En 1957, se realizaron importantes obras que formaron parte de la reconstrucción de la ciudad a más de diez años del terremoto de 1944. Una de las más grandes fue la apertura y ensanche de las cuatro avenidas más importantes de la ciudad. Hasta ese momento lo que hoy son las avenidas Córdoba, Rioja o Alem, eran simples calles.
La decisión de transformarlas en amplias avenidas fue motivo de grandes debates. No era fácil convencer a los propietarios que donde estaba un comedor o un dormitorio debería destruirse para transformarlo en una avenida.
Esta foto muestra un aspecto de la nueva avenida Córdoba, tras los trabajos de movimiento de tierra para su posterior compactación y pavimentación.
Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición 900
del 5 de abril de 2024