Paulina Kellenberg de Guerrero nació el 23 de junio de 1903, en la ciudad de San Juan. Hija del ingeniero suizo alemán Eugen Kellenberger y la criolla telefonista Sara Castro.
Sus hermanos mayores fueron Eduardo, Adolfo y Emilio y dos hermanas menores Sofía y María Carolina.
Siendo adolescente, con 17 años, pierde a su padre quien se había nacionalizado argentino para poder trabajar como profesor de ciencias y técnica en la Escuela Normal de Maestros Sarmiento y en la Escuela Industrial, ex Escuela de Minas.
Su mamá quedó viuda con solo 42 años. Esa pérdida del esposo no la amilanó ni le impidió hacerles seguir la carrera de maestra a sus tres hijas y de técnico mecánico a sus tres hijos varones.
Las tres niñas aprendieron tan bien a tejer, bordar y coser que ganaban todos los concursos de manualidades que se realizaban en la provincia. Su mama sufrió desde joven de varices en las piernas, que le impedían caminar, por ello Paulina, la hija mayor debió acompañar a Doña Sara en el largo tratamiento médico en Buenos Aires y La Plata.
Siendo docente ya, en todo Albardón, se la quería respetaba y casi veneraba. No en vano había sido la educadora, psicóloga, amiga, y confidente de todos sus alumnos ya que conocía el nombre de todas las familias de la zona.
La señorita Paulina como todos la llamaban se convirtió por obra y gracia de su buen corazón, en una especie de hada madrina tanto para sus alumnos, como padres y vecinos.
Paulina contó con el respetuoso cariño de todos los habitantes de Albardón. Como maestra de verdadera vocación procuraba ser cariñosa y atenta con sus exalumnos y alumnos, no solo en el aula, sino ayudando en su hogar a los que quedaban retrasados, compartiendo incluso su vida familiar. Era muy caritativa y siempre pendiente de las necesidades de sus discípulos.
Datos proporcionados por Mafalda "Sacha'''' Guerrero
Ex subdirectora de la Casa Natal de Sarmiento