El siguiente artículo fue extraído de La Pericana edición 108 del 18 de mayo de 2018 en el suplemento especial 32 años de El Nuevo Diario y que integró la edición 1817 de El Nuevo Diario.
Federico Cantoni
(12 de abril de 1890 - 22 de julio de 1956) fue el político más influyente de
San Juan en la primera mitad del Siglo XX. Hombre de acción, fue dos veces
gobernador. Médico y diplomático argentino, gobernador de la Provincia de San
Juan por la Unión Cívica Radical Bloquista y originador del bloquismo.
Su hermano Aldo (25 de junio de 1892
- 18 de septiembre de 1948) también fue médico, fue gobernador de la provincia un
periodo de gobierno y durante su gestión se sancionó la Constitución de 1927,
con adelantos muy importantes como el voto femenino. Aldo vivió en Buenos Aires
mientras estudiaba medicina y en 1916 ingresó al partido socialista.
Fue presidente del club Huracán y de la Asociación del Fútbol Argentino.
Federico venía del radicalismo pero diferencias con las autoridades nacionales y
provinciales, hizo que tomara otros rumbos formando junto a Aldo la Unión Cívica
Radical Bloquista. Si bien en 1921 apoyaron la candidatura a gobernador de
Amable Jones, organizaron el asesinato del primer mandatario.
En 1923 Federico Cantoni resultó elegido gobernador por primera vez y volvería
a serlo en 1931. Su hermano Aldo, a su vez, resultó electo gobernador en 1926.
Se
identificaban con la alpargata, el símbolo de los trabajadores contra los
terratenientes provinciales que fueron sus opositores.
Fueron fuertes opositores al gobierno de Hipólito Yrigoyen. El líder radical
nunca perdonó que mataran a su amigo Amable Jones e incluso mandó a intervenir
la provincia.
Lo que realmente trascendió al propio apellido Cantoni fue la Carta Magna provincial.
Además
del derecho a voto femenino –la mujer en San Juan votó 25 años antes que en la
Nación- fue pionera en los llamados derechos de segunda generación, avanzadas
leyes de trabajo –salario mínimo, jornada máxima de trabajo, salubridad, seguros,
sindicalización, el lote hogar inembargable y la enseñanza laica en las
escuelas oficiales, un sistema de impuestos progresivo, desarrollo de la educación
técnica, la reforma agraria, intervención del Estado para promover la industria
del vino y del olivo, una red caminera con el fin de poblar el territorio, parques
populares, planes de vivienda para trabajadores.
Ya durante la década del
’40, Federico se alió a Juan Domingo Perón y ocupó la embajada argentina en
Rusia.