Autor: Antonio de la Torre
La encontré en las parvas
abstraída y bella, alma del paisaje.
Vino del Oeste
sin saberlo nadie.
Se dejó los cerros
manchados de sangre,
pues anduvo a prisa
y se hirió las carnes
saltando barrancos
camino del valle.
Se acercó a la acequia,
se lavó la sangre,
se tendió en el pasto,
rendida, la Tarde.
Como estaba triste
yo no quise hablarle...
Fuente: antoniodelatorre.com.ar