El 11 de noviembre de 1994 la Nación transfiere las escuelas a las provincias. En base a lo estipulado en la Ley Federal de Educación de abril de 1993, se celebra el Acuerdo de Transferencia Educativa entre Estado nacional, las provincias y el municipio capitalino.
La Ley Federal disponía la extensión de la escolaridad obligatoria, el fortalecimiento del Consejo Federal de Cultura y Educación y la formalización del Pacto Federal Educativo entre el Estado nacional, las provincias y la municipalidad de Buenos Aires, que suponía el incremento presupuestario anual y el aporte del Tesoro nacional para el cumplimiento de las nuevas obligaciones asumidas por las jurisdicciones menores.
En la práctica, el Estado nacional se desligó de su compromiso con la educación pública y transfirió esa responsabilidad a las provincias, sin transferirles a su vez los fondos suficientes. La consecuencia fue el incremento de los déficits provinciales y la desigualdad educativa en medio de un deterioro generalizado del sistema.