En 1562, el mismo Villagra, que había ascendido a la Gobernación de Chile, envió al Capitán Juan Jufré a fundar y poblar ciudades en las zonas que ya se habían explorado. Juan Jufré y sus hombres cruzaron la cordillera y llegaron al valle de Uspallata. Previo reconocimiento del paraje y sus alrededores, Jufré fundó, el 28 de marzo de 1562, una ciudad a la que puso por nombre Ciudad de la Resurrección, en lo que hoy es Mendoza, que ya tenía una fundación anterior.
A los dos meses y medio, el capitán Jufré emprendió una incursión por el norte para llegar al valle de Tucuma o Tuluma. La expedición llegó así a un paraje cercano a una sierra a la que los naturales llamaban de Zonda, a orillas del rápido río Tucuma.
En el año 1551, el Capitán Francisco de Villagra recorrió la zona de lo que hoy son las provincias de San Juan y Mendoza. Desde ese momento, varios fueron los grupos que exploraron nuestro territorio, enviados por las autoridades de la Gobernación de Chile, que era una división territorial menor creada en 1552 y que dependía del Virreinato del Perú. Estas expediciones previas tomaron contacto con los indios huarpes, que recibieron pacíficamente a los españoles.
Precisamente, la existencia de gran cantidad de indígenas que podían ser llevados a Chile para trabajar en el campo o en las minas fue uno de los motivos por los cuales los españoles decidieron tomar posesión efectiva de estos territorios.