Juan Francisco Cubillos, el célebre mendocino devenido en "bandolero social", fue un personaje que, junto con otros, se enmarcó en el espectro de los llamados "gauchos milagrosos" debido a que su figura fue sublimada a la
Juan Francisco Cubillos, el célebre mendocino devenido en "bandolero social", fue un personaje que, junto con otros, se enmarcó en el espectro de los llamados "gauchos milagrosos", debido a que su figura fue sublimada a la condición de ánima milagrosa, luego de su trágica muerte en un enfrentamiento con las autoridades locales. De este hombre se han escrito variados artículos y narraciones históricas que nos dan una idea de su vida y correrías. Sin embargo, resulta atractivo indagar en los diarios y crónicas contemporáneos a su existencia para enterarnos de otros tipos de datos y referencias que nos aproximen aún más al perfil físico y psicológico de este famoso "Robin Hood criollo".
En una de las numerosas ocasiones en que Cubillos fue detenido por la policía, a fines de 1894, la gente deseosa de verlo se apersonó en la Comisaría de Las Heras. Estos ocasionales testigos que vieron al gaucho, individuo por quien sentían admiración y hasta cierto afecto, dejaron algunos testimonios que fueron registrados por periodistas de aquella época. Conforme a los presentes, Cubillos se encontraba totalmente engrillado y custodiado, especialmente por un centinela, pues los guardias le temían a sus probadas argucias. El bandolero se hallaba vestido con harapientas prendas; su camisa aún tenía rastros de sangre, producto de la lucha con la policía.