Bustos Morales. Una familia muy ligada a la salud

Los Bustos Morales son oriundos de Caucete y la historia comienza con Marcelino Job Bustos. Él fue el padre de Orangel Bustos Pavé, que fue técnico constructor y abogado. Orangel tuvo cuatro hijos: Ricardo, Eduardo, Marta y Myriam, que se han destacado por su trabajo en el ámbito de la salud.

 Marcelino Job Bustos era nativo de Caucete. Allí el hombre tenía varias hectáreas y se dedicaba a la actividad agrícola ganadera, tenía frutales, cultivaba la vid y criaba ganado vacuno. Desarrolló su actividad entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del XX y se casó con Elvira Pavé. Este matrimonio tuvo en total once hijos, ocho varones y tres mujeres. Entre ellos, el cuarto, Orangel, fue quien, con esfuerzo y perseverancia, logró destacarse como profesional.

 

El amor que nació en una pensión

 Orangel amaba trabajar la tierra de su padre, pero también le gustaban y tenía mucha facilidad para los números. Así que cuando tuvo que empezar el secundario dejó Caucete y se vino al centro para estudiar en la Escuela Industrial Domingo Faustino Sarmiento. En la ciudad, alquilaba en la pensión que era de la familia del matrimonio Antenor y Angélica Morales. Fue por eso que conoció a la jovencita Blanca Aurora Morales, que era sobrina de Antenor. Él se recibió de Técnico Constructor y en 1949 se casaron, entonces él tenía 21 años y ella 19. Él ingresó a trabajar al Consejo de Reconstrucción y ella, que era docente, trabajaba en una escuela de Pocito.

 

 El joven matrimonio alquiló una casa cerca del Colegio María Auxiliadora y después en esa misma zona tuvieron su propia residencia. Y comenzaron a llegar los hijos, el primero en 1950, Ricardo, luego Eduardo, Marta y finalmente Myriam. Blanca dejó su cargo en Pocito para cuidar a los chicos y Orangel trabajaba varias horas para el consejo, haciendo cálculos para obras como el dique de Ullum, el edificio de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de San Juan, entre otros, y aparte hacía trabajos para particulares, era muy buscado por su habilidad con los números.

 

Entre los cálculos y el derecho

Un hecho muy particular cambió un poco el rumbo del trabajo de Orangel. Su padre, Marcelino, falleció, con más de noventa años y él se hizo cargo de llevar adelante el juicio sucesorio de los hermanos, para repartir las bastas tierras que el hombre tenía en Caucete. Fue allí cuando en él se despertó una chispa especial y decidió empezar a estudiar abogacía.

 

 Sus hijos eran chicos y él empezó a estudiar en la Universidad Católica de Cuyo, que en esa época funcionaba en el Colegio del Tránsito. Entraba al Consejo de Reconstrucción a las 7, salía entre las 13 y 14, luego se dedicaba a trabajos particulares y después se iba caminando, con frío o calor, hasta el establecimiento que se encontraba en Trinidad. En todo ese camino, Blanca le daba el apoyo que necesitaba para terminar con ese proyecto. Ella se levantaba a las 4 de la mañana y, desde esa hora, ya se ocupaba de las cosas de la casa y de los chicos. Ella les tejía los pulóveres que usaban en cada invierno, hacía maravillas incluso mezclando los colores de otros tejidos usados.

 

Trabajadores de blanco

 Aparte de ocuparse de las cosas de la casa, Blanca disfrutaba mucho de la actividad social. Le encantaba recibir gente en su casa y se divertía jugando a las cartas con su grupo de amigas. Y para ella no era tarea fácil cuidar a los cuatro hermanos, ellos mismos reconocen que más que inquietos eran insoportables. Entre los tres primeros se llevaban poco tiempo y la menor, Myriam, nació cinco años después que Marta. Ella era muy celosa, cuando su hermana era apenas un bebé su madre le pidió que meciera la cunita mientras cocinaba. Aprovechó la ocasión y la meció con tanta fuerza que la criatura de dos meses se cayó y se ganó un reto con alpargata y penitencia.

 

Los cuatro Bustos Morales todavía recuerdan las visitas del doctor Venustio Carelli, el pediatra que los atendía en su domicilio. Blanca les colocaba las sábanas impecables y los hermanos rogaban que Carelli no se sentara en la cama de ellos, y aunque tuvieran apenas una angina, siempre les indicaba una enema y una rigurosa dieta. A pesar de ese recuerdo, que a lo lejos resulta divertido, los cuatro hermanos siguieron carreras vinculadas a la salud. Probablemente también tuvo que ver con esa vocación su tía Marta Morales, que era la única hermana de Marta, y fue enfermera del Hospital Rawson. El mayor de los hermanos, Ricardo, estudió medicina y se especializó en el área laboral, trabajó en la Junta Médica. Eduardo también se recibió de médico, se especializó como clínico reumatólogo y ha llegado a ser jefe de consultorios externos del Hospital Rawson. Marta siguió el mismo camino y se especializó en ginecología, lleva más de dos décadas trabajando con adolescentes y está a cargo de esta área en el Hospital Rawson. La menor, Myriam, estudió bioquímica y trabaja en el Hospital Marcial Quiroga.

 

La descendencia

Después de recibirse, Orangel siguió trabajando con los cálculos y como abogado, hasta que falleció, en 1982. Su mujer murió veinte años después, en 2002. A sus hijos les transmitieron sobre todo la importancia del esfuerzo, el trabajo, la perseverancia y la importancia de tener una formación. Los hermanos son muy unidos, incluso entre algunos de ellos y sus esposo/as comparten consultorio y al menos una vez al menos se reúnen para compartir en familia.

 

-- Ricardo está casado con Nidia Rodríguez y son padres de Juan de Dios Bustos, que es médico

-- Eduardo está casado con Lucy Susana Malberti, kinesióloga y tienen dos hijos: Sebastián Bustos, odontólogo y María Guillermina Bustos, diseñadora gráfica.  

-- Marta contrajo matrimonio con Gustavo Torcivia, bioquímico y son padres de Marta Bustos, y Martín Gustavo.

-- Myriam se casó con Alberto Arévalo, kinesiólogo y son padres de Gonzalo Arévalo, Ana Luz Arévalo, y Julián Arévalo.

GALERIA MULTIMEDIA
Marcelino Job Bustos, que vivió en Caucete, dedicado a los trabajos agricola ganaderos.
Los padres de Blanca, Rogelio Morales junto a Celina Quevedo.
Marta Bustos de Torcivia recibiendo su título de médica.
Orangel Bustos Pavé, que fue técnico constructor y abogado.
Orangel Bustos y Blanca Morales junto a sus cuatro hijos: Ricardo, Eduardo, Marta y Myryam el día que Eduardo recibió su título de médico.
Marcelino Job Bustos, que vivió en Caucete, dedicado a los trabajos agricola ganaderos.
Los padres de Blanca, Rogelio Morales junto a Celina Quevedo.
Marta Bustos de Torcivia recibiendo su título de médica.
Orangel Bustos Pavé, que fue técnico constructor y abogado.
Orangel Bustos y Blanca Morales junto a sus cuatro hijos: Ricardo, Eduardo, Marta y Myryam el día que Eduardo recibió su título de médico.
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