El 29 de febrero de 1504 Cristóbal Colón, sabedor por sus cartas de navegación que esa noche se va a producir un eclipse total de Luna, reune a los nativos de Jamaica (isla en la que tuvo que atracar en 1503 para reparar sus barcos, logrando al principio sin dificultad que los indígenas les proporcionasen alimento, pero, a medida que el tiempo fue pasando éstos, un tanto hastiados, se negaron a darles comida) y les dice que su tacañería va a verse castigada por los dioses. Los indígenas, presos de pavor, al contemplar el eclipse lunar, le dan cantidades ingentes de comida