La historia de amor de Sarmiento y la madre de su hija

   Durante su primer exilio en Chile, Sarmiento fue padre de Faustina con una joven que residía en Los Andes. En la localidad, existe desconocimiento acerca del paradero de la mujer, donde reposan sus restos aún es un misterio para los habitantes del pueblo.
Faustina, la primogénita de Sarmiento, surgió de un romance juvenil. La familia de la joven "no lo aceptó por su falta de recursos y estatus social", explica la historiadora Luciana Sabina, "pero él asumió la responsabilidad de la niña, a quien reconoció y crió". Domingo Faustino Sarmiento contaba con 21 años al convertirse en padre por primera vez. La pequeña, llamada Ana Faustina tras su bautizo, era el fruto del amor entre Sarmiento y una joven de 17 años.
Todo ocurrió en Chile, adonde se había refugiado un año antes debido a la persecución de Facundo Quiroga. Sarmiento desempeñaba labores docentes en una escuela y se enamoró de una de sus alumnas, María Jesús del Canto, de 17 años. La naturaleza apasionada y romántica de Sarmiento es bien conocida. De esta relación, el 18 de julio de 1832 nació Ana Faustina. Si Sarmiento no se hubiera hecho cargo, lo más probable es que la niña hubiera sido entregada a un orfanato o a un convento, prácticas comunes en esa época. Existen cartas muy emotivas entre Sarmiento y su hija Faustina. Ella se sentía 'escondida'. Lo expresaba en sus cartas a su padre, y él le respondía que esa sensación era creada por ella misma, aunque en realidad la perseguía. La madre posiblemente no tuvo otra opción; era demasiado joven y en aquellos tiempos la voluntad de la familia prevalecía.
Sin embargo, un año antes de su fallecimiento, Sarmiento revela a su hija en una carta que su madre había fallecido y le menciona que le había dejado "algunas monedas". "El hecho de haberle dejado algo en su testamento implica que de alguna manera la tuvo presente", dicen algunos historiadores. 



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Ana Faustina Sarmiento
faustina sarmiento