José Mínguez y su esposa, Josefa Barrionuevo, dejaron España a fines del siglo XIX. Después de un largo viaje que los llevó por África y Brasil, a principios del siglo XX se instalaron en San Juan. Sus bisnietos y tataranietos son quienes hoy viven en la provincia.
Ángel Mínguez y Alba Guzmán se conocieron poco después del terremoto, en 9 de Julio. “Fue amor a primera vista” les contaban siempre a sus hijos: Juan Jesús, Ángel, Manuel y José Luis, que admiraban el cariño que se tenían sus padres. Ángel (padre) era cercano a ellos, pero a la vez estricto y les pidió a los cuatro varones que se dedicaran a estudiar, antes que a trabajar, algo que él no pudo hacer.
En la década del treinta, a los siete años, Ángel ayudaba a su padre, Manuel Mínguez, con los trabajos que hacían en la finca en la que eran contratistas, en 25 de Mayo. La propiedad se llamaba “La porteña”. A primera hora de la mañana Angelito subía al caballo que tiraba del arado, recorría la tierra hasta que paraba para almorzar y luego regresaba al trabajo. Junto a él también trabajaban sus hermanos: Juan Manuel, Roberto Oscar, Alfredo y Carlos. Las que se quedaban en casa junto a su madre, Modesta Bolaños, eran Alida, Josefina, que falleció siendo muy chica, Adela y Coca.
Un viaje entre tres continentes
Era una familia de mucho trabajo, nada fue fácil para ellos. El padre de Ángel, Manuel, llegó con doce años a San Juan. Vino junto a sus padres: José Mínguez y Josefa Barrionuevo y junto a su hermano, Adolfo. Los padres eran oriundos de Málaga, España, pero dejaron ese país en busca de mejores horizontes. Viajaron durante varios años y por más de un continente. Primero se instalaron en África Francesa y ahí nació Manuel, en 1895. Luego estuvieron en Brasil, donde nació Adolfo y finalmente a principios de siglo XX llegaron a la provincia, donde nacieron Ángel y María.
Ángel Mínguez Bolaños aprendió de su padre a trabajar la tierra y admiraba la diversidad de cultivos que tenía. Cultivaban melones, maní, cebada, que vendían a la Cervecería San Juan y tuvieron plantas de tabaco. La cosecha de la cebada era una de las que traía más alegrías a la familia, ya que lo que ganaban les servía para mantenerse durante todo un año. Además, tuvieron vacas y un pequeño tambo cerca de la ciudad. Limpiaban los animales y salían por las calles, ofreciendo casa por casa la leche que se ordeñaba en el momento.
El amor que nació en tiempos de cosecha
Los seis hermanos varones Mínguez Bolaños se distribuían el trabajo en las distintas propiedades de su padre y, cuando ya era más grande, a Ángel le tocó ocuparse de la cosecha en una propiedad que comenzaron a administrar en 9 de Julio.
Lo que iba a ser solo trabajo duro se convirtió en un mejor paisaje gracias a la familia vecina de la propiedad. Eran los Guzmán, el padre era Ramón y tenía dos hijas: Alba y Olga Pierina. Ángel quedó cautivado por Alba a primera vista, aunque pasó bastante tiempo hasta que se animó a declararle: “¿Usted vería tan mal que fuéramos novios?”. Así comenzó la relación entre los jóvenes, que se casaron en 1948. Él trabajó un tiempo en las propiedades de su padre, luego adquirió camiones y se dedicó a ese rubro y ella fue docente durante casi tres décadas, daba clases en la escuela Américo Orzali, que funcionaba en el turno vespertino en calles San Luis y Mendoza.
En 1953 llegó el primero de sus cuatro hijos: Juan Jesús, luego Ángel, Manuel y finalmente en 1960 nació José Luis. Aunque hoy la mitad de ellos vive fuera de la provincia, todavía se juntan para recordar sus primeros juegos, con las balitas, trompos y autitos y su época de deporte, sobre todo con el rugby.
Los hermanos Mínguez Guzmán
Los hermanos, en la primaria, fueron a la escuela Carlos Pellegrini en Santa Lucía. En ese departamento su abuelo materno Ramón Guzmán, que tenía una estación de servicio y era militante del justicialismo, fue concejal durante diez años. En esa época los vecinos lo proponían para desenvolverse en ese cargo que, además, era ad honorem. Ángel padre no era militante, pero si era admirador del peronismo y sobre todo de la figura de Eva Duarte, a quien pudo ver en tres visitas que hizo a San Juan. Quienes heredaron la vocación política de Ramón fueron Juan Jesús, que es abogado, dirigente radical, estudió abogacía y llegó a ser defensor del Pueblo de la Nación Adjunto. Además ha sido docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Juan, presidente del Foro de Abogados, vicepresidente del Comité provincial de la UCR y del comité nacional, además de diputado nacional. También el tercero de los hermanos, Manuel, se dedicó a la política, pero dentro del justicialismo, tras egresar de la Escuela de Enología, además de ser un apasionado por la poesía. Fue secretario de empresas municipales durante la gestión de Daniel Coll como intendente de la capital. A él más de una vez lo han confundido con el cantante Manuel Mínguez, que integró el dúo Mínguez Barboza y es su primo hermano.
» Juan Jesús: es padre de Juan Fernando, Gerardo Aníbal y Guillermo Daniel, todos abogados radicados en Córdoba.
» Ángel Ramón es médico infectólogo. Vive en Córdoba, donde es reconocido por su profesión y ha sido presidente del Círculo Médico de esa provincia. Además, es padre de Valentín, contador y vive en Suiza; Andrés, estudiante de ingeniería e Iván, que es chef, los dos menores viven en Córdoba.
» Manuel: es padre de Manuel Ángel, empresario, dedicado a la olivicultura; Romina Noelia, estudiante de ciencias económicas y María Rocío, que es docente, preceptora y catequista.
» José Luis es padre de Leandro, estudiante de Publicidad y Propaganda y de Mariana, estudiante de administración de empresas.