El barrio empezó a planificarse en 1974 y quien encaró la cruzada fue Fernando Muñoz. Fue en el marco de un plan de 200 mil viviendas lanzado por Perón para todo el país y con financiamiento del Banco Hipotecario.
Si se quiere encontrar una carga ideológica en la historia de la infraestructura sanjuanina que se levantó en los años "70, ayuda mirar hacia el Barrio SMATA (el gremio que nuclea a los mecánicos). Nació en los papeles durante el último gobierno de Juan Domingo Perón y fiel a la doctrina que inculcó, se buscó que fuera un ícono de inclusión social, integración e inhibición de las desigualdades de clases. El plan fue hacerlo adjudicando una casa a un mecánico, una a un profesional y así sucesivamente hasta completar la totalidad del conglomerado.
A los años, muchos mecánicos se marcharon buscando viviendas que permitieran la coexistencia del hogar y el lugar de trabajo. En el SMATA no lo pudieron hacer. Pasa que las casas se hicieron sin acceso directo de la calle al fondo para evitar la instalación de talleres, de manera que el barrio no perdiera el perfil familiar.
Hoy, conviven familias dedicadas a las actividades más diversas: quedan algunos mecánicos, hay comerciantes, empleados y profesionales. Todos fueron testigos hace poco de un hecho que, según ellos mismos, marca un antes y un después: la repavimentación.
Las calles nunca habían sido mejoradas desde que el barrio se estrenó. "Es histórico, trabajamos mucho para esto, las calles estaban destruidas", contó orgullosa Rosa Blanco de Díaz, la presidenta de la Unión Vecinal. El nuevo pavimento fue inaugurado con bombos y platillos el 2 de mayo, en un acto emotivo hasta las lágrimas y con la presencia del intendente Marcelo Lima y el gobernador José Luis Gioja.
El barrio empezó a planificarse en 1974 y quien encaró la cruzada fue Fernando Muñoz, el por entonces secretario General del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (SMATA). Fue en el marco de un plan de 200 mil viviendas lanzado por Perón para todo el país y con financiamiento del Banco Hipotecario.
La construcción se inició en 1975 y un año después, tras el golpe militar, el gobierno de facto paralizó las obras. Pero por la presión que generó la noticia del terremoto de 1977 en todos los medios nacionales, no le quedó otra retomar los trabajos y entregar la primera etapa en diciembre de ese año.
Para la época, fue un diseño urbanístico revolucionario. Se construyó con una calle principal y tres que la cortan para evitar tantos cruces por seguridad para los niños, tiene 14 pasajes que rematan en Cul de Sac y servicio eléctrico subterráneo.
En el barrio se ven rastros actuales de la pasión futbolera verdinegra, con pintadas por todos lados en tributo a San Martín. Hay otros que levantan la voz en nombre de Sportivo Desamparados, como Angel Conca, que con una sonrisa declara su amor por el víbora para contrarrestar eso de "la mayoría verdinegra". Él, a los 75 años, es considerado por todos los vecinos como un símbolo en el tradicional SMATA.
Fuente: Diario de Cuyo