Cada tanto los vándalos destruyen
cada busto, cada espacio, cada intención. Y ante la desidia de funcionarios de
distintos signos poco queda del antiguo esplendor del Jardín de los poetas.
Instalado
en Rivadavia, en la puerta de la Quebrada del Zonda, fue inaugurado el 11 de
abril de 1958. Y a pesar de su trascendencia cultural -fue declarado por la
Legislatura Provincial en 2016 (Ley Provincial Nº 571-F) “Bien Integrante del Patrimonio Cultural y
Natural de la Provincia de San Juan” en carácter de Monumento Histórico Artístico- aquel sueño de
Ofelia Zucoli Fidanza se ha transformado en una muestra más de nuestra
decadencia.
Ofelia Zúccoli Fidanza, nació
el primero de abril de 1913 en Calingasta. Hija de Livio Zúccoli, natural
de Roma, Italia, y de Úrsula Tinto, natural de Chianti, Piamonte;
casada en 1941 con el ingeniero Amílcar Fidanza, porteño, es más
conocida por su nombre literario, Ofelia Zúccoli Fidanza.
Ofelia vivió hasta los 17 años en Calingasta, cuando partió para
seguir sus estudios en Buenos Aires.
Allí se casó con el ingeniero Amilcar
Fidanza y nacieron sus tres hijos y pronto se ganó un lugar en el
mundo cultural y político. Participó de
la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) y fue presidenta de la
Asociación de Periodistas de la Televisión y Radiofonía Argentinas (APTRA).
Autora de ocho libros de poesía y las letras de canciones como “Ya viene soplando el
Zonda”, “Madre yuyera”, “Canción para Quinquela Martín” y “Pobrecita la
Deolinda”, que fueran musicalizadas por Hermes Vieyra e
interpretadas por cantores populares como Antonio Tormo, Julia Elena
Dávalos y José Larralde, entre otros.
Ofelia fue quien propuso realizar el Jardín de los Poetas
dentro del Escudo Provincial. Ofelia gestionó la creación del parque poético
ante el gobierno de facto local de esa época, pero al no conseguir por vía
oficial su financiamiento, encargó en Buenos Aires los bustos de los poetas a
los artistas amigos. Desinteresadamente, Quinquela Martín se hizo cargo de los costos
del traslado a nuestra provincia. Por su parte, la Dirección de Parques y
Paseos se encargó de seleccionar los lugares donde fueron colocados los
primeros bustos, mientras que la Dirección de Turismo de la Provincia construyó
los pedestales y confió la ubicación de los restantes bustos al artista
Federico Blanco.
Como
decíamos al comienzo de estas líneas, los sanjuaninos no han terminado de
comprender el valor del Parque de Zonda en su concepción original, del escudo,
del autódromo y del Jardín de los poetas. A lo sumo nos conformarnos con
indignarnos cada vez que los vándalos hacen de las suyas.
Ofelia
murió en Buenos Aires a los 93 años pero sus restos quedaron para siempre en su
amada Calingasta.
Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición 871
del 21 de febrero de 2024