El siguiente artículo fue publicado en El Nuevo Diario, edición 822
Un total de 18 familias de Colola debieron ser trasladadas a otro sitio por la construcción del dique Cuesta del Viento.
Los pobladores se dedicaban a la cría cabras, convivían con la naturaleza bajos techos de barro y caña los cuales quedaron cubiertos por el agua para dar lugar a una nueva vida.
El Nuevo Diario pudo registrar las últimas imágenes de ese pueblo, antes que las aguas del embalse del dique de Cuesta del Viento, lo cubriera.
Don Luna uno de sus pobladores pudo contarnos cómo miraba las manadas de cabras que corrían por las lomas, mientras que los mayores de la casa llevaban su ganado de un lado a otro para pastar. Doña Paredes vivía con su esposo junto a sus 15 hijos, Pedro Montaño, Fortunato Espejo son algunas de las 18 familias que vivían en Colola y que tuvieron que abandonar sus queridos ranchos, otro fue su destino, el progreso les ha ganado, una obra colosal, un dique construido para mejorar la vida de sus hermanos iglesianos y jachalleros, pero que a ellos les cambió la vida.
Historia de una muerte anunciada
En el año 1977 cuando se hablaba de la construcción del emprendimiento hidroenergético Cuesta del Viento, ya se sabía que los habitantes del Bajo Colola departamento Iglesia, ubicado en la zona de influencia de la obra, deberían ser trasladados.
Cuando se aprobó el proyecto en 1987 se iniciaron los trabajos de construcción, los pobladores sabían que el momento se acercaba, en 1993 una ley de la Cámara de Diputados dispuso de un terreno fiscal de 26 hectáreas, ubicado en la esquina de la calle del Molino, para que el IPV construyeran las casas donde se trasladaría a esas familia, en mayo de 1997 se les informó que ya los tiempos estaban agotados y que deberían ser trasladados a sus nuevas casas.
El dique ya estaba próximo a su inauguración.
Cómo se solucionó el tema de las nuevas viviendas
El diputado del departamento Iglesia, Juan Pinto había manifestado en ese entonces sus preocupación, el lago se estaba llenando y faltaba poco para que se produzcan los primeros deshielos y aun así no estaban construidas las viviendas, Alfonso Mini por ese entonces diputado, oriundo de ese departamento, explicó que ya estaba sancionada la ley que autorizaba al IPV (Instituto Provincial de la Vivienda) a construir las propiedades, según afirmaba estarían listas para habitar antes que el lago haya cubierto la zona del Bajo Colola, serán 30 casas a repartir entre los miembros de las 18 familias, la distribución de los terrenos, dado a los altísimos costos en la construcción, se optó por construir las treinta viviendas agrupadas a una distancia no muy lejana de aquellos terrenos que les respondería a los criadores de ganado o agricultores que vivían de esa actividad.
Inauguración del Dique Cuesta del Viento
Diputados provinciales de todos los bloques visitaron las obras del emprendimiento hidroeléctrico y el subsecretarios de recursos energéticos, ingeniero Domingo Alberto Martín, quien junto a técnicos de la empresa constructora –Paolini Construcciones- ofrecieron una explicación con los detalles técnicos y beneficios económico y social para Jáchal e Iglesias, en cuanto a caudales de riego crecimiento de área cultivada, provisión de energía electrónica volcada al sistema interconectado Jáchal - San juan.
Riego y energía
La inauguración del sistema de riego que proveerá a Jáchal, esto le permitió al departamento ampliar su superficie cultivada. La obra de conexión eléctrica Cuesta del Viento – Jáchal, se terminó en septiembre de 1998, conjuntamente con la obra de interconexión Jáchal – San Juan.
La central hidroeléctrica se terminó a fines del año 1997, donde se realizaron los primeros ensayos.
En diciembre de 1998 se comenzó con la etapa de explotación del sistema. Esta central hidroeléctrica generaba 35 KW/h por año, según datos que ofrecieron las autoridades a los periodistas presentes.
Fuente El Nuevo Diario. Ed.822. Pág. 20 - 21