviembre de 1975, naciera el barrio Parque de Mayo.
Surgido como un complejo para familias "top" de San Juan; se estableció en una zona que cotizaba por su cercanía con el mayor paseo verde de la provincia, creado para conmemorar el centenario de la patria según una ley provincial sancionada el 17 de mayo de 1910.
Como evoca César Bustamante; el actual presidente de la vecinal, estos terrenos pertenecían a la bodega de Enrique Conti, abuelo del ex intendente del municipio de la Ciudad (situada en Av. 25 de Mayo y Matías Zavalla), quien fue el que decidió la venta de las tierras.
Así, ese escenario donde aquella estirpe construyó sus tradiciones, pasó a ser su base. Un convenio celebrado entre Conti y la Unión de los trabajadores del Poder Judicial; fue puntapié inicial para este núcleo habitacional que, por su ubicación, atrajo a parejas y familias jóvenes que iban en busca de un sitio donde sus hijos pudieran convivir con la naturaleza a pocos kilómetros del centro.
La obra pasó por varias manos hasta que, después de tres años, fue la empresa Scop la que terminó de construir las 239 viviendas.
Con su conexión de gas y el tendido subterráneo de la red eléctrica, este barrio sirvió como "parámetro" para otros que vinieron después, recuerda Bustamante, quien junto a su familia es uno de los primeros que llegó a la vecindad cuya primera comisión estuvo presidida por José Benito Tejada, junto a Héctor Hugo Valdéz y Haroldo De Miguel.
En 1977; el terremoto de 7,5 grados en la escala de Ritcher que tuvo epicentro en Caucete, asustó a grandes y niños; pero no derribó sus techos, ni sus paredes.
A lo largo de 36 años, muchas cosas cambiaron: se levantaron 30 casas más, otras se remodelaron y perdieron el diseño original y varios antiguos propietarios fallecieron. Pero los habitantes, que aún conservan sus casitas con la fachada original de ladrillo visto, también mantienen vivo, el recuerdo de los primeros aniversarios que los reunía en mega serenatas. Eran noches interminables de música, allí no había distinción de clase social entre apellidos de renombre; todos iban casa por casa con sus guitarras al hombro celebrando el nacimiento del barrio. Incluso su plaza, a la que llamaron Ejército Argentino, fue testigo de festejos que se realizaron en las calles hasta fines de los "90, con bailes y comidas a la canasta.
Surgido a la vera del Parque de Mayo, oxigenado por el verde aroma de su arboleda; esta ciudadela tiene el privilegio de llevar el nombre del gran pulmón que respira la ciudad.
Fuente: Diario de Cuyo