El
río San Juan siempre fue la fuente primordial de la vida en el Valle de Tulum.
Pero, especialmente en los años de crecida, fue también causa de no pocos
problemas.
Estos
problemas se agudizaron con la llegada del carro primero y de los vehículos a
motor después. Cuentan los historiadores que en diferentes partes del rio se
instalaban los famosos “cuarteadores” dispuestos a dar “una cuarta” a quienes
debían atravesar el rio.
Diferentes
gobiernos abordaron el problema. Durante
la truncada gobernación de Amable Jones se comenzó el estudio para construir un
puente que posibilitara el paso de vehículos entre la ciudad Capital y Caucete
a la altura de 9 de Julio
Por
distintas alternativas el puente recién pudo inaugurarse el 27 de abril de
1936, es decir, quince años después. Para ese entonces Caucete era un
departamento pujante que generaba a través de la vitivinicultura no pocas
riquezas.
El
puente de Caucete posibilitó el desarrollo económico del departamento ya que
por esa infraestructura se pudo sacar las primeras grandes producciones de
cosecha.
El
viejo puente fue testigo de hechos que se transformaron en noticia nacional
como el día que un gran camión superó la altura del puente y quedó atascado,
obligando a los vehículos a utilizar vías alternativas para llegar a Caucete.
Pero lo concreto es que el puente soportó dos terremotos (1944 y 1977) y tras
las caídas de dos de sus tramos, se decidió cerrarlo construyendo un nuevo
puente a su lado que fue inaugurado a principios de la década del 2000.
Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición
916 del lunes 29 de abril de 2024